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Caracas, desde el puño y letra de sus protagonistas
Caracas arriba a 453 años de fundada, en medio de una pandemia que permite a quienes la habitan y recorren sus calles, experimentar una suerte de re-descubrimiento de la denominada selva de concreto
Locales y foráneos de todas las profesiones y carreras quienes han hecho de ella su casa, le dedican unas palabras y la recuerdan desde una óptica muy personal e intima en este aniversario lleno de nostalgia y en cuarentena

@ldmiquilena

Composición gráfica @gatobotz

 

Caracas está de fiesta, pero sin poder celebrar con mucha pompa. La mayoría de sus habitantes se encuentran bajo resguardo, producto de la pandemia de coronavirus que ha hecho de la cuarentena, un nuevo estilo de vida. En sus autopistas, avenidas y calles ya no se observa al trafico caótico que una vez marcó la agenda de los caraqueños.

Ahora se puede ver unas cuantas motocicletas atravesando la ciudad, llevando y trayendo todo lo que se necesite, en una reinvención que demuestra justamente su mejor cualidad, la de renacer, resurgir, cambiar y moldearse a los tiempos modernos, sin perder su magia, su encanto y tormento. Una ciudad que ha sobrevivido por 453 años y trascenderá incluso a quienes hoy la gobiernan con desprecio.

En Runrun.es quisimos hacerle un homenaje desde la visión de algunos de sus  protagonistas y  testigos que se enfrentan a ella a diario, la cuidan, la disfrutan y han echado raíces . 

 

Nelson Bocaranda Sardi

Mi Caracas es el Ávila, la montaña, el Hotel Humboldt y la cafetería del Centro Médico de San Bernardino. El cerro por su verde majestuosidad, sus caminos para las excursiones y los chorros de agua y pozos donde nos bañábamos. El Humboldt por su pista de hielo donde todos los miércoles subíamos a patinar con los compañeros de La Salle de La Colina en el flamante teleférico al que llegábamos a pie desde el colegio. Ese camino fue luego la Cota Mil. La fuente de soda del Centro Médico, primer drive-in de la ciudad, con sus merengadas, el Hot Fudge, el Banana Split y el Club Sandwich. Eran los novedosos sabores de una ciudad que fue punto focal de la modernidad, la actualidad, los espectáculos y lugar de visita de maestros de la cultura mundial. La Universidad Central con su Aula Magna y sus obras de arte. Desde arquitectos hasta sabios. Desde escritores hasta artistas de Nueva York, Londres y Paris. Maiquetía fue Aeropuerto del Concorde al mismo tiempo que Paris, NY, Washington y Rio de Janeiro. Pujante y siempre en desarrollo. Comentario obligado en la gran prensa global. Ese es el país que recuerdo, añoro y tengo presente. Estos 20 años de atraso me impulsan a mantenerla asi: viva, alegre y pujante.

Michael Zerpa

Para mi Caracas es una ciudad mutante que a cada momento cambia de piel. Con tantos contrastes que a veces nos cuesta agarrarle el ritmo. Un patio de juegos gigante con tantas ofertas como amenazas en cada esquina. Esta (la portada de esta nota) es mi versión del sector El Silencio, Caracas. Un sitio que siempre ha estado presente en cotidianidad pero que a la vez se suele sentir muy hostil. En la realidad paralela de mi trabajo de #Ccs_surreal somos los ciudadanos los que tomamos el control y recomponemos la ciudad, como si estuviésemos jugando con bloques de legos.

Elías Pino Iturrieta

La ciudad de las promesas. La urbe ha resistido todos los embates, los del pasado y los de la actualidad. Renació de los terremotos y las pestes, de las guerras civiles, de la invasión de chafarotes que pretendieron domeñarla, de la recurrencia de las algaradas. Señalada por el Himno Nacional como paradigma, ganó el lugar de vanguardia y se mantiene allí sin variaciones. Su tejido es resistente, sus hijos y sus vecinos le han labrado una coraza capaz de superar el desafío de los tiempos y la osadía de los villanos. Una maña para la sobrevivencia y para la superación de los obstáculo en la cual se encuentra la clave de su ubicación en la médula de la escena nacional. No hay manera de conquistar a la urbe por las malas, no hay fórmulas certeras para derrotarla porque tiene recursos de sobra para salir del atolladero, para dar la cara ante la arbitrariedad y la tragedia. Por eso vivimos confiados en Caracas, en los recursos que nos ofrece, en las habilidades con las cuales nos dota, precavidos pero libres, preocupados pero incentivados por proyectos pendientes y por lo que se revuelve en la cabeza, seguros en el seno de sus inesperados y sutiles argumentos, confiados en las respuestas con las cuales nos reta la capital en las batallas por la dignidad y la ciudadanía que ha sabido ganar a través del tiempo. Aquí sigue la ciudad centro, pues, la congregación brújula, mirando hacia el futuro desde sus insólitas luces.

María J. Maya 

Caracas es la mezcla perfecta entre caos y felicidad. Es la ciudad que me ha enseñado a manejar situaciones difíciles y saber cómo darle la vuelta. Es la ciudad más caótica que conozco hasta el momento, pero en la que más disfruto estar. Aquí he creado los mejores recuerdos junto a mi familia y amigos. ¡Feliz cumpleaños Caracas!

Diego Arroyo Gil

A Caracas le camina un animal por la mirada, y la fascinación que nos causa obedece a que nos pasamos la vida entera procurando precisar de qué animal se trata. Es un lugar común decir que el Ávila parece el lomo de una bestia echada, pero ese no es el animal al que me refiero. El Ávila ha resistido, súbito y tranquilo, tanto desvarío humano, que no puede ser una bestia. En cambio, es una suerte de don que alivia los males de la historia. El animal que yo presiento –y que no llego, aunque lo intente, como todos, jamás a descifrar– de hecho recorre con nosotros la montaña cuando la vemos, sea que estemos bajo los cielos limpios de enero, en medio del polvo trasatlántico del Sahara, asediados por la canícula o inundados por la lluvia. En días felices, ese animal está allí. En días de infortunio, ese animal está allí. Pero, pase lo que pase, no se ríe con nosotros así como tampoco llora con nosotros: es sereno. Y esa serenidad, además de ser toda belleza y toda misterio, es la garantía de que nada ni nadie podrá acabar con Caracas sean cuales sean, o sigan siendo, los tropiezos de nuestro destino.

