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Activistas piden liberación de presos políticos en Venezuela para Año Nuevo
El Comité por la Libertad de los Luchadores Sociales solicitó que se otorgue «amnistía como medida humanitaria» para liberar a estos ciudadanos que, aseguró, están en prisión «injustamente».

 

Caracas, 31 dic (EFE).- Familiares y activistas de derechos humanos de Venezuela pidieron este sábado al Estado «amnistía como medida humanitaria» de Año Nuevo para que un grupo de privados de libertad, a los que consideran presos políticos, puedan regresar a sus hogares en 2023.

«Durante 2022 la presión política mantuvo a más de 300 venezolanos inocentes tras las rejas, víctimas del patrón de persecución a la disidencia, separando así a más de 300 familias que para este 2023 exigen poder volver a estar con sus seres queridos», dijo la ONG Justicia, Encuentro y Perdón en un mensaje en Twitter.

 

Por su parte, el Comité por la Libertad de los Luchadores Sociales solicitó que se otorgue «amnistía como medida humanitaria» para liberar a estos ciudadanos que, aseguró, están en prisión «injustamente».

En una nota de prensa difundida este sábado, el comité instó a la ciudadanía a solidarizarse y sumarse a la lucha por estos detenidos cuyas familias esperan su liberación.

Diego Casanova, líder del movimiento estudiantil y miembro de este grupo, recordó que Navidad y Año Nuevo son fechas en las que comúnmente se otorgan indultos y medidas humanitarias a los presos políticos, por lo que pidió al Estado venezolano considerar esta posibilidad.

«Ellos y sus familiares merecen reencontrarse y celebrar en libertad un Año Nuevo», dijo el activista, citado en el escrito.

La semana pasada, la ONG Foro Penal afirmó que en Venezuela hay 274 reos a los que considera presos políticos, de los que 261 son hombres y 13 son mujeres. Además, 123 son civiles y 151 militares.

 

Igualmente, detalló que, del total, 120 fueron condenados y 154 aún esperan por la sentencia de un tribunal.

Añadió entonces que se han registrado 15.777 «detenciones políticas» desde 2014 y que, además de los llamados presos políticos, «más de 9.000 personas siguen sujetas, arbitrariamente, a medidas restrictivas de su libertad» en el país.

 

Con información de la Agencia EFE

Galería | Así celebró el mundo la despedida de 2020

Más que la llegada del año nuevo, el mundo estaba ilusionado por poner fin a 2020, el año más difícil de la historia reciente. En cada rincón del planeta se recibió el nuevo año con la esperanza de un nuevo comienzo.

 

Algunas ciudades, con la pandemia más controlada, se permitieron reunión de personas en las calles. Otras, optaron por espectáculos de luces y fuegos artificiales con transmisión para la televisión. Pero con mucha más intensidad que en años anteriores, las personas desearon que el pase de calendario también significara dejar atrás las dificultades que significó 2020 para lo económico, lo social y en muchos casos lo personal.

 

 

 

Fotos de Reuters, AFP, AP, EFE, Europa Press

Armando Martini Pietri Dic 31, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
Año nuevo, ¿vida nueva?

@ArmandoMartini

Dice aquella canción de la orquesta Billo “Año nuevo, vida nueva”, y le seguían los sabrosos mosaicos que cantaban en coro, bailaban y aplaudían exaltados en celebraciones tanto en clubes como en casas.

¡Buenos tiempos de ilusiones y esperanzas! con despliegue de luces y cohetería. Antes y pasada la medianoche, los cielos se cubrían en un estallido deslumbrante, las alturas se transformaban en figuras resplandecientes abarrotadas de colores, observadas extasiados y fascinados, imposible perdérselas, acompañadas de abrazos con lágrimas de júbilo.

Hubo una época larga y prerrevolucionaria en la cual la noche de fin de año, e inicio del nuevo, era de jolgorio y alegría. Poco antes, se tarareaba aquella balada de Néstor Zavarce: “Faltan cinco pa’ las doce”… ¿cómo olvidarlo?

Hoy vivimos tiempos diferentes. De celebración comunista apagada y de socialismo afligido, con coronavirus que en vez de disminuir crece. Problemas y carencias a los que nos hemos venido acostumbrando. Quizás peor, nos hemos acostumbrado. Mucho defender ofertas estentóreas del comandante que abrió puertas a la corrupción, nombró y mantuvo un régimen con civiles y militares seleccionados por su obediencia, no por competencia. Y que devinieron en destructores de todo.

