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Cáritas Venezuela

Claves | Voluntarios en Venezuela donan casi un tercio de su tiempo de jornada laboral formal
El estudio de voluntarios en Venezuela, realizado por Cáritas Venezuela, arrojó resultados alentadores sobre el deseo y disposición de los venezolanos por ayudar para un bien mayor en el país

Foto: Cáritas Venezuela

En septiembre de 2023 la organización Cáritas Venezuela, la cual forma parte de la red internacional de Cáritas, llevó a cabo su primer estudio del voluntariado comunitario en Venezuela, titulado Los aportes del voluntariado en Venezuela. Este documento fue compartido el 5 de diciembre, Día Internacional del voluntario.

Los voluntarios comunitarios desempeñan un papel importante en Cáritas Venezuela al brindar asistencia humanitaria y programas de apoyo a las comunidades más vulnerables y marginadas del país. Distintas ONG destacan la importancia de la dedicación y compromiso por parte de todas las personas que hacen esto posible.

La investigación contó con la participación de 2.500 personas en 23 estados del país. Desde Runrun.es,  resumimos los puntos más importantes del estudio de Cáritas en algunas claves.

Espacios orgánicos de integración

El voluntariado comunitario ha permitido la creación de espacios donde convergen diversas disciplinas, actividades y servicios que contribuyen al bienestar de una parte de la población en situación de pobreza y/o marginalidad.

Gracias al voluntariado se han coordinado continuas actividades humanitarias. Las principales actividades, destaca el estudio, son jornadas de salud y provisión de medicamentos, con un 59.26%, seguido de preparación y provisión de alimentos con un 54.1%. Mientras que un 18% aprendizaje respecto a temas de saneamiento doméstico y manejo de agua.

Además, de los grupos de voluntariados estudiados, sorprende su crecimiento orgánico. Hasta un 77% ha integrado a uno o más personas este año como miembros recurrentes.

Hoy por ti, mañana por mí

De acuerdo a la organización, se ha intensificado la participación, en parte, debido a las «necesidades urgentes que se extendieron en los últimos años en Venezuela». De los encuestados, hasta un 92% afirmó haber tenido una experiencia de voluntariado reciente, en rangos de permeancia en grupos de esta índole que va desde los seis meses hasta los cinco años.

Pero lo más llamativo es que hasta un 70% de los encuestados cree que este aporte social de voluntariado es significativo en la búsqueda de soluciones a problemas prioritarios de su comunidad.

Interés por aprender y mejorar como sociedad

El aprendizaje es uno de los puntos resaltantes. Los participantes se preparan al mismo tiempo que contribuyen a una causa social en su comunidad. Las actividades de preparación de atención de emergencias, técnicas de autocuidado o motivación son algunas de las más demandadas.

A los encuestados se les preguntó por cuáles eran las expectativas de aprendizaje. Primeros auxilios tuvo 53% de interés, cuidado personal y motivación hasta un 50% y emprendimiento y medios de vida alcanzó el 43%.

Al ser cuestionados sobre la retribución personal ganada por este servicio voluntario, el 58% indicó los conocimientos adquiridos y un 45% mencionó el acompañamiento espiritual y emocional. También se destacó la satisfacción personal en este ámbito.

Perfil del voluntario en Venezuela

La organización detalló las características que, generalmente, cumplen la mayoría de personas que hacen voluntariado en el país. La mayoría son mujeres que viven en el interior del país y oscilan entre los 45 y 67 años de edad. Además, se destacó el alto grado de preparación: 6 de cada 10 participantes cuenta con educación universitaria. Y más de la mitad de las personas encuestadas son laboralmente activas.

No obstante, Cáritas Venezuela recordó que «no hay un voluntario ideal con características comunes, sino diversas situaciones, cada una de ellas relacionadas con el contexto».

«En la experiencia de voluntariado observada en el país durante 2017 y 2022, la ciudadanía superó la indiferencia social. Albañiles, obreras, médicos, profesores, enfermeras, jubilados y jóvenes de diversos grados de instrucción y edades», aseveró la organización.

Tiempo dedicado al voluntariado

Las estimaciones alcanzadas por Cáritas, sobre la base de 30.000 voluntarios, dieron como resultado que cerca de 525 horas al año fueron dedicadas para actividades humanitarias de voluntariado.