Martha Rodríguez Miranda

Caracas es mi refugio, donde estoy cómoda y es la ciudad que más me gusta en el mundo. Soy de sitios cosmopolitas y en Caracas lo he encontrado todo, es mi respiración a través del Ávila, es la arquitectura de los 50, la de los edificios altos, la de los pájaros de todos los colores, de las ardillas y perezas, es donde llegaban los grandes espectáculos, donde se disfrutaba del teatro, de las galerías de arte, donde se comía divino… Caracas es mi lugar favorito y donde desde hace muchos años, tiene lugar un sueño: el de ser y hacer buena ciudadanía.

Ronna Rísquez

Hoy justamente amanecí pensando en Caracas. En los sitios donde he vivido. Caracas es mi ciudad. Es como el estadio donde he jugado 90 % de todas las temporadas de mi vida.  Caracas es mi infancia en la vieja casa de La Pastora, junto a mis primos y mi abuela, donde eché mis primeros pasos de salsa, y aprendí de béisbol y boxeo, con el Ávila al lado y el centro a unas pocas cuadras. También es el inicio de mi juventud en El Paraíso, a unos metros del Parque Naciones Unidas, con los recorridos en el autobús San Ruperto hasta la UCV, y los paseos a las playas de La Guaira en camionetica con salsa erótica de fondo. Fue la época en que despertó mi interés por el cine, algunas lecturas y la pasión por el periodismo. También es el escenario de mi independencia desde un pequeño apartamento en Los Símbolos, cerquita del metro, de las hamburguesas de El Cubanito y del estadio Universitario. En Caracas fue el comienzo de mi vida en pareja en Sebucán, casi frente al Parque Miranda, donde jugaba mi equipo de basquet favorito: Panteras. Recurso los recorridos por la Cota Mil hasta la Cadena Capriles, en la avenida Panteón. Luego, vino la vida en Chacao con el matrimonio y la maternidad. También mi consolidación profesional como experta en violencia y seguridad ciudadana. El paso por El Nacional y los trayectos por la autopista Francisco Fajardo hasta Los Cortijos; la experiencia maravillosa del periodismo de investigación en Runrun.es, cerquita en Los Palos Grandes, frente a la Av. Francisco de Miranda. Y claro, las visitas constantes a la Candelaria y El Marqués para ver a mis padres y a mi madrina. Caracas es mi comida, mi gente, mi vida. Soy yo.

Andrea González

¡Caracas! Es una ciudad con muchas cualidades, una ciudad diversa y aunque es tan pequeña, alberga un sinfín de experiencias que a lo largo de su historia la ha transformado. Caracas está dentro de mi ser, pero definitivamente ahora no es lo que muchos queremos. Soy joven y no he visto mucho de los cambios que ha tenido el precioso valle capitalino. Sin embargo, extraño cuando usar el sistema Metro era una aventura, cuando podías ‘gordear’ en la calle el hambre o había eventos musicales en Altamira. Esa era la Caracas que podía ser una gran ciudad, avanzada y llena de personas dispuestas a trabajar en su desarrollo. Aunque ahora no es la mejor y está tan golpeada, es la ciudad que me ha visto crecer, donde me formé como profesional y donde he conocido a la mayoría de las personas que me rodean. Amo a mi Caracas, pero quiero verla florecer en un futuro y poder vivirla, poder sentir que mi ciudad se convirtió en un lugar que muchos quieren visitar y de la que nadie se quiere ir.

Valentina Quintero

Desde 1994 jamás me había pasado ni siquiera un mes completo en Caracas. Este encierro me enamoró desbarrancada. Caminarla ha sido sorprendente porque supe que la podemos pasear. A los árboles les dio por florear desatados para aliviar nuestra ansiedad. Las latas de agua le dieron una limpieza profunda al cielo que se puso como de diciembre. Los caraqueños tomamos las calles, las aceras, los senderos y admiramos la luz de la tarde y la frescura de las mañanas. Contemplamos por primera vez las cascadas de vegetación que cuelgan de los balcones. El empeño en los muros vegetales. La modernidad de la arquitectura. Nunca se me alborotó tanto la caraqueñidad. Entendí por primera vez en mi vida que soy dichosa en Caracas y que agarrar carretera no es una urgencia. Es solo una dicha. Un modo de vida.

Lorena Meléndez

En Caracas aprendí a ver la belleza del caos. Quizá no valoro tanto el azul de sus cielos en diciembre, pero sí disfruto ver al sol transformar el verde del Ávila cada hora. No añoro sus épocas doradas, pero me fascina encontrar los vestigios de aquellos años esparcidos en sus historias. No hubiese querido vivir en la ciudad de techos rojos, pero sí me gusta admirar esta urbe de hoy, con un puñado de edificios afrancesados, el brutalismo de su concreto y el aire cinético que le imprimieron Cruz-Diez, Soto y Otero. A Caracas le debo el haberme enseñado a «patear calle» para contar y escribir, empujarme hacia la independencia y hallar el amor sin haberlo buscado. Es la ciudad fallida que espero seguir descubriendo, donde nacerá mi hijo y a la que quiero ver despojarse de las sombras, la desidia y el silencio.