La propaganda se disfraza de fiesta

Años que se han sucedido empeorando en cada enero y cada diciembre con propaganda confeccionada para esconder la mentira, el saqueo, la destrucción. Para justificar con burbujas oscuras, mensajes que los venezolanos escuchan. Que quizá no creen, pero que terminan aceptando.

Estas navidades, a diferencia de las que recordamos, no han sido de alegría. El régimen evaporó las bulliciosas y alegres gaitas, villancicos y aguinaldos. Cada alcaldía se esmeraba en decorar calles y plazas con ornamentos especiales y luminarias. Los edificios residenciales y las casas se adornaban como si de una competencia se tratara. Así Venezuela demostraba que celebraba con entusiasmo y exaltación la Navidad. El nacimiento de Jesús y la llegada de un nuevo año cargado de sueños y propósitos. Los juramentos eran hermosos, nobles.

Al retumbo de las 12 campanadas se comían uvas, se sacaban las maletas a la calle por deseos de viajar, se consumían lentejas en la creencia popular de procurar porvenir. Y en las manos se sostenía dinero en efectivo -que hoy no hay- como simpática brujería para mejor remuneración.

El secuestro de la alegría

Fueron otros tiempos, de discusiones y polémicas, pero de buena vida. Cuando la Nochevieja se hacía peligrosa no tanto por la delincuencia como por los riesgos de imprudentes conductores que iban de casa en casa, visitando y bebiendo; en particular, los que se retrasaban y apretaban aceleradores para recibir “el cañonazo”. Y los que, cargados de licor se exponían a accidentes amaneciendo el primer sol del año. Noche comprometida por tragos, descuidos y amaneceres de “ratones” monumentales.

Nada de eso existe hoy. Aquellos eran gestos y actividades de un pueblo dispuesto a ser feliz, lo cual, -por ahora- no luce posible. No hay colas porque ya no hay diario vivir. Tenemos el deseo, pero no la esperanza de mejorar, de que el viejo año termine de largarse con todo lo malo para que el nuevo nos traiga bueno. Este año nuevo no traerá vida nueva, solo lo recibiremos y sufriremos. Porque quienes controlan el territorio solo saben darnos lo peor.

No habrá en 2021 vida nueva, excepto ajustes de lo que ya sufrimos. La ignominia está en el poder y reclama oportunidad de tener más y algunos quieren complacerlo. No habrá 2021 bueno, a menos que lo peor se considere novedad.

Todo feneció porque el socialismo castromadurista detesta esos símbolos de felicidad, porque triunfa eliminando los mejores recuerdos de la nación. Y cuando dice algo alusivo a las fiestas, suena como un palabreo fastidioso, vacío y mentiroso. Las navidades revolucionarias no se pueden disfrutar. Hay hambre, no hay medicinas, tampoco dinero y sí demasiada miseria.

Los que tienen secuestrada a Venezuela desvanecieron ilusiones, disiparon la fe, malbarataron la confianza y, por si fuera poco, no saben qué inventar para que los ciudadanos olviden la hecatombe.

¿Cómo hacer promesas para el 2021 si nadie cree que será menos malo que el que está a punto de morir?

Lamentablemente se macera un brete político de consecuencias impredecibles, sin poderes públicos autónomos y democráticos, solo continuismo absurdo, ilegitimo e ilegal. Venezuela vive una experiencia amarga que apesadumbra y entristece, se secuestró el futuro de generaciones y la modernidad de una nación. Asumirlo es trágico, doloroso y atormenta. El empobrecimiento y la ruina moral, social y económica es difícil de relatar, y casi imposible describir. Pero superaremos lo peor del presente y construiremos el país que merecemos. Eso sí, sin delincuentes forajidos ni cómplices encubridores.

Porque la esperanza es lo último que se pierde, según el viejo y prerrevolucionario refrán. Con ese destello de ilusión deseamos lo mejor en 2021. Que llegue un año con menos problemas, más tranquilidad, paz activa y no disimulo de la represión; que podamos finalmente ver la luz al final del túnel.

Tal vez lo mal que andan las cosas en estas afligidas y desconsoladas festividades, sea el chispazo para que vayan mejor en 2021.

