Diputados y autoridades europeas.
Muy señores nuestros,
Sin otro particular, reciba un cordial saludo.
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Cuando cruzaba la frontera en carro desde de Dinamarca este domingo, fue detenido en Alemania el expresidente independentista catalán Carles Puigdemont, acusado de rebelión por la justicia española y objeto de una orden de arresto europea,
“Fue arrestado por una patrulla de la policía de tráfico en Schleswig-Holstein”, indicó el portavoz.
“Ahora está bajo custodia policial”, añadió. La detención fue confirmada por la portavoz de Juntos por Cataluña, la coalición de Puigdemont.
El viernes el juez español que instruye la causa contra la cúpula independentista catalana confirmó el cargo de “rebelión” contra 13 figuras. Puigdemont estaba en Finlandia cuando el juez reactivó la orden de captura, pero abandonó ese país, antes de que la policía pudiera empezar oficialmente su búsqueda.
Carles Puigdemont, el destituido presidente catalán y los cuatro miembros de su gobierno requeridos por una orden europea emitida por la justicia española obtuvieron finalmente el domingo en la noche la libertad con medidas cautelares, tras la decisión de un juez belga al término de una larga jornada.
“La petición realizada esta tarde por la oficina del fiscal de Bruselas para la libertad condicional de todas las personas requeridas ha sido otorgada por el juez de instrucción”, dijo la oficina de la fiscalía en un comunicado.
Los cinco requeridos se habían entregado el domingo a las autoridades de Bélgica y fueron liberados cerca de 15 horas después.
El abogado de Puigdemont abandonó la sede de la fiscalía hacia las 23H45 (22H45 GMT), sin hacer ninguna declaración, constató una periodista de la AFP.
Tras esta decisión corresponde a otra jurisdicción pronunciarse sobre la ejecución de la orden de arresto, en los próximos 15 días.
Carles Puigdemont y sus consejeros tienen prohibido salir de Bélgica sin una autorización del juez, deben comunicar su dirección y obedecer a todas las citaciones de la justicia y de la policía, añadió la fiscalía.
Cataluña, región del noreste de España con 7,5 millones de habitantes y un 19% del PIB nacional, celebró el 1 de octubre un referéndum de autodeterminación prohibido por la justicia española.
La consulta, realizada sin las garantías exigidas y marcada por violentas cargas policiales, atrajo casi exclusivamente a los partidarios de la separación: con una participación de 43%, el ‘sí’ obtuvo 90% de los votos.
Apoyándose en ese resultado, el parlamento catalán aprobó el 27 de octubre una declaración unilateral de independencia, a raíz de la cual la justicia española abrió investigaciones contra los responsables del legislativo y del ejecutivo regionales.
Ocho de los 14 miembros del gobierno de Puigdemont, que comparecieron ante la justicia en Madrid investigados por “rebelión”, “sedición” y “malversación”, fueron encarcelados. Otro, que había dimitido oponiéndose a una declaración unilateral, quedó en libertad bajo fianza.
La misma jueza emitió el viernes órdenes europeas de busca y captura contra Puigdemont y los cuatro consejeros restantes, que habían viajado a Bruselas en busca de “seguridad”.
“Preparados para cooperar”
El domingo, los manifestantes volvieron a salir a las calles de Cataluña para pedir la liberación de estos “presos políticos”.
En Barcelona, centenares de personas se congregaron en la céntrica Plaza Universidad, al grito de “¡Libertad!”, según la policía municipal.
Puigdemont había asegurado el sábado en Twitter que están “preparados para cooperar plenamente con la Justicia belga”.
Su entrega responde a un deseo “de no huir de la justicia sino de defenderse en un proceso justo e imparcial, posible en Bélgica, altamente dudoso en España”, afirmó el domingo desde Barcelona un portavoz de su partido, el conservador PDeCAT.
“Voy a ir a la justicia, pero a la verdadera justicia”, había dicho Puigdemont en una entrevista con la televisión belga RTBF, asegurando que en Madrid no existen garantías de “tener una sentencia justa, independiente, que pueda escapar a esta enorme presión, a esta enorme influencia de la política sobre el poder judicial en España”.
Se abre ahora un procedimiento que será probablemente largo: Puigdemont y su abogado ya anunciaron su intención de recurrir.
Según la ley, la decisión sobre la ejecución de una orden de detención europea debe tomarse en el plazo de 60 días tras concretarse ésta. Pero si se agotan todos los recursos, el procedimiento puede llevar hasta tres meses.
Pocos rechazos
“Las autoridades judiciales belgas podrían rechazar la entrega de Puigdemont si existen riesgos comprobados y serios para los derechos fundamentales si es entregado a España, y si las autoridades judiciales belgas consideran que los hechos que se reprochan a Puigdemont no son infracciones penales en el derecho belga”, explica Anne Weyembergh, presidenta del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas (ULB).
Sin embargo, según varios abogados contactados por la AFP, los casos de rechazo son pocos.