Luis Ernesto Blanco

Caracas me cae bien. No es por su buen clima, buenas vistas, lugares para visitar, el Ávila o las guacamayas. Caracas me gusta porque tiene historia; es un amigo que conoce mí historia. Nunca he vivido en otra ciudad así que la mayoría de mis recuerdos, tanto los buenos como los malos, tienen a la ciudad como testigo excepcional. Cada vez que un cuento comienza con «te acuerdas cuando estuvimos en…», es muy probable que sea una locación caraqueña: bonita o lúgubre; confiable o insegura; lujosa o modesta. Discreta o irritante. Pero siempre confiable, como los viejos amigos. Feliz cumpleaños, Caracas.

Cristina Weber 

Mi Caracas, ciudad que me recibió desde muy pequeña y quien me acompaña cada día hasta ahora. Cuando te pienso lo primero que me viene a la mente es tu Ávila generoso, tu verdor y tus asombrosos
contrastes que te hacen única. Recorrerte permite apreciar tan variadas situaciones, paisajes, historias. ¡Qué diversidad maravillosa la que ofreces! Una Plaza Bolívar, la Cota Mil, Altamira, un mirador o un barrio. En menos de quince minutos podríamos encontrarnos con todo aquello. Recuerdo cuando, no hace tantos años, te recorría de Este a Oeste sin ningún tipo de preocupación, cuando se salía de noche y se disfrutaba con seguridad, cuando te caminaba rodeada de un ambiente amable, seguro y pujante, cuando tuve la oportunidad de participar en la ejecución de obras que mejoraran la calidad de vida de la gente. Hoy en día que me ha tocado vivir entre “burbujas” me aferro al recuerdo de esa Caracas llena de vida, espléndida y acogedora. Espero con optimismo que por encima de todas las adversidades, se logre alcanzar una gestión eficiente y creativa centrada en intereses comunes que te devuelva cada uno de los espacios que has ido perdiendo. Espero verte progresar y sonreír de nuevo.

Sarai Coscojuela

Dos veces he vivido fuera de Caracas y las dos veces he querido volver. El último regreso fue hace un año y uno de mis mayores deseos -después de dos años de ausencia- era sentir su clima tan perfecto. Cuando eso sucedió y la brisa caraqueña me abrazó, me sentí bienvenida y querida, como si el tiempo no hubiera pasado. Caracas es mi sentido de pertenencia.

Inés Quintero

Nostalgia de Quinta Crespo. En mi infancia, una de mis mayores dichas y placeres fue acompañar a mi papa para el mercado de Quinta Crespo, bien tempranito en la mañana. El recorrido era super completo: carnes, charcutería, quesos, verduras, legumbres y frutas para el consumo de la casa. Allí aprendí a distinguir la calidad y los cortes de la carne, a combinar la carne molida con un trocito de cochino; a seleccionar las mejores chuletas y costillitas; a disfrutar las delicias del jamón de verdad, como le seguimos diciendo al jamón tender con hueso. La selección de las frutas era uno de los mejores momentos: siempre salía premiada con un durazno o una ciruela. Tengo un tiempazo que no visito el mercado, pero sus olores, el colorido, el gentío, el bullicio siguen siendo un recuerdo imborrable de mi infancia. En una oportunidad, para un reportaje sobre la ciudad, me preguntaron dónde quería que hiciéramos la foto y sin dudarlo propuse que el lugar fuese el mercado de Quinta Crespo. Allí me encontré con Efrén Hernández quien se encargó de hacer el registro del momento. Años despuès, cuando tuve el fabuloso privilegio de elaborar el libro Imágenes de Santiago de León de Caracas, editado y diseñado impecablemente por Ekaré, esta foto la incorporamos como parte de mis vivencias de la ciudad.

Nilda Silva

Me vine de Maracaibo a Caracas el domingo 2 de julio del 2000. El lunes 3 debía asumir la dirección de Dominical, la revista del hoy malogrado diario Últimas Noticias, punta de lanza de la entrañable Cadena Capriles. Caracas me fue curando poco a poco el duelo del desarraigo, como quien se acerca sin querer molestar. Dejé atrás aquel sol feroz, vos no podéis caminar 5 cuadras en Maracaibo sin riesgo de caer fulminado por tabardillo, para toparme con este caraqueño bien criado por el Ávila. El sol de Caracas es un espléndido anfitrión que muestra con discreta calidez los colores más brillantes de su casa. Por eso este sol y su Ávila me explican los ríos de gentes que inicialmente abrumaron mi paso por la avenida Urdaneta y el paseo del Panteón hacia la Torre de la Prensa. Y aún faltaba lo mejor: los afectos con los que Caracas me ancló aquí por 20 años y dele. Como un huésped agradecido, la celebro y sigo en ella pese a los monstruos que hoy la ensombrecen –como a todo el país- desde sus espacios capitales. Que no crea que mi acento maracucho intacto es desdén hacia el “vale”, el “pana” o el “burda” que pronuncia a cada rato. Con esas palabras no podría decirle, en mis propios términos, lo vergataria que es.

Mayerlin Perdomo

Caracas, hace un tiempo te abandoné porque te creí culpable de mis penurias. Descubrí que no eras tú y te busqué, sin éxito, por distintas ciudades del sur. Pero en esas calles modernas vivía a destiempo, porque solo en las tuyas los días van al compás del pasodoble. Volví y me consolaste con tus persianas azules y una bocanada de aire fresco. Eres mi ejemplo de resistencia. Eres furia y adrenalina, pero también eres melodía mestiza producida por el sonido de los techos de zinc, concreto y voz dicharachera.  Quizás es masoquismo, pero soy quien soy gracias a ti. Así que me disculpo por acusar de cursi a Sadel por aquello de “Si de ti estoy lejos, llora el corazón”…

