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Asesinatos

#MonitorDeVíctimas Secuestran y matan a una adolescente en Petare
La víctima fue identificada como Carlina Esmeralda Zambrano Díaz de 14 años de edad. Cuando salió de su casa por última vez dijo que iba para una fiesta

 

@franzambrano

 

La tarde del 24 de octubre fue la última vez que Carlina Esmeralda Zambrano Díaz, de 14 años de edad, fue vista por sus familiares.

La adolescente salió de su casa en el barrio San José de Petare, junto a unas amigas rumbo a una supuesta fiesta.

El cadáver de la menor de edad fue identificado por miembros de su familia en la morgue de Bello Monte, en Caracas, 15 días después. El cuerpo no tenía impactos de bala ni heridas de arma blanca. Sus parientes aseguran que fue estrangulada.

“No la golpearon ni la violaron, solo le cortaron el pelo como un varón”, dijo uno de los integrantes de la familia de Zambrano, quien indicó que el cuerpo de Carlina fue hallado en la carretera Petare-Guarenas.

Parientes de la víctima creen que grupos delictivos de Petare podrían haber sido responsables del asesinato. “En el barrio dicen que Carlina le informaba a la policía sobre las operaciones de los delincuentes”, sostuvo uno de ellos.

La menor de edad estudiaba segundo año de educación básica y era la mayor de tres hermanos.

Feminicidios

De acuerdo con la base de datos de Monitor de Víctimas, en el área metropolitana de Caracas se habían cometido 41 feminicidios de enero a octubre de este año.

De ese total, 16 fueron cometidos con arma de fuego, 11 ocurrieron mediante asfixia o fuerza física, 9 fueron perpetrados mediante arma blanca y 5, con objetos contundentes.

De las 41 mujeres asesinadas, 4 eran menores de edad.

#MonitorDeVíctimas | Matan a un hombre y lo lanzan desde la Cota 905 a un basurero

Al menos son tres los cadáveres que han sido lanzados este año desde la parte alta de la

Cota 905 y que van a dar a un costado de uno de los túneles de El Paraíso 

 

A la víctima la golpearon y luego le dispararon. No es la primera vez que lanzan un cadáver al vacío para que vaya a dar a las basuras ubicadas a un lado de uno de los túneles de El Paraíso 

 

@SandraGuerrero1

 

Un hombre apodado “el Zorrillo” es el quinto individuo asesinado y lanzado desde la parte alta de la Cota 905 a un basurero, ubicado a un lado de uno de los túneles de El Paraíso. 

El cadáver fue hallado a las 6:00 a.m. de hoy, jueves 19 de noviembre. Hasta ahora se desconoce su identidad.

La víctima, de piel blanca y mediana estatura, solo llevaba puesta ropa interior y medias. 

Se supo que a “el Zorrillo” lo golpearon y luego le dieron varios disparos, antes de lanzarlo al vacío.

No es el primero

A principios de este mes fueron localizados los dos primeros cadáveres que habían sido lanzados desde la Cota 905 al mencionado basurero.

En aquella ocasión se trató de los cuerpos de dos hombres, información que se conoció días después.

Van once

Un total de once personas han sido asesinadas este año en la Cota 905. Todos los crímenes fueron perpetrados en vía pública.

 

SIP denuncia intimidación y detenciones arbitrarias a periodistas venezolanos
Dos periodistas asesinados, violencia, detenciones arbitrarias y amenazas en contra de periodistas venezolanos, denunció la SIP en una conferencia virtual 

 

“Las detenciones arbitrarias y la intimidación verbal a periodistas venezolanos tienen un carácter masivo e indiscriminado. Ocurren en cualquier parte del territorio y a cualquier hora”, recoge un informe presentado en la 76 Asamblea General de la SIP que se celebra de forma virtual.

Además, el reporte destaca que “no hay dónde reclamar por esos atropellos porque los organismos oficiales están cerrados”.

El informe también alerta de que los militares y los policías “impiden la libre circulación de los periodistas”, por ello, las unidades móviles y los reporteros son secuestrados o atacados.

“Les amenazan, les roban sus teléfonos, les borran las imágenes o sonidos, los golpean y los detienen. Fueron decenas los periodistas que permanecieron secuestrados por días, sin que sus abogados o familiares reciban alguna información sobre su lugar de encierro y su condición de salud”, destaca el informe de la SIP.

Según el informe, la fuerza pública y los grupos paraestatales tiene como objetivo “crear miedo y zozobra entre los periodistas”.

“Hubo casos en que más de 20 encapuchados, portando armas largas y porras, golpearon a un periodista y lo despojaron de sus pertenencias” en este 2020, subrayan.

Dos periodistas asesinados, detenciones y amenazas

El reporte de la SIP recordó que el 21 de agosto “fueron asesinados Andrés Eloy Nieves Zacarías y Víctor Torres, de Guacamaya TV” en estado Zulia, fronterizo con Colombia, “durante un presunto operativo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES)”.