¡Soñar no cuesta nada!

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Associated Press Dic 31, 2019 | Actualizado hace 4 años
El mundo celebra la llegada de 2020

Personas en todo el mundo se despiden del año viejo y celebran la llegada de 2020 en todo el mundo:

 

Londres

Miles de personas llegaron a las orillas del río Támesis para tener la mejor vista de los espectaculares fuegos pirotécnicos que se lanzarán desde el London Eye y otras sedes cerca del Parlamento.

Las famosas campanadas del Big Ben sonarán para el Año Nuevo aunque han permanecido en silencio la mayor parte de 2019 debido a una extensa labor de restauración.

 

Rusia

Los rusos comenzaron los festejos del Año Nuevo con fuegos pirotécnicos y un mensaje del presidente Vladimir Putin exhortándolos a trabajar juntos en 2020.

Putin mandó su breve mensaje por televisión en vivo poco antes de que dieran las 12 de la noche. La televisora estatal mostró imágenes de los festejos en ciudades en el extremo oriente del país.

 

Indonesia

Miles de personas en Yakarta, la capital, recibieron 2020 bajo fuertes lluvias mientras esperaban el espectáculo de pirotecnia.

Los festejos en las áreas costeras cerca del Estrecho de Sunda se opacaron por una posible erupción del volcán Anak Krakatau, que hace un año arrojó lava poco antes de Navidad, ocasionando un tsunami que mató a 430 personas.

 

Australia

Más de un millón de personas llegaron al Sydney Harbour y áreas circundantes para recibir al Año Nuevo a pesar de la emergencia por los incendios forestales que azotan Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia.

Los fuegos pirotécnicos, programados para las 9 de la noche, se retrasaron 15 minutos debido a los fuertes vientos, pero los juerguistas seguían disfrutando.

Los incendios han arrasado con más de 1.000 casas y dejado 12 muertos en los últimos meses y el estado de Nueva Gales del Sur ha sido el más afectado.

Algunas comunidades cancelaron las celebraciones, pero el popular festejo en el fuerte de Sydney se vio exento de la prohibición total para utilizar pirotecnia que sí aplicó en otras localidades para evitar más incendios.

Hong Kong

Las multitudes se mezclaron con manifestantes a favor de la democracia en las principales plazas del territorio, si bien los festejos se han atenuado debido a las protestas que comenzaron en junio.

La tradicional exhibición de fuegos artificiales en el Muelle Victoria fue cancelada por razones de seguridad y se erigieron barreras y se cerraron vías en el distrito de bares y restaurantes Lan Kwai Fong, para poder controlar a las multitudes.

Los manifestantes se congregaron en centros comerciales en Halloween y Navidad y hubo llamados de formar una cadena humana en centros comerciales además de otras medidas de protesta.

Las manifestaciones, que suelen desatar batallas contra la policía, han afectado al turismo y al comercio. Según cifras oficiales, la llegada de turistas disminuyó 56% en noviembre comparado con el mismo mes el año anterior.

Los festejos de Nuevo Año en Hong Kong reflejan el carácter internacional de la ciudad estado y su herencia como antigua colonia británica. En China continental las celebraciones son reducidas ya que el que se celebra es el Año Nuevo Lunar.

 

Japón

Los festejantes fueron a templos para rezar y colocar incienso, conmemorando el paso del año y el primer Año Nuevo de la Era Reiwa.

Bajo el calendario tradicional japonés, vinculado a las eras de cada emperador, la Era Reiwa comenzó en mayo cuando el emperador Akihito abdicó y su hijo Naruhito asumió el trono.

«Tenemos una nueva era y espero que las cosas mejores, aunque 2019 también fue un buen año porque no ocurrió nada malo», expresó Masashi Ogami, un vendedor ambulante en Tokio.

Había otros quioscos con fideos fritos y manzanas cubiertas de caramelo, además de figurillas de ratón, el animal simbólico de 2020. Debido a que el Año del Ratón marca el inicio del zodiaco asiático, se le asocia con la idea de un nuevo comienzo.

Este año que entra Tokio será anfitrión de las Olimpiadas, evento que ha sembrado gran expectativa en todo el país.

 

Kiribati

Uno de los primeros países en dar la bienvenida a la nueva década fue Kiribati, una nación insular en el Océano Pacífico con 3.200 atolones de coral que se extienden por más de 3 millones de millas cuadradas a ambos lados del ecuador.