Bolivia Bocaranda

La Caracas que recuerdo es la de mi infancia, en la urbanización La Florida, donde vivíamos cerquita todos los de la familia. La Florida, con sus matas de mangos en los jardines, con ese olor tan rico y que formaba parte de nuestra merienda diaria. Lo machucábamos contra la pared, le abrías un huequito y te lo chupabas hasta la última gota, luego lo pelabas y te chupabas la pepa hasta dejarla sin hilachas. ¡Que rico! En La Florida, había una quincalla que me fascinaba ir. La quincalla de Padrón, que estaba justo frente al supermercado CADA, donde conseguías todos los jugueticos que te pudieras imaginar. No sé cuál sería su tamaño, pero para mi era inmensa, una divinidad y solo ir a ver ya era una distracción. Las idas al colegio que eran en la mañana y en la tarde. Almorzábamos en la casa y de vuelta al colegio. Allí teníamos las matas de javillo, en el patio del colegio, con sus cachitos, que nos pasábamos horas interminables puliéndoles en el uniforme para luego convertirlos en llaveros. Las salidas con mi abuelo a pasear por Sabana Grande los sábados, parada segura en la zapatería «Pepito» y luego a merendar las quesadillas en la Panadería Novescienos. Otros paseos eran ir a la panadería de Sebucan que vendía los golfeados con queso de mano más ricos de la ciudad. Los domingos solíamos arreglarnos para función de matinée en el Teatro Río presentaban unas obras teatrales infantiles de Lili Álvarez Sierra, impelables, con sus dos brujas y lo mejor, las rifas al final de función con cajas de chucherías SAVOY. El repartidor de pan, que iba en moto en las tardes y todos los de la cuadra nos reuníamos a comer pan dulce. Primero pasando la lengua hasta quitarle toda la azúcar antes de darle un buen bocado. Mi abuela me llevaba a muchas actividades culturales y le encantaban las visitas y conferencias en la Quinta Anauco, los cursos para niños en el Planetario y siempre esperábamos la época de las zarzuelas en el Teatro Municipal de Caracas. 

Yolanda Ojeda

Ese sol inmenso en El Ávila y un clima frío para alguien que venía del estado Aragua fueron las dos cosas que me atraparon cuando conocí Caracas. De joven había venido a una corrida de toro en el Nuevo Circo y ese ambiente de El Silencio me impactó mucho. Luego la viví y la conocí con más profundidad cuando comencé a estudiar en la UCV, desde donde podía disfrutar de ese sol posado en la montaña. Aquí conocí a mi esposo y le regalamos dos hijos a Caracas.

Ingrid Serrano Duque

Caracas es mi ciudad por derecho. Aquí nací, mis abuelos paternos y mi padre también. Mi abuelo Pedro Manuel iba todos los días a misa a la Catedral y conversaba con los edecanes del Libertador. Me levanto con olor al Ávila, con las guacharacas de la mañana y las guacamayas en las tardes. Sueño con mis hijas jugando, tirando maíz a las palomas en la Plaza Bolívar y corriendo en libertad. Lamento los dolores y el abandono del ahora. Sé que de este silencio, en encierro, un día saldremos fortalecidos a recuperarte como el azul del cielo infinito que cada día nos das.

Yeannaly Fermín

“Iluminada y eterna, enfurecida y tranquila”, es la frase de una canción del cantautor venezolano Ricardo Montaner que, a mi juicio, define perfectamente a Caracas. Su caos, desorden, gentío; pero también el Ávila, su clima, sus paisajes y espectaculares edificaciones; hacen que la ames sin importar que sea catalogada como una de las más violentas del mundo. Para mí, Caracas es mi casa, es mi mundo y aunque conozco casi todos los estados del país porque desde pequeña viajaba mucho con mis padres, siempre he pensado que “Caracas es Caracas” y que no podría vivir en otro lugar por muy bonito y pacífico que sea. A diario, desde mi balcón la contemplo, la admiro, la aprecio, la considero y le agradezco todos los amaneceres y atardeceres que generosamente me regala. En simples palabras, en Caracas nací y en ella me gustaría morir.

Laura Helena Castillo

Caracas “y lo lejos que nos queda”

A Caracas no, dijo mi mamá. Yo, de 17 años, tenía las exactas certezas de esa edad: ninguna. Vivía en Valencia, Carabobo, y todo iba bien. Mi mamá ascendiendo en el departamento de Bioquímica de la Universidad de Carabobo (iba a dar clases con la elegancia de las moléculas: conjuntos de lino, tacones y un maletín de cuero); mi papá, con una carrera política emocionante (Salas Römer era gobernador y el estado iba convirtiéndose en referencia de una vistosa gestión pública) y yo acababa de graduarme de bachiller en un colegio que amaba, con unos amigos que sigo amando. Era 1993.
Voy a probar en Caracas, dije yo. Había sacado buen puntaje en la prueba de admisión de la UCAB y la universidad me había mandado una carta. Esa hoja membreteada fue mi baza, el secreto de mi propia voluntad ante la duda, que en realidad eran dudas y me hacían llorar. Me vine a casa de unos tíos valerosos que recibieron a una sobrina adolescente y universitaria; mi primo pequeño, menos convencido, me mordía los dedos de los pies mientras yo dormía en la cama que, antes de mi llegada, era de él. Pero una tarde fresca y con el cielo limpio de diciembre estás como un fiambre, en un carro lleno de gente que acabas de conocer (y que serán tus nuevos mejores amigos), recorriendo una ciudad también adolescente, sudorosa, turgente, en la que el norte siempre es verde, las fachadas de los edificios tienen la memoria de los músculos y hay sinagogas, mezquitas, monasterios maronitas, museos para niños y caraqueños, esa raza que diseñaron con los brazos abiertos. Tenía clases todos los días a las 7:30am, atravesaba la ciudad en metro –primero– y en cola con mi vecino –después– y pasaba las tardes descubriendo Los Palos Grandes, donde vivía. Así, descubriendo la brisa que solo es de aquí, han pasado 27 años.  Un día sacas la cuenta y llevas más tiempo habitando el lugar vetado, que iba a ser solo una prueba, que ese donde naciste. Un día te convences –te reprochas- que tus ciudades –las que te habitan – queden tan lejos aunque estén cerca. Un día entiendes que, como en la Islandia de Montejo, has pasado la vida plegando una autopista para acercarlas.