Este grupo está adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ha sido acusado de cometer ejecuciones extrajudiciales desde su fundación en 2016 y la ONU ha reclamado su disolución.

El 23 de agosto, el director de Guacamaya TV, Franklin Torres, aseguró al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) que una comisión policial “entró a la sede el canal de forma violenta y luego de los asesinatos, decomisó todos los equipos de la planta televisiva”.

El “Informe Sombra” sobre libertad de expresión, libertad de prensa y acceso a la información, publicado en julio pasado e incluido en el reporte de la SIP, también “denuncia el abuso sistemático del poder del Estado, agresiones violentas, ataques y amenazas, desinformación, falta de transparencia y censura”.

El informe de la SIP recoge una serie de amenazas y detenciones a periodistas que se produjeron en los últimos meses en Venezuela.

Entre ellas están las recibidas por el periodista Luis Gonzalo Pérez, quien, el 1 de abril, “recibió amenazas en su teléfono de seis números distintos que mencionaban a su familia y su dirección”.

Charito Roja, que trabaja en Unión Radio, recibió amenazas en sus redes sociales luego de ser mencionada por el considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, en su programa “Con el mazo dando”, en el que suele amenazar e insultar a periodistas.

Otro periodista, Darvinson Rojas, fue detenido durante 12 días entre marzo y abril por informar sobre la pandemia y no revelar su fuente de las estadísticas de los casos de COVID-19. Posteriormente, fue liberado con medidas cautelares.

El informe de la SIP recuerda que, el 7 de abril, la periodista Mayerlin Villanueva y el fotógrafo Luis Cobaría, del diario La Prensa del estado Tachira, fueron detenidos durante cuatro horas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) “cuando intentaban acceder al cuerpo de bomberos” en la localidad fronteriza de San Antonio.

El 15 de abril, el periodista Arnaldo Sumoza fue detenido en el céntrico estado Guárico cuando grababa una protesta por falta de agua. El 6 de mayo, tras cinco meses y 16 días detenida en la sede de la DGCIM, fue excarcelada Ana Belén Tovar, gerente de Venmedios.

En junio, el director de la emisora Tremenda105.7, Eduard Rojas, fue detenido sin orden judicial en Mérida, sacado de su casa por una comisión de la GNB y liberado tres días después.

También en junio, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo a los periodistas Mimi Arriaga, coordinadora del portal 800Noticias, y a Marco Antoima por “el supuesto manejo de cuentas anónimas en redes sociales”.

El último caso documentado es el del Correo del Caroní, un periódico regional del amazónico estado Bolívar, cuyo director, David Natera, fue arrestado durante horas el pasado 12 de octubre y su casa allanada.

 

*Con información de EFE

#MonitorDeVíctimas | Aumento de femicidios en Caracas deja huellas en huérfanos y familias

Katherine Pennacchio y Gabriela Henríquez / @KathyPennacchio y @GCHenriquez1 

 

La mañana del 7 de mayo de 2018, como todos los días, Maribel del Carmen Cornieles Carrillo llegó temprano a la farmacia San Roque, en el sector Longaray en la parroquia caraqueña El Valle, a buscar las verduras y hortalizas que vendía en un puesto informal en la calle. Su cuñado, Fernando Sayago le permitía guardar la mercancía en ese establecimiento.

Pero ese día a los pocos minutos de haber entrado a la droguería, apareció en el lugar Leidys Giovanny Gil Muñoz, de 44 años de edad, quien tras sostener una discusión con Cornieles Carrillo, le disparó en la cabeza y luego se quitó la vida. 

Gil, había sido pareja de Maribel Cornieles por escasos tres meses. La víctima tenía 37 años de edad y era madre de dos hijos, de 13 y 9 años.

 

 

Este fue uno de los seis femicidios que ocurrieron en la parroquia El Valle entre 2017 y 2019 y uno de los 46 acaecidos en los cinco municipios de la Gran Caracas y el estado Miranda, en el mismo periodo: Municipio Libertador, Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre. 

“Femicidio es definido como “la muerte violenta de mujeres, por el hecho de ser tales” o “asesinato de mujeres por razones asociadas a su género”. Así, “el femicidio surge a partir de la insuficiencia de repercusión que tendría el femicidio para dar cuenta tanto de la misoginia presente en esos crímenes y la responsabilidad estatal al favorecer la impunidad de éstos”, explica en su sitio web el colectivo feminista latinoamericano, Cotidiano Mujer. Agrega además que ambos términos tienen un elemento en común: la impunidad. 

Las cifras obtenidas de Monitor de Víctimas en los últimos tres años indican que los femicidios han aumentado en 46%, mientras que los homicidios a mujeres en la capital del país han disminuido en 27%. Se totalizan 207 homicidios a mujeres, de los cuales 46 son femicidios, es decir, representan un 22%. 

Magdymar León, psicóloga clínica y coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), explica que la violencia contra la mujer ha aumentado, por un lado, por razones vinculadas a la crisis humanitaria en el sentido de que las mujeres están cada vez más vulnerables económicamente frente a los hombres, pero también por razones culturales. 