En este sentido, la organización concluyó que un voluntario podría donar casi un tercio de su tiempo de jornada laboral formal (27%) al año.

Finalmente, los voluntarios en Venezuela han hecho que el país aparezca en el Global Giving Index, publicado por Gallup en 2022. Este estudio reveló que Venezuela es uno de los países con mayor crecimiento en conductas de ayuda al prójimo en el periodo del 2017 al 2021.

Cáritas ha distribuido 175 toneladas de alimentos para afectados por lluvias
Janeth Márquez explicó que en primera instancia se dedicaron a atender la situación de emergencia por el deslave en Las Tejerías

Foto: EFE/Miguel Gutiérrez

La ONG Cáritas de Venezuela ha distribuido 175 toneladas de insumos para las personas afectadas por las fuertes lluvias que se han registrado en el país.

Así lo dijo Janeth Márquez, directora de Cáritas, quien indicó que los insumos entregados a afectados por las lluvias incluyen alimentos, agua, pañales y artículos de higiene personal.

En entrevista que ofreció a Radio Fe y Alegría Noticias, Márquez afirmó que de las 175 toneladas, unas 100 las han destinado al estado Aragua por los deslaves de Las Tejerías y El Castaño; el resto lo han repartido entre varias zonas.

“Todas nuestras Cáritas se activaron para ser solidarios con Las Tejerías, también nos estamos activando para ayudar en Mérida, Lara, Miranda, a Chichiriviche de la Costa; es decir, es una cantidad de solidaridades que va en aumento para responder a unas necesidades inmediatas que se producen por el aumento de las lluvias en Venezuela”, detalló Márquez.

 

Por otra parte, aseguró que tienen Cáritas parroquiales en las zonas afectadas y que en esos lugares ayudan a más de 1.000 personas diariamente, las cuales reciben agua, alimentos y kits de higiene.

También, la directora de Cáritas Venezuela informó que tienen un comedor en Las Tejerías donde se cocina para 450 personas.

Márquez señaló que Cáritas ha podido ayudar a muchas más personas porque organizaciones como Convite se han sumado a la campaña de solidaridad.

“Yo creo que la solidaridad del pueblo, la alianza de la sociedad civil y la fraternidad de la empresa privada es lo que ha permitido que sigamos ayudando desde hace un mes que ocurrió esta tragedia (de Las Tejerías)”, dijo.

¿Cómo se han organizado las Cáritas?

Janeth Márquez explicó que, en primera instancia, se dedicaron a atender la situación de emergencia por el deslave en Las Tejerías; posteriormente, instaron a las Cáritas a que ofrecieran ayuda a las poblaciones más cercanas.

En ese sentido, las Cáritas de Los Andes atienden a Mérida, las del Zulia brindan atención en el sur del Lago de Maracaibo, mientras que las orientales lo hacen en Sucre y Anzoátegui.

“Nosotros hemos empezado a tener una planificación distinta a la inicial, que era solo Las Tejerías, y hemos intentado planificar cómo podemos atender a todas las regiones con lo que pueda hacer la Iglesia, que es ayudar en la emergencia, ver cuál es la necesidad prioritaria en el momento indicado, e ir viendo cómo podemos ayudar”, resaltó Márquez.

Puede leer la nota completa en Radio Fe y Alegría Noticias, medio que forma parte de la alianza regional de medios de comunicación a la cual pertenece Runrun.es.

Cáritas: Al menos 765 viviendas quedaron destruidas en Las Tejerías
De acuerdo con el balance de la ONG tras una inspección en la zona, hay aproximadamente 765 viviendas destruidas y 1.400 familias afectadas en Las Tejerías
La vaguada con descargas eléctricas, que devino en un «alud torrencial en la parte alta e inundaciones debido al desbordamiento de la quebrada Los Patos» causó  «grandes pérdidas materiales», cosechas perdidas, numerosos comercios destruidos, así como un liceo y dos escuelas

Foto cortesía: Daniel Hernández

 

Al menos 765 viviendas quedaron destruidas en Las Tejerías, tras las fuertes lluvias que ocasionaron el desbordamiento de una quebrada y la muerte a, al menos, 25 personas, mientras más de 50 siguen desaparecidas, informó este lunes la ONG Cáritas.