 

Feb 10, 2016 | Actualizado hace 8 años
9 hábitos saludables para vivir hasta los 100 años

ejercicio

 

La revista Health publicó una guía con hábitos que las personas deben adoptar para vivir mejor. Éstos van desde alimentación, consumo de sustancias recreacionales hasta cómo establecemos nuestras relaciones con otros. Y si bien puede que suenen un poco obvios, es importante tenerlos en mente, para poder así enfocar nuestros esfuerzos en alcanzar estos objetivos.

1.- Evita el «sobre comer»: Ya hemos publicado una serie de artículos respecto a alimentación saludable. Pero, incluso si estás comiendo los alimentos más sanos del planeta, evita comer más allá de lo necesario. Como consejo, deja siempre un poco de comida en tu plato o, si conoces bien tu cuerpo, come sólo hasta que sientas que estás a un 80% de tu capacidad.

¿Por qué? Investigadores de la Universidad de St. Louis confirmaron que las personas que comen menos envejecen más lento. En un estudio de 2008 se descubrió que limitar la comida disminuye la producción de T3, una hormona de la tiroides que frena el metabolismo y acelera el envejecimiento.

2.- La favorita de todos, ten una vida sexual activa: Sí, el sexo hace que vivas más. Los expertos recomiendan que relaciones satisfactorias, dos o tres veces por semana, pueden aumentar hasta en 3 años tu esperanza de vida. Además, esta actividad quema una impresionante cantidad de calorías, tantas como trotar por 30 minutos.

¿Por qué? El sexo regular puede, además, ayudar a disminuir la presión sanguínea, mejorar tu calidad del sueño, potenciar tu sistema inmune y proteger tu corazón.

3.- Apaga la televisión: Demasiado tiempo en frente a la pantalla chica puede pasarte la cuenta. Si bien aún no se tiene claro el por qué, un estudio realizado en 2010 mostró que las personas que ven cuatro o más horas de televisión al día tienen un 46% más de probabilidades de morir de cualquier causa que las personas que sólo le dedican dos horas.

¿Por qué? Incluso disminuir un poco ayuda. Cada hora adicional que miras televisión aumenta tu riesgo total de fallecer en un 11% y, en específico, de morir por algún problema cardíaco en un 18%.

4.- Ese bronceado no te está haciendo un favor: ¡Aléjate del sol!: Atrás (muy atrás) quedaron los días en que una piel bronceada era sinónimo de bienestar. Hoy, el exceso de sol es sinónimo de cáncer, arrugas, líneas de expresión y de piel sin firmeza. Nunca es tarde para comprar y aplicarte todas las mañanas un protector solar en todo el cuerpo y no sólo en tu cara.

¿Por qué? El daño que genera el sol es acumulativo y no es posible de reparar. Es decir, entre más sol tomes durante tu vida, peor será el estado de tu piel cuando seas mayor. Además de esto, está el tema de la apariencia: el daño que provocan los rayos del sol deja marcas e imperfecciones que hacen que te veas más viejo.

5.- Haz amigos; potencia tus redes de apoyo:  Está comprobado, la soledad es la peor «compañía» en la vida. Además de aumentar el riesgo de morir prematuramente, usualmente deriva en depresión, sobre todo en adultos mayores. Algunas investigaciones muestran que las personas que no tienen relaciones potentes con familiares o amigos enfrentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

¿Por qué? La soledad puede causar inflamación. Sí, es en serio. Un equipo de la Universidad de Chicago descubrió que las personas más solas sufren cambios en su sistema inmune, lo que podría provocar inflamaciones crónicas. Además, se registraron otros problemas, como aumentos en el colesterol y la aparición de ciertos tipos de cáncer.

6.- Toma alcohol con moderación: Sí, en cantidades adecuadas algunos tipos de bebidas alcohólicas pueden ser beneficiosas, como es el caso del vino tinto. Sin embargo, está comprobado que las mujeres y hombres que toman más de 2 copas por día tienen problemas que van desde el aumento sustancial de peso hasta conflictos interpersonales.

¿Por qué? Un estudio de 2010 publicado en el Semanario del Colegio Estadounidense de Cardiología mostró que el consumo moderado de alcohol (entendido un trago al día para las mujeres y máximo dos para los hombres) genera significativos beneficios para el corazón.

7.- Come bien, frutas y vegetales son tus aliados: Comer menos de tres porciones de frutas y verduras al día puede perjudicar tu salud. Hay productos que pueden ayudarte a prevenir o tratar enfermedades como el cáncer o los problemas cardíacos. ¿El secreto? Entre menos procesado y más fresco, mejor.

¿Por qué? Los vegetales están llenos de fibra y vitaminas. En su conjunto, pueden ayudar a disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca hasta en un 76% y pueden incluso disminuir considerablemente el riesgo de desarrollar un cáncer. Además, los antioxidantes presentes en gran cantidad en estos productos disminuyen la inflamación, mejoran la circulación y ayudan a desvanecer las arrugas.

8.- Vive una vida «fit»: Los expertos concuerdan: hacer ejercicio de forma adecuada, moderada y constante puede ser la verdadera fuente de la juventud. Incluso ejercicios de baja intensidad, como caminar 30 minutos al día, puede disminuir drásticamente las posibilidades de sufrir un accidente cardiovascular.

¿Por qué? Un estudio realizado en 2008 comprobó que realizar actividades como correr o andar en bicicleta a diario puede incrementar hasta en cuatro años tu esperanza de vida, debido a los beneficios directos que estas prácticas tienen para el corazón, la mente y el metabolismo.