Kiribati recibe el nuevo año en la primera línea de la batalla contra el cambio climático, luchando contra la sequía y el aumento del nivel del mar.

En 2020, un proyecto financiado por el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo, el Fondo Verde para el Clima y el gobierno de Kiribati espera llevar agua potable segura a la principal isla, Tarawa, donde viven la mayoría de los 110.000 habitantes de la nación.

 

Samoa

En Samoa, la noche de Fin de Año fue más sombría de lo habitual. Aunque los fuegos artificiales marcaron la medianoche desde el Monte Vaea, en las inmediaciones de la capital, Apia, la despedida de 2019 fue un momento para la tristeza y el recuerdo.

Una epidemia de sarampión se cobró 81 vidas a final de año, en su mayoría de niños de menos de 5 años.

El país, que tiene una población de poco menos de 200.000 habitantes, registró más de 5.600 casos de la enfermedad. Con la epidemia ya contenida, el diario Samoa Observer nombró persona del año a los trabajadores sanitarios que lucharon contra el brote.

«Hemos vivido una extrema tristeza y pesar», dijo el periódico. «Desde la primera muerte por sarampión, el dolor solo se ha agravado, pero en medio de la desesperanza y las lágrimas, también hemos visto lo mejor del ser humano en la respuesta de este país».

 

Nueva Zelanda

Las principales ciudades de Nueva Zelanda entraron en 2020 con los tradicionales espectáculos pirotécnicos. En Auckland, se lanzaron media tonelada de fuegos artificiales desde la Sky Tower, en el centro de la ciudad.

Los neozelandeses despidieron el año viejo sin lamentos.

El 15 de marzo, un pistolero mató a 51 personas e hirió a decenas más en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, en South Island. En diciembre, una erupción en la volcánica Isla Blanca, en la costa este de North Island, mató a al menos 19 visitantes y guías turísticos.

 

Corea del Sur

Miles de surcoreanos llenaron las gélidas calles del centro de Seúl antes de la tradicional ceremonia de tañido de campanas cerca del ayuntamiento para despedir a un agotador un 2019 marcado por los escándalos políticos, la decadencia del mercado laboral y el colapso de la diplomacia con Corea del Norte.

Entre las personalidades seleccionadas para tocar la vieja campana de Bosingak a medianoche estaban el lanzador de las Grandes Ligas Hyun-Jin Ryu y Pengsoo, un personaje con forma de pingüino gigante y voz ronca que se convirtió en una de las mayores estrellas televisivas del año en el país.

El acto en la «campana de la libertad» en el parque de Imjingak, cerca de la frontera con Corea del Norte, se canceló por la cuarentena decretada tras un brote de peste porcina africana.

 

Maduro asegura que logró mantener la estabilidad en el 2019
Maduro le dio la bienvenida al año 2020, el cual asegura que vendrá con nuevas batallas y victorias 
Aseguró que inicia la tercera década de la revolución 

Nicolás Maduro despidió el año 2019 a través de su cuenta en la red social Twitter y dijo que a pesar de todas las circunstancias que ha tenido que vivir en este 2019, tiene «absoluta y plena confianza y convicción en la lealtad en la moral, en el apoyo de Venezuela, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de las instituciones del Estado en unión constitucional». 

Añadió que durante el año 2019 Venezuela logró mantener la independencia, la paz y la estabilidad. Aseveró que con el esfuerzo de todos se logrará el crecimiento y la prosperidad económica en el país. 

Agregó en otro mensaje que el 2019 se cierra en tranquilidad gracias al «pueblo» y al apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Reiteró la importancia de la unión cívico-militar en el país. 

País en hiperinflación 

El pasado 9 de diciembre, el diputado Ángel Alvarado, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), aseguró que inflación  subió en noviembre hasta el 35,8 %, casi el doble del marcador de octubre, cuando se registró un 20,7 %. Esto recuerda a los venezolanos que el país está lejos de superar la crisis económica.

Con ese número, la inflación acumulada -todo el año- pasó al 5.515,6 %, mientras que la anualizada -noviembre de 2018 a noviembre de 2019- se ubicó en 13.475,8 %.

El incremento del índice era esperado, según lo indicado por el parlamentario, puesto que “típicamente ocurre en el último trimestre” de cada año en Venezuela debido al aumento del consumo.