«Podemos decir que hay aproximadamente 765 viviendas destruidas y 1.400 familias afectadas», especifica un informe de la organización no gubernamental que acudió el domingo a la zona para hacer un diagnóstico de los daños ocasionados por las inundaciones del sábado.

Según la evaluación de Cáritas, en Las Tejerías se registró una vaguada con descargas eléctricas que devino en un «alud torrencial en la parte alta e inundaciones debido al desbordamiento de la quebrada Los Patos».

Esto, prosigue el informe, ha causado «grandes pérdidas materiales» en el sector económico de la zona, entre las que se cuentan cosechas perdidas, numerosos comercios destruidos, así como un liceo y dos escuelas.

La organización remarca las necesidades de alimentos no perecederos y agua potable en la zona, ante lo cual se han abierto varios centros de acopio cercanos a la zona de impacto.

Personal médico y detectives de la Policía que operan en Las Tejerías confirmaron a EFE que el número de fallecidos ascendió a 25 la tarde del domingo, mientras diversos grupos de rescate siguen en la búsqueda de personas que quedaron tapiadas bajo los escombros.

El Gobierno ha declarado Las Tejerías como zona de catástrofe y desastre natural, y conformó un puesto de comando en el lugar al que han acudido varios ministros y la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, para impulsar la ayuda a los afectados.

Cuentas oficiales de Cáritas para recibir aportes

Las cuentas oficiales a disposición para recibir aportes son:
– Banco Mercantil, Cuenta Corriente N° 0105-0699-92-1699059454.
– Banco Provincial, Cuenta Ahorros N° 0108-0032 31-0200000492.
(A nombre de A.C.CARITAS DE VENEZUELA, RIF N° J-30485697-0
correo electrónico: caritasvenezuela@gmail.com)

– Pacific National Bank Bank
addres: 1390 Brickell Ave Miami, FL 33131 Bank
Routing/ABA Nº 066011350
Account name: A.C.CARITAS DE VENEZUELA
Account address: Av. Paez del Paraíso, Edif. Conferencia EPI VEN. Piso PB. Local S/N.
Urb. Montalban II Caracas 1020 Venezuela
Account number: 1437054

 

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Con información de EFE

Cáritas Venezuela: enfermedades infecciosas desplazan a la COVID-19

Las enfermedades infecciosas y parasitarias registraron una mayor incidencia que las respiratorias, entre ellas la COVID-19, en el primer trimestre del año, según mediciones de la organización Cáritas Venezuela.

En el boletín epidemiológico trimestral de 2022, que se construyó con casi 24.000 consultas médicas aplicadas en zonas pobres de Caracas y otros 10 estados del país, se contabilizaron 3.316 casos relacionados con infecciones o parásitos.

Estos casos de enfermedades infecciosas representan el 14 % de la población atendida.

«Dentro del grupo de enfermedades infecciosas, más de la mitad de los diagnósticos fueron parasitosis intestinales, cuya forma de presentación son cuadros diarreicos, aunque no se registran con esa denominación», dice el informe de Cáritas.

Una de las causas de esta situación, indica el texto, podría ser que el 56% de las familias atendidas aseguraron haber recibido agua por tuberías menos de 3 días en las últimas semanas, o no haber recibido en absoluto, lo que compromete la salubridad de estas personas.

«Según CEDICE, 11,8 millones de venezolanos viven bajo racionamiento de agua y lo denominan ‘inestable’ y un venezolano promedio invierte entre 8 y 20 horas semanales de su tiempo para almacenar y tratar el agua que consume», reza el documento. 

Aseguraron que mientras no existan soluciones estructurales, «hay que seguir educando, asistiendo e incidiendo en temas de agua, saneamiento e higiene». 

Otros diagnósticos

Las enfermedades del sistema respiratorio, muchas de ellas asociadas probablemente a los casos de coronavirus, representan el segundo grupo de incidencia en la población consultada por Cáritas. 

Cáritas también registró un incremento en diagnósticos de síndrome viral, que pasó de estar en el puesto 15 en el tercer trimestre de 2021 al puesto 5 en este último informe. 