9.- No fumes: Este consejo debe ser, y no tenemos muchas dudas, el más importante y lo mejor que puedes hacer por tu salud. Nunca es demasiado tarde para eliminar esta mala costumbre. Y si bien el daño que el tabaco hace en el cuerpo es acumulativo e irreversible, dejarlo puede disminuir la severidad de las consecuencias y aumentar la esperanza de vida.

¿Por qué? Un estudio publicado en el Semanario Estadounidense de Salud Pública mostró que las mujeres que dejan de fumar hasta los 35 años de edad pueden aumentar su esperanza de vida hasta en 8 años.

Jimmy Torres: Cinco años de cárcel militar por tomar una foto que no existe (+ VIDEO)

@MariaAlesiaSosa

“ESTO NOS TOCÓ, NOS TOCÓ por pensar distinto a ellos, a los que están gobernando”, dice convencida y rota de dolor Alicia Vargas, de 73 años, y madre de Jimmy Torres Vargas, quien desde hace 17 meses está preso en la cárcel de Ramo Verde.

El 10 de junio de 2014 Jimmy salió temprano a hacer diligencias, y luego se reunió con un dirigente de Funpaz, una organización de Derechos Humanos con la que solía colaborar. Fue al centro comercial Ipsfa en la Avenida Venezuela de Barquisimeto (estado Lara).  Cuando se estacionó, vio una manifestación de estudiantes, y quiso acercarse a tomar fotografías. Sacó la cámara, que había sido el regalo de su familia en la última navidad. Un joven vestido de civil trató de quitársela y pero Jimmy se resistió. Otras personas se abalanzaron sobre él, lo tiraron sobre un carro, y se lo llevaron a la brigada. Entonces se dio cuenta que lo estaban arrestando.

Ese día empezó la tragedia de la familia de Jimmy Torres, quien fue condenado a más de 5 años de cárcel, por el tribunal militar segundo de ejecución, luego de un juicio sin pruebas en su contra.

Jimmy Torres tiene 53 años, es militar retirado desde el año 98. Fue maestro técnico de tercera en las FAN, donde pasó 20 años de su vida. Tiene una deficiencia motriz por un accidente que tuvo hace algunos años, lo que no le permite caminar bien. Su familia cuenta que está deprimido, que se ha sentido enfermo y tiene dolores en las piernas. “Le molesta la rodilla, tiene unos ligamentos rotos, y son muchos pisos para subir y bajar a su celda”, explica Linda de Torres, esposa de Jimmy. Comparte cuarto con uno de los Policías Metropolitanos condenados por el caso del 11 de abril de 2002, Luis Molina Cerrada.

Celeridad Procesal

El juicio de Torres lo llevó un tribunal militar, aunque él llevaba retirado más de 15 años. Su defensa alegó que debería ser tratado como un civil pero no fue posible.

En este caso no hubo retardo procesal como en la mayoría de los juicios de detenidos tras las protestas de 2014. Su juicio avanzó rápidamente, y el tribunal militar no tardó en sentenciarlo por los delitos de: violación de zona de seguridad (por tener una cámara cerca de la brigada, ultraje al centinela (por presuntamente haber golpeado a unos jóvenes en la protesta), injuria, ofensa y menosprecio a las Fuerza Armada (por unos volantes con panfletos insultantes a las FANB, que supuestamente encontraron en su carro, pero que su familia dice le sembraron). Le asignaron como sitio de reclusión, la cárcel de Ramo Verde en Los Teques (estado Miranda).

Linda de Torres, esposa del acusado, cuenta que cuando lo detuvieron y le encontraron en la cartera el carnet de militar retirado, empezaron a maltratarlo e insultarlo. “Le decían viejo, traidor, que para quién tomaba fotos, que para quién trabajaba. Estaba junto a otros dos muchachos a quienes golpearon”.

Lo esposaron y lo dejaron detenido. También se llevaron su carro, lo registraron sin presencia de fiscal, ni de abogados. Ahí le robaron todo lo que llevaba en el vehículo: un gato, herramientas de trabajo, el celular.

Su familia no sabía nada de él desde las 3:00 de la tarde. Pasaban las horas y comenzaron a preocuparse. “Yo le escribí un mensaje: No me importa dónde estás ni qué estás haciendo, pero por favor dime que estás bien”, recuerda su esposa. Poco después de las 12:00 de la noche, recibió una llamada de Jimmy. “Me dijo: Linda, estoy detenido, por favor llama al abogado de Funpaz”.

El abogado Manuel Virguez se fue esa noche a la brigada donde estaba detenido Torres pero no le permitieron verlo ni hablar con él. Al día siguiente (11/06/14) a las 5:30 de la mañana su familia fue al sitio pero tampoco les permitieron verlo. Ese día fue trasladado a la fiscalía militar en la Base Aérea de Barquisimeto.

El 12 de junio de 2014, se realizó la audiencia de presentación en el Tribunal Séptimo de Control Militar del estado Lara.

Torres pasó dos días sin tener contacto con familiares ni abogados. Pudieron verlo después de la audiencia de presentación, gracias a que los militares que lo estaban trasladando “pararon la camioneta debajo de una matica para poder verlo cinco minutos”, según relata la familia.

Torres está en el mismo lugar de reclusión del dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, a quien solía ver en la misa de los domingos de Ramo Verde, pero ahora no tiene contacto con él. La familia de Jimmy dice que López está completamente aislado.

“Mi suegra hace unos días lo vio, lo saludó con la mano, y le llamaron la atención. La regañaron, le preguntaron que por qué había hecho eso, que eso estaba prohibido. O sea, a Leopoldo no se puede ni saludarlo”, contó la esposa de Torres.

Amenazas en el tribunal

En la última audiencia de Torres, el 17 de septiembre de 2014, el mismo juez, Mayor José Coromoto Barreto, le dijo entre pasillos a los abogados que él no tenía posibilidades de “eliminar ningún cargo, dijeran lo que dijeran, que él lo iba a sentenciar”.