De los tres delitos por los que la justicia española busca a Puigdemont y sus consejeros, los de “rebelión” y “sedición” no existen como tales en el Derecho belga.
Puigdemont, que se sigue reivindicando como presidente del “gobierno legítimo” de Cataluña, se declaró dispuesto a presentarse a las elecciones regionales convocadas en Cataluña para el 21 de diciembre.
El domingo recibió el apoyo de su partido, que insiste en que los independentistas se presenten unidos en una coalición, aunque las reticencias de su exsocio de gobierno ERC (izquierda republicana) hacen esta posibilidad improbable.
Dos sondeos publicados el domingo muestran que el PDeCAT solo retrocedería en las urnas, mientras que ERC se convertiría en la primera fuerza política catalana. El retroceso de los conservadores y del pequeño partido anticapitalista CUP harían que los independentistas perdiesen la mayoría absoluta en el parlamento.
El expresidente catalán Carles Puigdemont y cuatro de sus exministros se entregaron el domingo a las autoridades en Bélgica para comenzar el proceso de su posible extradición a España. Gilles Dejemeppe, portavoz de la fiscalía de Bruselas, informó que los cinco se presentaron por voluntad propia ante la policía federal y que estaban bajo custodia desde las 9 de la mañana.
Dejemeppe precisó que no han sido arrestados y que un juez investigador escuchará a los cinco catalanes el domingo por la tarde. El juez deberá decidir en un plazo de 24 horas cuáles son los pasos a seguir. La decisión podría variar ampliamente, desde el arresto o detención hasta la liberación condicional.
Expertos jurídicos consultados por The Associated Press estiman que todo el proceso de extradición, incluso cualquier apelación, tardaría hasta dos meses, hasta que Puigdemont pueda ser enviado de vuelta a España.
La demora podría darle a Puigdemont tiempo para influir, aunque sea a distancia, en las elecciones regionales convocadas para Cataluña para el 21 de diciembre.
Mientras tanto, las autoridades belgas estudian las órdenes de arresto emitidas por España contra Puigdemont y sus ministros, quienes huyeron a Bélgica esta semana tras ser destituidos por las autoridades españolas en represalia por haber declarado la independencia de Cataluña.
En Cataluña, activistas erigían carteles a favor de la independencia y de la liberación de los líderes separatistas encarcelados. La principal organización separatista, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizó la movilización del domino y llamó a una huelga para el miércoles y a una protesta para el sábado.
Agusti Alcoberro, vicepresidente de la ANC, expresó esperanzas de que todos participen en la marcha y dijo que su agrupación está considerando la posibilidad de organizar una marcha en Bruselas para el 6 de diciembre.
Una jueza de la Audiencia Nacional de España emitió el viernes las órdenes de arresto por sospecha de sedición, rebelión y malversación contra funcionarios catalanes cesados, un día después de haber enviado a la cárcel a otros ocho ex miembros del gobierno autónomo catalán, sin derecho fianza, mientras prosigue con la investigación. Un noveno pasó la noche en la cárcel y fue dejado en libertad previo pago de fianza.
Mientras Puigdemont continúa en Bruselas, en Cataluña los partidos ya han empezado a prepararse para una campaña que probablemente será sumamente amarga, pero decisiva en medio de la peor crisis institucional de España en casi cuatro décadas.
Los partidos a favor de permanecer en España quieren recuperar el control del Parlamento regional, mientras los partidos separatistas evalúan la posibilidad de forjar una gran alianza.
Los partidos tienen hasta el martes para registrarse como parte de una coalición o de lo contrario tienen que competir por su cuenta. Puigdemont expresó su opinión el sábado, en respaldo de la intención de su partido, el Partido Democrático de Cataluña, para formar una coalición favorable a la secesión.
Los fiscales en Bruselas dicen que están estudiando una orden de arresto europea para el destituido presidente catalán Carles Puigdemont y esperan iniciar el proceso de extradición lo antes posible.
Los fiscales dijeron en un comunicado haber recibido de los procuradores belgas órdenes para la detención de Puigdemont y cuatro asociados suyos debido a los vínculos de los cinco políticos catalanes con Bruselas.
El comunicado no explica cuáles son esos vínculos. Los cinco huyeron a Bélgica cuando el gobierno español los destituyó hace una semana.
Puigdemont habló en una conferencia de prensa en Bruselas el martes y apareció en la TV estatal belga el viernes.
Fuentes próximas a los catalanes no revelaron su paradero, aunque Puigdemont tuiteó en holandés que estaba dispuesto a cooperar con las autoridades belgas.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional española pidió este jueves a la juez Carmen Lamela ordenar la captura del expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont y sus cuatro consejeros en Bélgica, quienes no acudieron a su citación por los delitos de rebelión, sedición y malversación.
Una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) fue solicitada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional para Puigdemont y los exconsejeros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret.
El Ministerio Público señaló que el expresidente de la Generalitat catalana “ha manifestado públicamente su intención de no comparecer y ha solicitado, como también lo han hecho Antoni Comín y Maritxell Serret, efectuar declaración por videoconferencia, sin ofrecer dato alguno sobre su paradero actual”, según medios españoles.