«En uno de cada 10 diagnósticos de Síndrome Viral los médicos hicieron alguna referencia a COVID-19: caso sospechoso, confirmado o cuadro post-COVID19. De las 110 menciones de COVID-19 hechas por los médicos, en 76% se le asoció a síndrome viral inespecífico, en 16% se le asoció a cuadros respiratorios tales como sinusitis, amigdalitis, bronquitis aguda y neumonías», precisaron.

Señalaron que las enfermedades como desnutrición y anemia clínica volvieron a disminuir, siendo 1,76% menos que el tercer lapso de 2021. 

Sin embargo, la tendencia dentro del trimestre fue al aumento: 27% se hicieron en enero, 30% en febrero y 43% en marzo, mes en el que coincidencialmente se observó la mayor
tasa de inflación del trimestre, una canasta alimentaria estimada en  347,68 dólares y un salario mínimo integral oficial de Bs. 10.  

«Ante una vulnerabilidad nutricional alta y un contexto de seguridad alimentaria cambiante, hay que seguir atentos a la dinámica de los diagnósticos de desnutrición y continuar prestando la asistencia que sea necesaria». 

Cáritas informó, en otra publicación que hizo a través de Instagram, que en mayo detectaron 7 casos de paludismo en los estados Miranda , Zuliay Sucre, así como cuatro casos de tuberculosis en Caracas.

Distribución de consultas

La mayoría de las personas consultas son mujeres, siendo la proporción 14.770 contra los 8.960 hombres atendidos. Esto se hace más evidente a partir de la adolescencia y en la edad adulta, en que las consultas de mujeres triplican a las de los hombres. 

Asimismo, señalaron que el grupo de la tercera de edad representa un 18%, aumento que no ocurría desde 2019. «Lo cual refleja una demanda de atención incrementada en este grupo poblacional». 

Yeannaly Fermín Nov 05, 2020 | Actualizado hace 3 años
El hambre obliga a rehacer la maleta
Los últimos datos de la Encovi 2019-2020 demuestran que 96% de la población venezolana es pobre y que 79,3% no tiene cómo cubrir la canasta alimentaria
Cifras de Migración Colombia estiman que por cada venezolano que retornó a su país volverán dos

 

@yeannalyfermin

 

Jenny Bastidas salió de Venezuela con rumbo a Perú en agosto de 2018. La crisis económica la obligó a hacer una maleta, dejar su país, su madre y sus dos hijos. El objetivo era claro: trabajar muy duro para mandar dinero y que su familia pudiera alimentarse de la mejor manera posible. Sin embargo, conseguir empleo para Jenny no fue tan sencillo, no contaba con una profesión que le permitiera tener un buen ingreso.

En cuatro meses, Jenny ya había pasado por cuatro empleos (personal de limpieza, niñera, vendedora de café y repartidora de volantes) donde la explotaban y no le pagaban lo justo. Estuvo a punto de devolverse a Venezuela, pero por suerte, el dueño de un supermercado en Lima le dio trabajo como cajera y poco a poco su situación fue mejorando. Contaba con un sueldo que le permitía pagar el arriendo, los servicios, sus gastos personales y enviarle dinero a su madre. Jenny no descansaba y para tener más ingresos, en sus días libres vendía arepas, café y golosinas en las plazas. 

Jenny forma parte de los 4 millones de venezolanos que huyeron de Venezuela en busca de mejores condiciones de vida. Para el mes de noviembre de 2019, la cifra de venezolanos en Perú era de 865 mil, siendo Perú el segundo país país de acogida de migrantes venezolanos después de Colombia.

El 10 de febrero de 2020 el jefe de Jenny le dio permiso para que descansara 20 días, ella no lo pensó dos veces y de una fue a comprar pasaje para Venezuela. Los tres días de viaje se hicieron eternos, pero la ilusión y la emoción de reencontrarse con los suyos no la dejaban pensar en otra cosa que no fuera su país y su gente. Salió de Lima con una gran maleta cargada con detalles y dulces típicos para todos sus familiares. Cuando llegó al barrio El Nazareno, ubicado en la parroquia Petare,en el estado Miranda, sintió una gran alegría porque desde lejos ya podía ver que en la esquina de su casa la estaban esperando Mayra, Jesús y Eduardo. Sintió que la vida le volvió al cuerpo cuando los abrazó y que no quería irse nunca más. Confiesa que fue uno de los días más felices de su vida.