También le informaron que si iba a juicio, le iban a tocar de 11 a 18 años de prisión, sin derecho a medidas. Pero si se declaraba culpable, iban a darle 5 años, y que en un año podían otorgarle alguna medida cautelar. “Le dijeron que si reconocía los hechos, aceleraban el juicio y la pena sería menor. De lo contrario, le aseguraron que sólo el juicio, tardaría 3 años. Se lo dijo así abiertamente”, explica Marcos Torres, hijo mayor de Jimmy.

Jimmy decidió reconocer los delitos. “Aunque todavía me cuesta aceptar que lo hizo, lo entiendo. Mi papá aceptó unos hechos que no cometió por miedo a que le pasara algo a su familia.Lo hizo por nosotros”.

Dinámica familiar con papá preso

“La vida nos ha cambiado mucho. Él era el que mantenía a la familia, aunque yo soy ingeniero, pero ahora no ejerzo”, cuenta la esposa.

Linda de Torres trabajaba para el Estado hasta que fue despedida por no apoyar al partido del chavismo. Llegó a ser jefa de una división en Conatel pero la despidieron en una supuesta reestructuración en el año 2000. Posteriormente, trabajó dando clases durante siete años en la Universidad Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa), “hasta que hicieron una limpieza de los profesores que no eran adeptos al proceso”.

Las visitas a Jimmy en Ramo Verde se hacen cuesta arriba para su familia, y no son tan seguidas como ellos quisieran. Deben trasladarse desde Barquisimeto hasta Caracas y no pueden hacerlo todas las semanas. Viajan dos veces al mes y tratan de turnarse entre su esposa, la madre y los dos hijos de Torres.

Además, el nuevo régimen de visitas dificulta que el detenido reciba tantas como quisiera. En mayo de 2015, redujeron las visitas de 4 a 3 por semana. Antes podían visitarlo amigos, primos, sobrinos o gente que estuviera en Caracas. Ahora sólo permiten familiares directos, o sea que si los Torres no viajan hasta Caracas, nadie puede visitarlo. “Es muy difícil para la familia  y para él, porque los únicos que tenemos derecho a visitarlo, vivimos en Barquisimeto”.

La madre de Jimmy ha estado enferma, tiene 73 años pero trata de visitar a su hijo todas las veces que su condición física se lo permite. “Le llevo lo que puedo, las cositas que a él le gustan, lo que consigo, porque hoy no se consigue nada”, expresa Alicia de Torres.

Otro juicio sin pruebas

Lo acusaron por tomar unas fotos que nunca llegó a tomar. En el juicio, nadie presentó la supuesta foto que él había tomado. “No hubo pruebas ni testigos, no había fotos. Los que dijeron lo que él supuestamente hizo, fueron los mismos que lo detuvieron, no hubo más nadie”, revela su esposa.

Una de las pruebas que consignaron en el juicio, fue la transcripción de unas conversaciones del celular de Torres sobre la organización de unas actividades cívicas. “Él organizó una actividad donde cada quien llevaba una pelota gigante. Cada pelota tenía distintas palabras como: democracia, libertad, seguridad. La actividad consistía en que todos lanzaran las pelotas a la calle y el mensaje se hiciera masivo”, explicó Marcos Torres, hijo de Jimmy.

Dice que los acusadores utilizaron esos mensajes de forma incoherente porque la organización de esa actividad de paz, no tenía nada que ver con que lo detuvieran tomando una foto.

La familia de Jimmy Torres coincide en que el juicio ha sido injusto.

“No hay palabras para justificar este hecho, es algo sin motivos, sin razón de ser, y uno no tiene a donde acudir, porque aquí no hay derechos humanos”, dice la madre de Torres.

“A veces me pongo a pensar, y ¿quién me iba a decir a mi que Jimmy iba a estar preso? Un hombre que yo en 30 años ni siquiera lo he visto darle un golpe a alguien. La única vez en mi vida que supe que él golpeó a alguien fue cuando un malandro con un cuchillo lo asaltó, y ni siquiera lo vi. Jamás pelea con nadie, él no pelea, no le gusta”.

Al preguntarse por qué le sucedió esto a Jimmy, Linda sólo puede pensar en una cosa: “Yo creo que a él lo tomaron como un escarmiento para los militares retirados. Como diciendo, así tú hayas sido militar, también te puede pasar si no estás de acuerdo con nosotros”.

Según la sentencia, Torres podía pedir una medida sustitutiva de libertad al año de su reclusión, sin embargo lleva 17 meses preso, y no le conceden ese beneficio. El abogado ha introducido dos veces la solicitud de una medida sustitutiva de libertad, pero se la han negado. La condena es de cinco años, tres meses y diez días.

Los 12 puntos que Lorenzo Mendoza recomendó al Gobierno para resolver la economía, hace casi dos años

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En febrero de 2014, el presidente ejecutivo de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza Giménez, planteó una agenda de 12 puntos en los que debía concentrarse el trabajo de la entonces, recién creada comisión de la verdad económica, para que esta instancia resultara efectiva en la tarea de aportar soluciones para los problemas económicos más urgentes que enfrenta el país.

“Agradezco que esta propuesta haya sido tan bien recibida por el Ejecutivo, y que su instrumentación haya comenzado de forma inmediata”, señaló Mendoza, quien participó este jueves en la primera reunión de la comisión.

“Esto es muy importante porque el tiempo es el factor que va a determinar el éxito de esta comisión”, agregó. “Para traer soluciones a los actores económicos y contribuir con la paz social, se necesita instrumentar de forma ágil y rápida un conjunto de medidas muy concretas, que conduzcan al país de regreso al camino del crecimiento”.

Sin embargo el Gobierno hizo caso omiso a la propuesta de Mendoza, quien aconsejó que la agenda de la comisión se enfocara en los siguientes puntos:

1. Incrementar la producción nacional para combatir la escasez y las colas. El sector privado debe recibir los insumos y las materias primas en forma oportuna y suficiente. El Estado debe garantizar y crear las condiciones para que esto sea posible.