Argumenta que en el caso de que un grupo familiar tenga dificultades de transporte y los ingresos que obtiene son muy pocos, las mujeres suelen tomar la decisión de quedarse en casa ya que se mantiene la visión de que el hombre es el que sale a trabajar. Esto, explica León, hace más vulnerable económicamente a la mujer frente a su pareja y además restringe un poco los vínculos sociales y amistades, por lo que aísla más a la mujer y se va generando una brecha de género. 

“En otras condiciones, ambos saldrían a trabajar o incluso la mujer, estando en casa, tenía mayor acceso a trabajos informales que le generaban algún tipo de ingreso económico. Esto con la crisis ya no es posible”, dijo la coordinadora de Avesa.

Patrones de asesinatos a las mujeres

Los datos de Monitor de Víctimas también reflejan que la mayoría de los casos de femicidios son perpetrados por conocidos, como fue el caso de Maribel Cornieles. 

De los 46 casos, entre 2017 y 2019, sólo siete fueron a manos de desconocidos. El 80%, 37 de los femicidios en Caracas ocurrieron a manos de cónyuges, familiares o amigos. 

 

Para la coordinadora de Avesa, los patrones que surgen de los datos de Monitor de Víctimas concuerdan con la explicación de las diferencias económicas entre los géneros y las creencias culturales. “Ante este control del hombre sobre la mujer, se van generando situaciones de violencia que pueden llegar a esta máxima expresión que es el femicidio”, comentó. 

Añade que, al analizar los casos de femicidios, se observa que son el resultado de una serie de agresiones, que en algunos casos no fueron denunciadas, en otros sí lo fueron, pero no se les prestó la debida atención, casos en los que la mujer no recibió apoyo y el contexto la criminalizó, por lo que terminó a merced del agresor. 

Las estadísticas de Monitor de Víctimas también arrojan que 30 de los 46 femicidios sucedieron dentro de las viviendas de las víctimas; y 17 de los 46 femicidios reportados en Caracas fueron perpetrados con armas de fuego, cortas mientras que 12 de estos 46 casos fueron perpetrados con armas blancas. 

 

Femicidios

 

En referencia al tipo de armas utilizadas en los femicidios, León explica que el hecho de que las armas de fuego encabecen la lista da cuenta de la existencia del poco control en el uso de las armas, así como la facilidad que puede tener una persona para acceder a una. “Esto también nos va mostrando que tenemos un gran número de personas armadas en el país y en las comunidades”, agregó. 

“El uso de armas blancas en los femicidios suelen ser utensilios de hogar, lo que evidencia que son delitos que ocurren en el propio hogar y comunidad. Es lamentable que en tu propio hogar es en donde incluso puedes correr más riesgos”, dijo. 

Luis Izquiel, Investigador sobre crimen organizado y profesor de Criminología de la Universidad Central de Venezuela explica que existen diversas estimaciones sobre el número de armas en manos de la población venezolana. 

La última realizada por el Observatorio Venezolano de violencia indica que podrían existir en el país 3 millones 500 mil armas de fuego (…) Adicionalmente, la última versión oficial sobre el porte de armas emitida por la Dirección Antiextorsión y Secuestro (D.A.E.S), el organismo encargado de dar los permisos, señaló que  había un poco más de 20 mil portes de armas. Si contrastamos estas cifras, prácticamente el 99% de las armas están ilegales”, aseguró Izquiel. 

 

El profesor de Criminología añade que el en Venezuela no existe la compra libre de armas y solo el Estado las transporta y suministra a través de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Sin embargo, argumenta en la realidad hay muchas armas en circulación en el país que provienen de la posesión de ellas, anterior a la prohibición; del extravío de armas de los cuerpos de seguridad, incluyendo los cuerpos castrenses; y del contrabando a través de la frontera. 

Huérfanos por la violencia 

Luisaelena Echarry Rojas tenía 36 años cuando fue asesinada por su esposo, el 18 de enero de 2018, con quien estaba llevando a cabo un proceso de separación. 36 puñaladas con un cuchillo de cocina acabaron con su vida. 

Con su muerte, tres hijos menores de edad quedaron huérfanos. Dos de ellos de su primer matrimonio y, el más pequeño, de cinco años en ese momento, del segundo matrimonio con el hombre que la asesinó. 

El más pequeño de los hijos de Luisaelena, ahora con ocho años de edad, se encuentra bajo la custodia de su abuela. Maira, hermana de la víctima, asegura que el asesinato de Luisaelena fue muy duro para el niño, quien acudió a un psicólogo para entender qué había pasado con sus dos padres. 

Los familiares de Echarry piden justicia y, aunque aseguran que un proceso judicial no va a devolverles a Luisaelena, van a conseguir paz. 