A pocas horas de cerrar el 2019, el presidente Nicolás Maduro dijo que se cierra el año con tranquilidad. 

Metro de Caracas tendrá horario especial en Navidad y Año Nuevo

Este lunes, 23 de diciembre, el Metro de Caracas informó que tendrá horarios especiales durante la Navidad y el Año Nuevo.

Durante los días 24, 25, 31 de diciembre y el 1 de enero, el sistema de transporte cerrará sus puertas a las 9 de la noche.

Mientras que la apertura del servicio comercial el 25 de diciembre y el 1 de enero será a partir de las 9 de la mañana. 

Año nuevo, vida vieja, por Laureano Márquez

personascaminando

 

Cuando un año comienza, parece que uno renovara la esperanza en muchas cosas: en la humanidad, en el propio destino dentro de ella, en la trascendencia del ser humano. También uno renueva la ilusión en cosas mucho más mundanas: un mejor trabajo, un mejor sueldo, un viaje… bueno, un viaje de vainas, pues.

Los venezolanos —y creo que algunos otros gentilicios también— comenzamos el año con la certeza de que todo será peor. De hecho, llevamos demasiados años con esa certeza, que es la misma que ha llevado al 10% de nuestros conciudadanos a abandonar el país en busca de reconstruir la esperanza en otro lugar, lo cual ya es mucho decir, porque para un venezolano no hay cosa más dolorosa que abandonar su casa, su clima, sus playas y sobre todo su paisaje espiritual y humano.

Este año será peor en todos los aspectos. Una sensación de que ningún cambio es posible se apodera de nosotros. Inverosímiles evasiones pasan por nuestras cabezas; ya imaginamos salidas extraterrestres: una invasión del planeta desde el espacio exterior, Dios nos libre. Y es que los venezolanos tenemos tal sino fatal sobre nosotros que es capaz de que se acaba el mundo y Venezuela sigue.

Quisiera ser algo más alentador en este primer escrito del 2018, pero me inquieta —en este comienzo de año— el empecinamiento en la demolición de lo poco que, a pesar de las circunstancias, sigue en pie. Abruma el cinismo. Se adueñaron del lenguaje. Pretenden hacerle creer a la gente que lo nombrado es real, que el pernil de carne y hueso se halla contenido todo él en la palabra “pernil” y que hoy te puedes comer la “p”, mañana la “e” y la “r”, y que el “nil” se puede congelar para la semana que viene. “¡El sol de Venezuela nace en el Esequibo! ¡Nace en el Esequibo!” les oigo decir, mientras la ExxonMobil anuncia nuevas perforaciones en el susodicho. Cuando hablan de que esto es “una guerra de ricos contra pobres”, la mala conciencia salta: ellos son los ricos, los que comen, los que tienen medicina y seguridad. Y la guerra la tienen casi ganada. Incluso palabras tan estimables como “democracia” y “libertad” terminan resonando en sus labios como mofa e insulto.

En su libro Ideología y utopía, Karl Mannheim señala que una de las maneras de entender la ideología es no solo como disfraz de la verdadera naturaleza de una situación cuyo reconocimiento podría perjudicar los propios intereses, sino también como autoengaño. Es decir, “mentiras” que uno se cuenta a uno mismo para ocultar la realidad. En mi modesta opinión, la realidad —contrariamente a la versión oficial— es que el modelo político y económico implantado en Venezuela la destruye cada vez más aceleradamente y la conduce a una peligrosa situación de desesperación.

La pregunta que brota inmediatamente es: ¿por qué alguien tendría tanto interés en acabar con su propia patria, en destruirla? ¿Cuál es la ganancia? ¿Esto es pura maldad o es incapacidad? Uno tiende a inclinarse por lo primero. Mannheim quizá nos diría que maldad y bondad no tienen nada que ver cuando se habla de opresión; que, aunque estemos convencidos de que estas personas actúan por pura maldad, ellas no lo ven así.

Analicemos a los esclavistas, por ejemplo, donde se ve todo más claro: con la mirada de hoy, sabemos que lo que hacían estaba mal, pero ellos estaban convencidos de lo contrario, de que los esclavos eran seres inferiores y conseguían que los propios siervos así lo creyesen. Es el mayor logro de quien somete: lograr que el sometido considere su situación como algo normal.