Jenny debía estar en Perú el 10 de marzo para reintegrarse a su trabajo en el supermercado. Sin embargo, Jesús, su hijo mayor, el 7 de marzo presentó un dolor abdominal muy fuerte que derivó en una apendicitis que debía ser intervenida de emergencia. Previo acuerdo con su jefe, decidió posponer su viaje para cuidar de su hijo. Diez días fueron suficientes para que Jesús se recuperara, pero el dinero que la joven tenía para retornar a Perú, por los gastos de la operación y la hiperinflación que se vive en el país los pulverizaron.

El desespero se apoderó de Jenny, ya no contaban con suficiente comida y para poder comprar el pasaje a Lima tuvo que pedir dinero prestado. El 13 de marzo la noticia del cierre de las fronteras la sorprendió, no pudo volver a Perú, desde entonces, su situación económica ha empeorado con el pasar de los días. Jenny afirma que la situación es mucho peor que a principios de 2017 cuando tuvo que salir corriendo de Venezuela para que su familia pudiera comer. 

Asegura que en cuanto reabran las fronteras se irá nuevamente a Perú a buscar trabajo. Afirma que en Venezuela no puede hacer nada porque la inflación y los bajos sueldos no ayudan a poner la comida en la mesa. 

Hambre y desempleo obligan a salir

Raúl Quijada se devolvió a Venezuela en julio de 2019. Luego de pasar seis meses en Ecuador, decidió volver e intentarlo de nuevo. Su paso por tierras ecuatorianas no fue muy agradable, sufrió mucha discriminación y xenofobia y no logró encontrar un empleo que le permitiera mantenerse y enviarle dinero a sus tres hijos. 

Cuando Raúl regresó al país, se sintió muy optimista pese a saber la situación económica que reina en Venezuela desde hace varios años. A los pocos días consiguió empleo como vigilante en un local nocturno en un centro comercial. Sus ingresos le permitían comer y satisfacer algunas necesidades, afirma que en medio de todo se sentía tranquilo. 

Según cifras de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), 96,3% de los hogares viven en pobreza de ingresos y la tendencia de deterioro de la alimentación continúa, con solo 3% de ellos escapando de la inseguridad alimentaria. Una realidad que afecta más a mujeres que a hombres.

La investigación de Encovi determinó que 79,3% de la gente no tiene cómo cubrir la canasta alimentaria y que al menos uno de cada cuatro hogares presenta inseguridad alimentaria severa y unos 639.000 niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica.

El estudio también señaló que en Venezuela existe una disminución de los trabajadores asalariados, los cuales pasaron de 62% a 46% del total de ocupación en 2014 y 2019, respectivamente. A su vez, revela un crecimiento de los trabajadores por cuenta propia al pasar de 31% a 45% del total del mercado laboral.

Ocho meses después todo cambió para Raúl de manera radical. “Nuevamente la desesperación por no tener comida me invadió y esta vez ni siquiera puedo irme a otro lugar porque no hay paso, todo está cerrado, todo está paralizado. Estoy sobreviviendo gracias a mi hermano que me envía dinero cuando puede y también a que sé reparar todo tipo de electrodomésticos”, dijo Quijada. 

Raúl Quijada asegura que cuando la pandemia termine se irá a Chile o a Argentina a probar suerte de nuevo en otras tierras.

Pandemia y hambre

La Encuesta del Hambre, un estudio realizado por el partido político Primero Justicia, con una muestra de 950 personas del municipio Libertador en Caracas demostró que 74% de los hogares manifestaron una caída en el consumo de alimentos.

73,9% de los hogares encuestados afirmó que el consumo de carne de res y pollo, disminuyó entre enero y octubre de 2020, mientras que 82,3% indicó que el ingreso le resulta insuficiente para adquirir los alimentos fundamentales a ser consumido por su grupo familiar.