Los datos de Monitor de Víctimas registran que entre 2017 y 2019 se han quedado huérfanos 151 niñas, niños y adolescentes. De esa cifra, 48 son a causa de femicidios, lo cual representa 31,7% de los casos. 

Femicidios

 

Para Abel Saraiba, psicólogo y psicoanalista, coordinador del Programa Creciendo Sin Violencia de Cecodap, la muerte de la madre de un niño es una experiencia que puede ser catalogada como traumática, incluso desestructural para un niño, teniendo presente que la sociedad venezolana es matricentrada. “Es decir, es una sociedad en donde la madre ocupa un lugar fundamental dentro de la crianza, en la gestión de los afectos y en un conjunto de procesos vitales para un niño y, en consecuencia, el hecho de que ella sea asesinada genera un efecto de orfandad muy grande”, explicó. 

Asimismo, para el psicólogo e investigador de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin), Francisco Sánchez, el asesinato de una madre tiene tres tipos de repercusiones en un niño. La primera de ellas es la emocional o psicológica ya que se trata de una experiencia en la que los niños se sienten desprotegidos porque ya no está su cuidadora y se quedan en manos de un familiar.

“Más aún si el asesinato lo cometió el padre o el cónyuge de la mamá. Eso somete a los niños a una experiencia de mucha ambivalencia y ambigüedad que va a perdurar”, dijo Sánchez. En segundo lugar, está la repercusión a nivel familiar ya que esto genera mucho estrés y angustia. Señala además que tener que contarle al niño lo sucedido y contener la situación perfila el desamparo en el que se encuentra la población porque estos niños y estas familias no encuentran unas vías institucionales con las que poder trabajar este sufrimiento. 

En tercer lugar, la afectación de un menor de edad se presenta a nivel escolar como fallas a nivel académico, problemas de conducta y emocionales, propios de la experiencia que están viviendo. 

El niño puede tener un aislamiento profundo, problemas de conducta, convertirse en oposicionista o rebelde, problemas de agresividad, cambios en el rendimiento escolar, falta de atención o incluso dejar de hacer las cosas que antes le gustaban; por ejemplo, si antes iba con su mamá al fútbol, puede que le deje de gustar porque es un recordatorio constante de lo que fue su experiencia”, explicó Sánchez. 

En opinión de ambos psicólogos es fundamental buscar ayuda para poder conseguir y brindar apoyo emocional  al niño, y así procesar la experiencia de dolor. Indican que este apoyo puede ser terapéutico, psicológico, de un trabajador social, o incluso de una comunidad religiosa a la que se pertenezca. 

Asimismo, señalan que el proceso para superar la muerte puede estar entre seis meses, pudiéndose extender hasta los dos, o incluso hasta los 15 años; todo dependerá de los recursos con los que cuente el niño para sobrellevar el duelo. 

El Valle en números rojos 

En los últimos tres años los índices de violencia contra la mujer en la Parroquia El Valle han estado en números rojos. De la totalidad de 46 femicidios, seis han sido en la zona, lo cual representa 13% de los casos. Esto es un alto número en comparación con otras parroquias que tienen entre cuatro y cero casos.

Las otras parroquias con más asesinatos de mujeres son Macarao, Sucre y El Hatillo, con tres casos cada una. 

Adriana Desiret Rivero Ozorio, Maribel del Carmen Cornieles Carrillo, Yesenia Carolina Franklin Chaparro, Andrea Yulimar Quintero Santiago, Sheila Yarivette Silva Jiménez y Melissa Arcila Ruiz  fueron las víctimas en El Valle. 

 

En El Valle, el hogar de estas mujeres, predominan edificios residenciales que bordean la avenida principal y grandes barrios populares hacia las zonas más elevadas. En esta parroquia viven 155 mil personas, según el Ministerio para Relaciones Interiores Justicia y Paz. En El Valle también están las principales entradas del complejo militar Fuerte Tiuna, cuenta con la línea 3 del metro de Caracas y el principal terminal de transporte de la ciudad. Sin embargo, esto no proporciona seguridad. 

Jacqueline Gómez, líder comunal del sector San Andrés en El Valle, explica que ha sentido en los últimos años un aumento de la violencia en la zona. “En mi sector no se escuchan muchos casos de violencia de género, se oye más hacia Los Jardines y Longaray. Pero no hay respeto para nadie. No importa su condición, si es mujer o adulto mayor”, dijo Gómez. 

Por su parte, Maribel Escalante, líder comunal del sector Longaray en la parroquia explica que “se ven muchos robos en las estaciones del metro y en las camioneticas. Hay poca presencia policial en la parroquia. Las mayores afectadas son mujeres”.

Escalante no considera que en su sector sea un lugar foco de femicidios. No obstante, en la misma zona donde vive, en los últimos años han ocurrido varios casos que han impactado a la comunidad. Un caso muy sonado ocurrió la noche del domingo 22 de octubre de 2017. Sheila Yarivette Silva Jiménez, de 38 años de edad, fue lanzada desde el piso 11 por su pareja de un urbanismo de Misión Vivienda.