Apuntaba Marx en Sobre la cuestión judía: ninguna liberación parcial es buena; la liberación del hombre debe ser total. Es decir, la esclavitud, aunque él no lo sepa, oprime también al amo; menester es también liberarlo a él. Es solo en momentos de extrema opresión cuando los oprimidos se rebelan, cuando las opciones son sublevarse o morir y cuando toman conciencia de su poder, porque su opresor nunca dejará de pisotearlos mientras en ello encuentre beneficio y justificación.

La sociedad venezolana llego al límite. Ojalá que desde el Empíreo el Supremo Autor infunda al pueblo un sublime aliento.

@laureanomar

¡El cambio es difícil! por Carlos Dorado

Cambio

 

Ésta es una opinión tan ampliamente aceptada, que muchos no nos preguntamos si es cierta o no; y la mayoría ven el cambio como una montaña difícil de escalar.

Sin embargo; es muy típico que en Año Nuevo, esta misma mayoría haga toda una lista de resoluciones u objetivos a cumplir, los cuales casi siempre terminan fracasando. Las estadísticas nos muestran que el 25% de las resoluciones (de acuerdo a estudios realizados), se abandonan en el primer mes de haberlas planteado, y únicamente aquellos que lo han intentado al menos seis veces, consiguen tener el éxito en lo que se han propuesto.

En las empresas, también son difíciles los cambios y el logro de objetivos, a pesar de todos los libros sobre negocios que presentan fórmulas rápidas, y predican soluciones para los directivos que buscan vías veloces para motivar al personal que se resiste; son libros que se convierten en best-sellers; pero esas fórmulas en la práctica, al igual que las personas terminan fracasando.

Contrariamente a la opinión general y a las estadísticas, el cambio ya sea personal o en los negocios, no debería resultar ni doloroso, ni inalcanzable; y tampoco debe ser una respuesta radical a una situación grave, siempre y cuando se cumpla con dos variables importantes: estar plenamente convencido de que se requiere y debe hacerse, y estar comprometido con el cambio a efectuar, haciendo pequeños pasos constantes y continuos hasta alcanzar el más complejo de los objetivos.

No importa lo grande o pequeño que sea el objetivo, siempre hay un inicio. Helen Keller, la escritora americana sorda-ciega, dijo: “Añoro cumplir una tarea grande y noble, pero mi principal obligación es cumplir pequeñas tareas como si fueran grandes y nobles”. Estar convencido, y saber que un gran viaje comienza con un primer, segundo y tercer paso….son las claves para llegar al objetivo del más largo camino.

Pero aunque parezca simple, el mundo en general odia el cambio, sin darse de cuenta que ha sido el gran impulsor del progreso, y especialmente hoy en día cuando vivimos en un momento de la historia donde el cambio es tan acelerado, que en cuanto empezamos a ver el presente, ya ha desaparecido. La vida cambia; pero… ¿Cuándo cambiamos nosotros?

¿No tengo tiempo? ¿Estoy demasiado ocupado? ¿Mañana comienzo? Son meras disculpas, sin darnos cuenta de que nada ni nadie cambiará, si no cambiamos nosotros. ¿Quieres hacerlo? , ¿Puedes hacerlo? ¡Por qué no lo haces! Mi madre me solía decir: “Carlos, cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede”

En un artículo pasado, hablaba acerca de las expectativas que deben ser reales, y las metas alcanzables; donde tengamos la posibilidad de que se pueden lograr, y no sean disuasorias por su magnitud; ya que a la mayoría les da miedo, y muy pocos afortunados son capaces de transformar el desafío en entusiasmo, y revivir cada vez que están delante de un gran objetivo.

¡Querer es poder, que se pierde al no querer! Y si tenemos sueños; pero no estamos dispuestos a despertar, y a pagar el precio para hacerlos realidad, siempre tendremos que apelar a las disculpas estériles, para auto-justificar nuestra falta de voluntad y constancia, y el compromiso firme de cambiar, para así mejorar nosotros, y la sociedad en que vivimos.

¿Tienes miedo al cambio? ¿No tienes coraje? Como decía Mark Twain “El coraje es resistencia al miedo, no ausencia del miedo”

No busques culpables o excusas, mírate al espejo: ¡El culpable eres tú!

cdoradof@hotmail.com