La Fiscalía pidió que las órdenes sean dirigidas a las autoridades en Bélgica, país al que viajaron el expresidente de la Generalitat y sus consejeros de Salud, Enseñanza, Cultura y Agricultura.
En caso de que Lamela acepte emitir la orden, Puigdemont y sus exconsejeros serían arrestados y puestos a disposición de un juez, quien decidirá si los envía a la cárcel mientras es tramitada la OEDE o adopta otras medidas cautelares.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitó este jueves prisión incondicional preventiva para ocho miembros del destituido Gobierno independentista catalán, sospechosos de sedición y rebelión. Además, cárcel eludible bajo fianza para un noveno.
*Con información de AFP
El expresidente catalán Carles Puigdemont aceptó el martes las elecciones anticipadas convocadas por el gobierno central cuando tomó el control de la región para evitar su secesión, pero aseguró que la lucha por la independencia continuará.
La Audiencia Nacional española también citó a Puigdemont y a 13 integrantes de su depuesto gabinete para declarar en Madrid entre jueves y viernes por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación. Según el sistema legal español, un juez decidirá entonces si Puigdemont va a la cárcel mientras se investiga el caso y se prepara un posible juicio.
Sin embarho, el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont “no irá a Madrid” el próximo jueves para presentarse ante la Audiencia Nacional, porque su abogado cree que su cliente “no tendrá un juicio justo” en España, según unas declaraciones que hace dicho letrado al diario holandés NOS.
“Es bastante obvio que mi cliente va a adoptar ahora la actitud de esperar a ver qué pasa”, afirmó el letrado belga, Paul Bekaerts, ante la pregunta de si Puigdemont se presentará ante la Justicia española.
La Fiscalía podría sustentar su petición de cárcel en el riesgo de fuga, dada la gravedad de las penas (hasta 30 años de cárcel por rebelión), y de reiteración delictiva.
Fuentes diplomáticas y cercanas al exmandatario catalán confirmaron este martes a Efe que Puigdemont permanece por ahora en Bruselas, aunque cinco miembros de la delegación catalana que estaba en la capital europea viajaron con destino a Barcelona.
En su comparecencia del martes ante más de dos centenares de informadores en Bruselas, el político catalán dijo que solo volverá a España cuando tenga “garantías” de un “juicio justo”.
La aceptación por parte de Puigdemont de la celebración de comicios el 21 de diciembre fue una señal de que Madrid se ha impuesto por el momento en el prolongado enfrentamiento que vive con Cataluña, una próspera región del noreste español que ya goza de una considerable autonomía.
La resistencia a la imposición de un control directo sobre el territorio catalán por parte de Madrid no logró materializarse al comienzo de la semana, mientras reina la confusión en las filas secesionistas.
No obstante, un sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (gobierno catalán) publicado el martes indicó que el número de catalanes que respalda la creación de un estado independiente trepó a un máximo de casi tres años en octubre.
Por otra parte, el Tribunal Constitucional español suspendió cautelarmente la declaración de independencia aprobada por el Parlamento regional catalán, un acto con un perfil bastante simbólico que no tuvo continuidad y condujo a la destitución de toda la cámara por parte del presidente español, Mariano Rajoy, menos de una hora después.
“Al pueblo de Cataluña le pido que se prepare para un largo camino. La democracia es y será la base de nuestra victoria”, afirmó Puigdemont en una conferencia de prensa en Bruselas, en la que dijo también que no pretende pedir asilo en Bélgica.
Rajoy, que se ha negado a aceptar compromisos durante la crisis, apuesta a que los partidos contrarios a la independencia logren la mayoría en el parlamento regional catalán y frenen la deriva secesionista. Puigdemont confía, por su parte, en un fuerte desempeño de los independentistas para reactivar al movimiento tras varias semanas de agitación.
El gobierno español dijo durante el fin de semana que da la bienvenida a la posible participación de Puigdemont en los comicios, ya que el proceso judicial avanza por una vía separada.
*Con información de agencias
El líder separatista catalán Carles Puigdemont llama a los catalanes a oponerse pacíficamente a la intervención de España, en una aparición preparada aparentemente para emitir el mensaje de que rechaza su destitución por las autoridades centrales.
“Seguiremos construyendo un país libre”, dijo Puigdemont en un breve mensaje que parecía pregrabado. El canal de TV español La Sexta mostró simultáneamente a Puigdemont almorzando en un bar en su ciudad natal de Girona, interrumpido ocasionalmente por transeúntes que pedían tomarse selfies con él.
La emisora regional TV3 lo mostró hablando desde un podio adornado con el emblema oficial del gobierno catalán. A su espalda había banderas de Cataluña y la Unión Europea, pero no de España.
España tomó el control formal directo de Cataluña el sábado y destituyó el gobierno separatista después que, en la víspera, el Parlamento aprobó una declaración de independencia.