Silva era empleada de la Alcaldía de Libertador, coordinaba el programa Madres de la Patria en la zona y ayudaba a agilizar los carnets de la Patria que el gobierno de Nicolás Maduro implementó desde mediados 2017. Allegados señalaron que, debido a su posición, tenía buena relación con el alcalde Jorge Rodríguez.

 

 

Según reportara Runrun.es en su momento, de acuerdo con testigos, Silva Jiménez había sostenido una fuerte discusión con su novio, identificado como Ángel José Mosqueda, de 28 años de edad, el sábado 21 de octubre de 2017. Él se había marchado de la casa a raíz del conflicto, pero en horas de la noche del domingo, regresó para cometer el asesinato. Intentó fugarse pero los vecinos lo impidieron. 

Días después de lo ocurrido, movimientos feministas se concentraron en la sede del Consejo Municipal cercano al Palacio Legislativo para repudiar el asesinato de Silva Jiménez, y el aumento de femicidios en la capital, y a su vez exigir celeridad en las investigaciones que den con las penas de estos individuos.

 

 

Casos sin resolver y poca impartición de justicia 

El pasado lunes 20 de mayo de 2019 Melissa Sidney Arcila Ruiz dejó a sus hijos en el transporte escolar y regresó a su apartamento en el edificio Unep de Los Jardines de El Valle. En la entrada fue sorprendida por su exnovio, José Gregorio Pérez, quien la sometió y apuñaló con una tijera.

Sus familiares aseguran que Arcila Ruiz había acudido con anterioridad a la Fiscalía y al Cicpc para reportar que el hombre la había golpeado. Sin embargo, las autoridades no actuaron. 

Katherine Andreína González León fue asesinada por su cónyuge, con quien compartía diez años de relación y tres hijos. Tenía 24 años de edad. En el pasado Katherine había hecho tres denuncias ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y el Ministerio Público, por comportamientos agresivos y abusivos en su contra, pero esta instancia no le dio respuestas oportunas. 

Diosanel Gómez, prima de Katherine, cuenta que el día de las madres del año 2017, luego de cuatro meses de acoso y amenazas a través de la red social Instagram, el cónyuge de Katherine le envió un mensaje indicándole que debía acercarse a casa de su madre porque sino mataría a sus tres hijos, a su familia y a ella. Luego de una discusión y de un forcejeo en el carro de su esposo, éste le disparó cinco veces a Katherine, intentó dispararle al padre de ella, y luego acabó con su vida. 

A pesar de las numerosas denuncias en contra de su cónyuge ante la Fiscalía, no se obtuvo ninguna respuesta. “De hecho, una vez la tuvo secuestrada y Katherine logró escaparse. Ese mismo día ella lo denunció ante la fiscalía y él montó una denuncia en contra de ella, por abandono de hogar”, dijo Gómez. 

Aunque el Cicpc tiene un programa de prevención social destinado a la disminución de los homicidios a mujeres y que su director Douglas Rico publica constantemente en sus redes sociales los logros en la materia, son pocos los casos que en realidad llegan a resolverse. Gran parte de los que son reseñados como satisfactorios es porque los agresores se quedaron en la escena del crimen o intentaron suicidarse pero no por una acción propia de investigación de los funcionarios.

 

La organización no gubernamental Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) afirma que todas las mujeres víctimas de violencia merecen justicia y que la opacidad en la información y ausencia de datos oficiales dejan a cientos de mujeres víctimas de delitos sin la opción de lograr el cumplimiento de la ley. Ponen como ejemplo el caso de Angela Aguirre, joven asesinada el 23 de marzo de 2019 en el río Caroní, en Guayana, donde la familia ha denunciado que mediante sobornos el caso se estaba enfriando.

Esta debilidad en la impartición de justicia, según expertos, pone aún en más riesgo a las mujeres. “La mujer está siendo victimizada no sólo por la situación país que afecta a todos por igual, sino también por la falta de justicia”, dijo la psicóloga Magaly Huggins, psicóloga y experta en género y violencia. 

Asimismo, Madgymar León explica que a medida que las inequidades de género se van profundizando, hay más probabilidades de que ocurran situaciones de violencia contra la mujer. 

“Cada vez hay una visión más desvalorizada hacia la mujer y a esto se le suma toda la impunidad en torno a la violencia contra la mujer. Te puedo decir que en el informe de Mujeres al Límite de 2017, en el que participó Avesa, vemos una altísima tasa de impunidad en los casos de impunidad. Menos del 1% llega a juicio”, aseguró León. 

Explicó también que este porcentaje indica que ante la denuncia, las mujeres no están obteniendo la debida respuesta de protección y de acceso a la justicia, por lo que los delitos quedan impunes y tienden a repetirse; y, por ende, va aumentando su frecuencia e intensidad. 

“Todos esos elementos están ahí generando una mayor vulnerabilidad en las mujeres venezolanas a la violencia y esto explica el mayor número de femicidios. Por eso vemos como mes a mes el número de femicidios reportados en la prensa va aumentando significativamente”, sentenció la coordinadora de Avesa. 