Cáritas Venezuela, en su más reciente monitoreo correspondiente a los meses de abril-julio de 2020, alertó que las medidas de control para limitar la propagación de la COVID-19 en el país tuvieron un “impacto considerable” en el incremento de la desnutrición infantil. 

Según el informe la desnutrición aguda global (GAM) aumentó 73% en niños y niñas menores de cinco años en seis meses de pandemia.

El estudio arrojó que 59% de los niños evaluados por Cáritas Venezuela tenían algún grado de retraso en su crecimiento o estaban en riesgo de tenerlo y que 29% tenía un retraso del crecimiento moderado y severo.

Según cifras del informe, 57% ha incurrido en alguna forma de privación alimentaria y 27% de los hogares ha tenido que recurrir a la mendicidad, 42% a rebuscarse alimentos en la calle para poder comer y 35% ha consumido alimentos que preferiría no haber comido.

La universidad ya no es un aliciente 

Carolina Sandoval, una joven de 19 años que cursaba segundo semestre de comunicación social en la Universidad Central de Venezuela, está esperando a que reabran la frontera para irse a Bogotá. Allá la esperan su hermana mayor y su cuñado, quienes emigraron en 2018 en busca de nuevas oportunidades. 

Está dispuesta a dejar sus estudios y la vida que tiene en Caracas para trabajar, ayudar a sus padres y continuar -cuando pueda- con su carrera de periodismo. 

De acuerdo a los datos reflejados en la Encovi 2019-2020, 57% de los migrantes venezolanos eran jóvenes entre 15 y 29 años y uno de cada tres migrantes venezolanos alcanza la enseñanza universitaria. En total, 29% de migrantes mujeres partieron con su título bajo el brazo, mientras que los hombres llegan a 19%.

Según la Encovi, antes de la pandemia por covid-19, el retorno era una opción considerada apenas por 4% de los migrantes criollos.

Datos de Migración Colombia afirman que desde el cierre de las fronteras por la pandemia del coronavirus, más de 113.000 venezolanos, retornaron a su país natal por la grave situación económica que estaban pasando. 

Sin embargo, el organismo estimó el pasado 18 de septiembre que por cada venezolano que retornó volverán dos, lo que implica que si salieron 113.000 ciudadanos venezolanos durante la cuarentena, ahora regresarán más de 200 mil. 

“Hay suficientes razones para tener estimaciones de que esta población que ha salido hacia Venezuela, volverá en una proporción del 80 %”, dijo Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia. 

El sociólogo, profesor universitario y coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, Tomás Páez Bravo afirmó que aunque la frontera está cerrada por la pandemia del coronavirus, a través de las trochas siguen pasando los venezolanos porque la situación es grave. 

“En Venezuela no hay agua, no hay electricidad, no hay alimentos, no hay trabajo y en consecuencia la gente decide otra vez experimentar algún tipo de beneficio trabajando afuera para enviárselo a sus familiares que quedaron dentro”, dijo. 

El coordinador del Observatorio de la Diáspora aseguró que mientras se mantengan las actuales condiciones y no haya producción de ningún tipo y no se incremente la producción petrolera y la inversión privada, “la gente va a seguir buscando fórmulas para sobrevivir en otros países”.

CLAVES | Pandemia dispara las cifras de desnutrición infantil
La institución alertó que 59% de los niños evaluados tenían algún grado de retraso en su crecimiento o estaban en riesgo de tenerla

 

Cáritas Venezuela, en su mas reciente monitoreo correspondiente a los meses de abril-julio de 2020, alertó que las medidas de control para limitar la propagación de la COVID-19 en el país tuvieron un “impacto considerable” en el incremento de la desnutrición infantil. Según el informe realizado en Caracas, San Fernando de Apure, Guasdualito, Barinas, Ciudad Bolívar, Valencia, Puerto Cabello, Coro, Los Teques, Acarigua, Carúpano, Cumaná, San Felipe, Machiques y La Guaira, la desnutrición aguda global (GAM) aumentó 73% en niños y niñas menores de cinco años en seis meses de pandemia. Aquí claves más importantes del informe presentado por la institución:

 

Panorama

– Cáritas Venezuela realizó una comparación entre el mes previo a la llegada de la pandemia (febrero de 2020) y el último mes analizado (julio 2020) y determinó que se observó un incremento en la proporción de niños con desnutrición aguda de 73%. Este porcentaje es 5 veces más que el incremento en la emaciación infantil pronosticada en 14,8% para todo el mundo.