2. Sustituir importaciones públicas y privadas para hacer realidad el «Hecho en Venezuela» y favorecer el ahorro de las divisas del país.

3. Revisar la situación real de las empresas estatales y sus niveles de producción.

4. Evaluar medidas y acciones que involucren al Estado y al sector privado en la atención de los grupos vulnerables en materia de seguridad alimentaria.

5. Asegurar un sistema de acceso a las divisas dinámico, transparente y eficiente que impida la interrupción de la producción.

6. Honrar la deuda en divisas que tiene el Estado para que el sector productivo pueda pagarle a los proveedores internacionales y reactivar las líneas de crédito, no sólo para sostener la producción sino además aumentarla.

7. Combatir la inflación y la escasez, consecuencia de una intervención del Estado que se ha traducido en congelamientos de precios por tiempos prolongados que han desestimulado la producción nacional. Es urgente un sistema de formación de precios que estimule la producción, para que las familias venezolanas tengan abastecimiento total y a los mejores precios de las marcas que prefieran, como ocurre en Brasil, China y en la gran mayoría de los países.

8. Analizar las causas macroeconómicas y microeconómicas de la inflación, como el financiamiento del gasto público con dinero inorgánico.

9. Revisar la situación laboral, de manera de acabar con el ausentismo y con la impunidad de personas que asisten a sus puestos de trabajo pero que no cumplen con sus responsabilidades o boicotean el trabajo de sus compañeros. Necesitamos un ambiente laboral productivo que permita generar nuevos empleos y recompensar a quienes hacen bien su trabajo.

10. Considerar la implementación de un programa que conecte a la juventud venezolana con el empleo formal y de calidad.

11. Garantizar los derechos de propiedad de todos los venezolanos para que quienes inviertan en Venezuela puedan hacerlo con confianza.

12. Crear las condiciones para que los productos hechos en Venezuela sean competitivos con el objetivo de estimular las exportaciones no tradicionales y permitirle así al resto del mundo valorar y disfrutar de la calidad de lo «Hecho en Venezuela».

El Presidente Ejecutivo de Empresas Polar señaló que, debido a la urgencia de las materias a resolver, la recién creada comisión debe tener un formato útil que permita concretar y contar con mesas técnicas que le den carácter permanente al trabajo. Sus integrantes, además, deben representar la pluralidad del pensamiento económico y de la institucionalidad del país. “Aquí deben participar técnicos del Banco Central de Venezuela y economistas independientes, así como representantes de los principales gremios industriales y del sector productivo en general”, enumeró.

Lorenzo Mendoza explicó que en la actualidad el sector privado está en capacidad de garantizar el abastecimiento de aquellos productos que cuentan con materia prima disponible. Ratificó su disposición, y la de Empresas Polar, a apoyar el trabajo de la comisión en todos los aspectos en que sea necesario, con el fin de lograr que ocurran a tiempo los cambios económicos que el país necesita.

“Lo importante es que en esta instancia se comprenda que el sector privado es un aliado indispensable para alcanzar las soluciones que el país necesita con tanta urgencia. De lo contrario, será imposible que el sector empresarial cumpla con el imprescindible papel que le corresponde en la recuperación económica”, afirmó Mendoza.

May 24, 2015 | Actualizado hace 9 años
Una mujer de 65 años dio a luz a cuatrillizos

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BERLÍN.- Una alemana de 65 años, ya abuela, ha dado a luz esta semana en Berlín a cuatrillizos que nacieron prematuramente a las 26 semanas de gestación con buena salud y buenas posibilidades de sobrevivir, ha informado este sábado la cadena de televisión alemana RTL.

El canal de televisión, ha informado de que la madre, Annegret Raunigk, ya tenía 13 hijos y siete nietos. El anuncio de su embarazo el mes pasado había desatado un debate público en Alemania porque es producto de un tratamiento de fertilidad.

Raunigk, que trabaja como profesora de inglés y ruso en Berlín, se había realizado un tratamiento de fertilidad en Ucrania y es la mujer más vieja del mundo en tener cuatrillizos, ha indicado RTL. Los cuatro bebés, tres niños y una niña, nacieron por cesárea el 19 de mayo y pesaron entre 655 y 960 gramos.

Freddy Krueger, Pesadilla en Elm Street cumple 30 años

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Freddy Krueger, el terrorífico personaje que ha provocado las peores pesadillas, cumple 30 años. Fue en 1984 cuando Wes Craven sacó a la luz Pesadilla en Elm Street, la cinta que inició una de las sagas más populares dentro del género de terror.

Freddy Krueger es uno de los personajes más terroríficos de la historia del cine. Su secreto es que ataca a sus víctimas, concretamente niños y adolescentes, mientras duermen. Este icónico personaje se caracteriza por su jersey a rayas, su sombrero y por tener la cara desfigurada, ya que fue quemado vivo.

La saga de películas de Freddy Krueger nació con la película Pesadilla en Elm Street, escrita y dirigida por el cineasta Wes Craven. Solo un año después se estrenó Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy, dirigida por Jack Sholder y escrita por el propio creador de la saga, Craven, junto a David Chaskin.

En 1987 se estrenó Pesadilla en Elm Street 3, dirigida por Chuck Russell; en 1988, Pesadilla en Elm Street 4, dirigida por Renny Harlin y, finalmente, un año después llegó a la gran pantalla Pesadilla en Elm Street 5, de la mano del cineasta Stephen Hopkins. El actor Robert Englund encarnó al terrorífico Krueger en las cinco películas de la saga.

En 2010, Samuel Bayer recuperó la historia del asesino de Elm Street y dirigió el remakePesadilla en Elm Street. Nuevamente, Wes Craven se puso manos a la obra con el guión de esta nueva cinta, junto a Wesley Strick y Eric Heisserer.