La experta en estudios de la mujer agregó que ante la situación de crisis en el país hay otros casos de mujeres que quedan vulnerables a situaciones de extorsión sexual o sexo por supervivencia. “Esto lo vemos con frecuencia en muchos mercados populares, en donde lamentablemente cada vez hay más casos de mujeres, adolescentes y niñas que mantienen algún tipo de contacto sexual con hombres que ahí laboran”, aseguró. 

 

Concluye que todos estos elementos generan un conjunto de situaciones en donde las inequidades de género se van profundizando y, ante relaciones de género inequitativas, existen más probabilidades de que ocurran situaciones de violencia contra la mujer, lo cual explica el aumento en el número de femicidios. 

Venezuela se enfrenta a una falta de estadísticas oficiales sobre los femicidios. La última data oficial publicada corresponde al 2015, cuando el Ministerio Público confirmó 121 femicidios consumados en todo el país. Luego de eso, en agosto de 2019, el fiscal general Tarek William Saab indicó en una declaración que el Ministerio Público había registrado 554 causas de femicidios en los últimos dos años.

Es por esta razón que los casos de de femicidios en Venezuela son registrados por organizaciones no gubernamentales o proyectos como Monitor de Víctimas, que recoge las estadísticas de Caracas y Miranda. 

A continuación presentamos a las víctimas restantes, entre 2017 y 2019, en el área metropolitana de Caracas.

Policía política del chavismo asesinó a más de 5000 venezolanos en 2019
Los funcionarios de la policía política del chavismo se aprovechan del «poder» para emprender ejecuciones extrajudiciales

El régimen de Nicolás Maduro cerró el 2019 con más de 5.000 personas asesinadas por fuerzas militares del chavismo, mientras que el país se mantiene como uno de los más violentos del mundo, destaca Panampost.

Una investigación del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reveló que se registraron al menos 16.506 muertes violentas en 2019, con una tasa de homicidios de 60,3 por cada 100 000 habitantes, duplicando en violencia a países como Colombia o México con una tasa de 25 y 29 homicidios, respectivamente.

Epidemia de violencia policial

Durante la presentación del informe anual, Carlos Meléndez, uno de los directores de la ONG, señaló que en Venezuela existe una especie de «epidemia de violencia policial» donde funcionarios del régimen se aprovechan de su «poder» para emprender ejecuciones extrajudiciales bajo la falsa excusa de «resistencia a la autoridad».

El informe señala que se llevaron a cabo 5.286 muertes en manos de funcionarios policiales por el uso excesivo de la fuerza. De hecho, luego de que Michelle Bachelet presentara en julio su primer informe sobre la situación en Venezuela y denunciara las ejecuciones extrajudiciales, en el país fueron asesinadas 2.698 por la acción policial letal.

 

De acuerdo con el OVV, en su mayoría estos homicidios fueron cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado, entre ellos las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), comando especial de la chavista Policía Nacional Bolivariana. El OVV realiza este informe con base en los registros obtenidos por un observatorio de prensa, encuestas de muestreo y «cifras agregadas extraoficiales» que, aseguran han sido «levantadas por el Ministerio de Interior».

Rito de iniciación

Las FAES, mejor conocidas como la policía política de Maduro, estarían implementando una especie de «rito de iniciación» para sus nuevos miembros. Se denuncia que quienes se convierten en sus funcionarios «deben ubicar una víctima y matarla» para iniciar sus carreras. Este es uno de los cuerpos de seguridad del Estado denunciado por su presunta vinculación con asesinatos selectivos, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas.

Roberto Briceño-León, director del OVV, dijo a BBC Mundo que «El procedimiento suele ser el mismo. Llegan encapuchados y sin identificación, lo que viola todas las leyes venezolanas, y mientras unos cortan la calle y alejan a los familiares, otros matan al ciudadano, casi siempre en el interior de su vivienda».

Además, ha informado que «hay pocos casos de funcionarios policiales condenados en Venezuela, pero con la FAES la impunidad es total». Denunció que funcionarios del Ministerio Público admiten confidencialmente que las investigaciones que afectan a la polémica fuerza policial son sistemáticamente bloqueadas.

A pesar de las denuncias a nivel nacional e internacional, el pasado 20 de diciembre el mismo Maduro llamó a «expandir el FAES» para que trabaje de la mano con los consejos comunales y las comunas, organizaciones de origen cubano implementadas por el chavismo.

Más de 200 venezolanos fueron asesinados en Colombia entre enero y julio

EL INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL EN COLOMBIA reveló que 233 venezolanos han muerto en durante el primer semestre del año en diferentes hechos violentos. 

El estudio indica que, entre enero y julio, se registraron 252 homicidios cuyas víctimas eran extranjeras. De esta cifra 233 son de nacionalidad venezolana, 206 hombres y 27 mujeres.