– En Caracas, Barinas, Machiques y Coro, el daño nutricional es muy severo. Los niños en estas parroquias enfrentan un grado de desnutrición compatibles con el umbral máximo de severidad o nivel catastrófico, según el estudio.

– El 49% de los casos de desnutrición detectados se concentró en niños menores de 2 años.

– 20% de los niños y niñas más pequeños (menores de 6 meses) se encontraron afectados por desnutrición aguda. En el grupo de 6 meses a 2 años, el porcentaje de niños identificados con desnutrición fue del 16%.

– El incremento acelerado de la inflación y la profundización en la escasez de gasolina son determinantes en el repunte de deterioro.

Desnutrición crónica

– El 59% de los niños evaluados por Cáritas Venezuela tenían algún grado de retraso en su crecimiento o estaban en riesgo de tenerla.

– 29% niños tienen un retraso del crecimiento moderado y severo. Entre estos, 11% de los niños tenían un retraso del crecimiento severo.

– 30% de los niños están en riesgo de retraso del crecimiento.

– 22% no mostró déficit para su índice talla-edad.

Hogares sin alimentos

– En el 32% de los hogares consultados por la organización, la diversidad de la dieta fue consistente con los umbrales de crisis de inseguridad alimentaria (consumo entre 2 y 3 grupos de alimentos solamente).

– El 45% de los hogares no reportan consumo de carnes, el 74% no consume productos lácteos y el 55% no consume huevos.

– En promedio, el 58% de los hogares no ha podido tener acceso a proteínas de alto valor biológico, ni a nutrientes esenciales como hierro.

– Menos del 40% de hogares reporta consumo regular de vegetales y frutas.

– 46% de los hogares reportan haber tenido que deteriorar su alimentación.

– 57% ha incurrido en alguna forma de privación alimentaria.

– 45% ha recurrido a alguna forma de destitución de su base de recursos familiares para poder comprar alimentos.

– 27% de los hogares ha tenido que recurrir a la mendicidad, 42% a rebuscarse alimentos en la calle para poder comer y 35% ha consumido alimentos que preferiría no haber comido.

– La proporción de familias que refieren haber tenido acceso a comprar los alimentos a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), se registró en 68%.

– Entre los hogares que reportaron haber podido comprar la caja de los CLAP, solo el 36% mencionó que la frecuencia de acceso a la caja fue adecuada (“siempre” la recibieron), es decir, cada mes.

Embarazadas en riesgo

– El 51% de las mujeres embarazadas atendidas vinieron a Cáritas con desnutrición aguda.

– La edad promedio de la mujer embarazada evaluada es de 24 años.

– Las mujeres en el rango de embarazo adolescente fueron el 16% de las que asistieron al programa, 44% de ellas vinieron con desnutrición aguda.

 

*Vea aquí el informe de Cáritas Venezuela 

Hambrómetro | Menos de un tercio de los niños evaluados por Cáritas consume carnes, leche y vegetales
El informe sobre los meses de enero, febrero y marzo de este año revela que la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis»

@loremelendez

DURANTE EL PRIMER TRIMESTRE DE 2019, el consumo de alimentos de los venezolanos se desplomó, mientras que la diversidad de productos que exige una dieta balanceada y saludable se ha deteriorado “masivamente». Así lo advierte el más reciente boletín de Cáritas Venezuela que recopila información sobre la alimentación de los niños menores de 5 años y sus hogares en las parroquias más pobres de 14 estados del país y que reseña Hambrómetro de Runrun.es

La proporción de hogares que consume rubros como «cereales y harinas» –que siempre se ha ubicado en el primer lugar– cayó entre enero y marzo de 2019, ya que pasó de 91% a 59 %. Lo mismo sucedió con los granos (bajó de 80% a 48 %) y tubérculos (de 63% a 39 %). 