“En este momento muchos de ellos -venezolanos- están siendo utilizados para hurtos, cuidado de zonas de expendio de sustancias psicoactivas, cobrar vacunas”, aseguró Johan Avendaño, experto en seguridad ciudadana.

De acuerdo con el informe, 1.754 venezolanos fueron objeto de violencia interpersonal, Bogotá fue el escenario del mayor número de casos con 629 seguido de Antioquia con 124.

En lo que va de 2019, muere un ciudadano venezolano a diario en Colombia 

Otra cifra que preocupa es la que tiene que ver con la violencia sexual. Medicina legal reportó que entre enero y julio 403 mujeres fueron víctimas de este delito, mientras que la cifra de hombres ascendió a 77.

“En el proceso de desplazamiento hay condiciones de hacinamiento altos y eso implica que las mujeres se conviertan en las mayores víctimas potenciales de sufrir violencia de género”, dijo Avendaño.

Además, la entidad reveló que en el primer semestre del año 18 ciudadanos venezolanos se suicidaron.

Cuatro mujeres warao asesinadas en menos de un año esperan justicia en Delta Amacuro

CUATRO MUJERES PERTENECIENTES al pueblo indígena warao fueron asesinadas entre junio de 2018 y junio de 2019, los casos permanecen bajo investigaciones sin decisiones conclusivas por parte de la justicia venezolana.

El doble crimen cometido por efectivos de la GNB en la comunidad de Mariusa, donde perdieron la vida una niña indígena de seis años, Belkis Mendoza 23 años y el bebé de 6 meses que llevaba en su vientre continúa en fase de investigación por la Fiscalía 7ma del estado Delta Amacuro y la Fiscalía 85 con competencia nacional, a cargo de Simón Adrian Ruiz del Ministerio Publico.

Por el caso está privado de libertad el sargento segundo de la Guardia Nacional (GN) David Alfonzo Flores de 21 años, imputado por los disparos efectuados a la embarcación.  

El hecho ocurrió el 29 de abril del presente año, esa tarde, un grupo de 20 waraos, regresaba hasta su comunidad en una embarcación de procedencia trinitaria, luego de haber recolectado agua dulce,  cuando fueron atacados por una comisión militar que patrullaba la zona.

El caso de la joven estudiante del bachillerato que recibía en vida el nombre de Marlín Bolívar de 14 años de edad, es el más reciente, ocurrió el 31 de mayo. La adolescente apareció sin vida en la vivienda donde vivía, del sector conocido como Paloma, parroquia Antonio José de Sucre, municipio Tucupita.

La víctima era de procedencia warao, de la comunidad de Tórtola, municipio Casacoima. Su cuerpo apareció maniatado  y amordazado con su sabana; se conoció que por el hecho fue detenido un hombre que luego fue liberado.

De manera extraoficial transcendió que la de la estudiante, una docente jubilada,  fue detenida y es la primera sospechosa del crimen.

De igual forma, el 18 de junio de 2018, apareció el cuerpo sin vida de la joven indígena Yoselin del Valle Martínez, estudiante universitaria de la comunidad warao del Moriche, municipio Tucupita. El hallazgo fue realizado por los cuerpos de investigadores en la orilla del caño Manamo, lugar donde fue tirado el cuerpo con signos de violencia, golpes, violación y sañas en el cadáver.

Cuatro casos, cuatro féminas waraos asesinadas en el transcurso de 12 meses. Todos continúan impunes.

 

Con información de Kapé Kapé

La FAES mató a 120 personas en Lara en el primer semestre de 2019

La Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional acabó con la vida de 120 personas en el estado Lara en el primer semestre de 2019. En promedio este cuerpo de seguridad mató dos personas cada tres días en un lapso de 182 días, según registra la ONG Provea.

La FAES operó en ocho de los nueves municipios de la región, siendo el principal Iribarren (Barquisimeto), donde asesinaron 90 personas; seguido de Palavecino con 11 víctimas; Torres con seis personas asesinadas; Simón Planas con cuatro; Morán y Jiménez con tres cada uno; en Crespo fueron dos y en Urdaneta uno. El único municipio que no fue tocado por este grupo fue Andrés Eloy Blanco. El total de personas muertas en los municipios foráneos fue 30.
De las 120 víctimas, una era mujer, un adulto mayor, dos adolescentes. 73 personas tenían una edad promedio entre 18 y 30 años. El registro incluye 31 víctimas que tenían más de 30 años y 13 personas de las que no se pudo conocer la edad.

Las 120 víctimas de las FAES son el registro más alto en la historia larense de supuestos casos de “resistencias a la autoridad”.

Durante el mismo período de seis meses, se reportó la muerte por presuntos enfrentamientos de otras 36 personas a manos de diversos cuerpos de seguridad de la región, que sumados a los 120 casos de la FAES son 156 homicidios cometidos por la fuerza pública. Adicionalmente ocurrieron 120 homicidios cometidos por civiles. Esto significa que los cuerpos de seguridad son responsables de más de 50% de los homicidios ocurridos en Lara en los primeros seis meses de 2019.

Las FAES llegaron al estado Lara a mediados en agosto de 2018, y en esos cuatro meses y medio mataron a 97 personas. En lo que va de 2019 han sumado las otras 120 víctimas para un total de 217 personas asesinadas por este cuerpo policial que viste de negro, cubre sus rostros con capuchas y porta armas largas, consideradas armas de guerra.

Este grupo además utiliza armas calibre 9 milímetros, de uso oficial y repite el patrón, ya identifica en la Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP), de dos disparos en el pecho de las víctimas.

Tomando en cuenta las cifras de Monitor de Víctimas, que registra que en 2018 la FAES fue responsable de 256 homicidios en el Área Metropolitana de Caracas, en 10 meses y medio en el estado Lara la cifra muy similar, pues en menos de un año la FAES cometió 217 ejecuciones judiciales, o lo que ellos llaman resistencia a la autoridad, en una sola región. La diferencia es de 39 víctimas.

Por esta razón, Lara podría ser considerado uno de los estados en donde el FAES actúa con mayor letalidad en Venezuela.

Paradas por Bachelet

Según las cifras recabadas en esta región, en el mes de enero fueron asesinadas 27 personas, la misma cantidad para febrero, y en marzo fueron 16. Hubo una parada por parte de este grupo armado en su accionar una vez que la comisión técnica de derechos humanos de la ONU pisó suelo larense.

En el mes de abril, cuando hubo un primer pronunciamiento por parte de la alta comisionada Michelle Bachelet, este grupo continuaba operando bajo perfil. Sin embargo, en abril mataron a 13 personas, y en mayo aumentaron la letalidad nuevamente al repuntar con 24 casos.

Con la llegada de Bachelet a Venezuela, en junio, las FAES disminuyeron sus acciones en Lara, dejando 13 procedimientos con igual cantidad de muertos.

Es de resaltar que la Alta Comisionada de la ONU en su informe hace alusión a la letalidad del FAES y pide disolverlas. Bachelet pudo tener acceso a víctimas de este grupo armado, incluyendo casos del estado Lara. La muerte de unos hermanos y su vecino en El Tocuyo, municipio Morán; la de un deportista y su vecino en Carora, municipio Torres, fueron al menos dos de los casos escuchados por la funcionaria de Naciones Unidas.

Mandados por la Gobernación

Además de las ejecuciones extrajudiciales que han cometido las FAES, en la región también se han realizado detenciones y acciones netamente políticas, las cuales son comandadas por Kleyder Ferreiro, secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, denuncia la ONG Provea.

Entre los eventos registrados está la incautación de un sonido para una concentración de la oposición, además de la detención de su chofer, las constantes alcabalas en la urbanización Sucre de Barquisimeto, así como el asedio a sus residentes a quienes les han violentado sus hogares, la detención de personas, las arremetidas en manifestaciones incluyendo las del 30 de abril cuando una funcionaria de las FAES disparó a quemarropa perdigones en sus brazos a Julio Colmenárez, reportero gráfico del diario El Informador.

 

Ese mismo día del ocurrió la detención del estudiante de comunicación social Oscar Sayago, a quien golpearon y le dispararon perdigones en su espalda y glúteos. Provea denuncia que el monitoreo en concentraciones y reuniones de la oposición, son algunas de las acciones que este grupo armado realiza en toda la región.

Las acciones de las FAES en la región larense han sido catalogadas como letales. Algunas denuncias por parte de los familiares se han hecho ante la Fiscalía 21 con competencia en Derechos Fundamentales del Ministerio Público pero no pasan del simple recibimiento de la denuncia. No existe una investigación posterior.

“Desde la Gobernación del estado Lara y de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana aplauden y justifican el accionar de las FAES, y es que Kleyder Ferreiro quien es el responsable de la seguridad en la región, ha comandado mucho de los procedimientos de las FAES en Lara y también se ha visto vestido de negro y encapuchado en algunos procedimientos”, afirma Provea.

En respuesta a estos señalamientos y al incremento en los casos registrados como resistencia a la autoridad, el funcionario aseguró: “Se está haciendo el trabajo lo que pasa que los años anteriores excepto finales de 2017 y 2018 los nueve años anteriores no hubo un combate al delito cuerpo a cuerpo en las zonas donde se registraban incidencia delictiva”.

El director de Seguridad Ciudadana de Lara también ha señalado que las FAES se meten en “el territorio de los lobos”, negó algún abuso policial y dijo que las denuncias surgen porque incluso los delincuentes tienen quienes los defiendan. “Lamentablemente, señora madre, señora esposa, señor hermano, aconseje a su familiar delincuente a que primero deje de ejecutar acciones delictivas; segundo, si está solicitado que se entregue, se ponga a derecho; y tercero que si le llega la policía sea inteligente, se entregue. Después no salgan diciendo ‘mi hijo era deportista, iba al triatlón de las Américas’”.