«Sin un aumento compensatorio reportado en el consumo de otros alimentos, estos resultados para estos productos que son la base de la alimentación familiar, significan una destitución alimentaria masiva», sostiene el informe llamado «Monitoreo del estado nutricional y la seguridad alimentaria familiar», hecho por la organización a través de su Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), que estudia el fenómeno en 48 parroquias de Distrito Capital, Miranda, Vargas, Zulia, Bolívar, Carabobo, Barinas, Lara, Sucre, Trujillo, Apure, Falcón, Yaracuy y Portuguesa.

El documento afirma que rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar, pues son consumidos por menos de 30% de los hogares encuestados por Cáritas Venezuela. Esto incluye «todos los alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, calcio y proteínas de alto valor biológico», dice el boletín.

Lee más en Hambrómetro.com

Bernal vs Héctor Rodríguez, por Marianella Salazar

 

 

El estruendoso fracaso del socialismo del siglo XXI no solo se debe a la incompetencia y la corrupción, también a la gran falta de sensibilidad y de humanidad que ha condenado a todos los venezolanos a una atroz lucha por la vida comenzando por su fase más primitiva, la alimentación.

Los estragos causados por el hambre que se manifiestan en el déficit nutricional son evidentes, según la organización de la Iglesia Católica, Cáritas-Venezuela, uno de cada 8 niños muere de hambre, cerca de 300.000 niños podrían morir de hambre en los próximos meses, 80% de los niños experimenta déficit nutricional y 10% sufre una  desnutrición severa.

Hoy un bistec de carne de res es solo un recuerdo idealizado, una proteína inalcanzable que pueden adquirir los que tienen divisas extranjeras. Con la hiperinflación, que según estimaciones del FMI llegará este año a 1.000.000%, la  crisis humanitaria se agravará a corto plazo y pasaremos a una situación de pobreza extrema, que incrementará el éxodo de los venezolanos desesperados por la hambruna, que se ven forzados a emigrar.

Los directores diocesanos de Cáritas se pronunciaron a través de un comunicado, en el que  se refieren a la inocultable ruptura del orden social, y afirman que “en este momento la dignidad humana está siendo agredida e irrespetada, especialmente en aquellos que son los más vulnerables, en los que se ha acentuado la fragilidad y dependencia por el déficit nutricional, falta de medicamentos, el abuso de poder por parte del Estado y el deterioro de servicios básicos indispensables…”.

Ante la contundencia y magnitud de los hechos el gobierno, maestro en el arte del engaño, responde con la falsificación de la realidad, habla de una prosperidad virtual cuando en realidad la rimbombante “patria nueva” es solo ruina y miseria. Nuestra pródiga naturaleza es solo un recuerdo del pasado, derrotada por la ineptitud de  una revolución, que en casi veinte años no ha hecho otra cosa que arrebatarles sus tierras a los productores y ha convertido al Estado en el mayor terrateniente improductivo en la historia del país.

Obligado constitucionalmente a garantizarle al pueblo los derechos a la vida, la alimentación y la salud el gobierno, se hace el loco y desatiende los graves problemas que sufre la población; responde, como siempre, con la falsificación de los hechos cuando es el único responsable de la crisis creada en socialismo, en casi veinte años.

En un rapto de aparente sinceridad, el dirigente socialista Freddy Bernal reconoció: “Esta crisis no la provocó la cuarta república ni Carlos Andrés Pérez. La provocamos nosotros, porque tenemos 19 años en revolución”. En su mea culpa, Bernal confiesa: “Me da hasta vergüenza, hemos perdido incluso hasta la gobernabilidad».

La autocrítica del jefe nacional de los CLAP ha sido bien recibida en la opinión pública y  manifiesta el sentimiento de un sector a lo interno del partido de gobierno que debiera expresarse en el III Congreso del PSUV del fin de semana. Aunque de esos congresos no puede esperarse sino alucinaciones ideológicas.

De todas formas, contrastan los juicios de Bernal con los crueles desplantes del gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, quien despachó sin ningún rubor una sentencia infame: “Si usted no tiene para comer no es culpa de nosotros, trabaje más duro y quizás así pueda vivir como quiere; y si no le gusta el socialismo, las fronteras están abiertas para que se vaya del país”.  Es el verdadero pensamiento madurista, que prioriza sus convicciones frente a una cuestión, para ellos menor, como la alimentación y la sobrevivencia.