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Andrés Coles

Analistas no descartan operación de recompra de deuda venezolana por parte del gobierno de Maduro

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Ciertamente el mercado ha reaccionado de manera muy severa a los anuncios del presidente Nicolás Maduro, pero no es el momento de tomar decisiones apresuradas de vender o comprar títulos de Venezuela”, comentó David Osio, CEO de Davos Financial Group.

El comentario de David Osio responde al anuncio hecho por el presidente Maduro sobre la reestructuración o renegociación de la deuda pública de Venezuela y de su empresa petrolera Pdvsa.

La reunión convocada para el 13 de noviembre por el gobierno de Venezuela, para conversar con los tenedores de bonos sobre el futuro de la deuda, terminó sin información concreta.

Los inversionistas salieron de la reunión sin que el gobierno de Maduro definiera si pensaba “reestructurar”, “refinanciar” o “reprogramar” los pagos de la deuda.

Los títulos de la deuda ya se encontraban a niveles que asumían una alta probabilidad de incumplimiento, y al final ese día la firma calificadora S&P Global ratings anunció que Venezuela había incumplido el pago correspondiente al mes de octubre, por lo que el país entraba en default.

Y aunque muchos coinciden en que esta situación llegaría algún día, poca gente se planificó para este evento.

Es por ello, que entre inversionistas se preguntan si el equipo de Maduro cuenta con recursos propios, o de Rusia y China, para solventar el temporal financiero.

 

Un confuso anuncio

A juicio del equipo de analistas de Davos Financial Advisors, la manera como el gobierno venezolano comunicó la decisión es confusa y contradictoria, ya que notifican el cumplimiento con el pago de USD 1.12bn de los bonos PDVSA 17, pero dejan en un limbo la cantidad de intereses vencidos, que aún permanecen en periodo de gracia.

“Como era de esperarse, el mercado adoptó una postura pesimista ante el anuncio, generando movimientos en precio sustancialmente a la baja”, advierte el reporte de Davos Financial Advisors.

Los bonos de vencimiento más corto fueron golpeados severamente mientras que los de mayor duración tuvieron una baja de aproximadamente 10 puntos en promedio, a niveles de 29 centavos por dólar.

En opinión del banco de inversión Nomura, “No podemos descartar las impredecibles excentricidades de la administración de Maduro; pero si pagan el PdVSA’20 y no tenían ningún plan posterior para un default, lógicamente pospondrían el default”.

 

Señales para inversionistas

Si Venezuela realmente planea reestructurar su deuda externa soberana y cuasi-soberana, ¿por qué cumplir con las amortizaciones de los bonos PDVSA 20 y 17 en los últimos diez días por un total de casi USD 2,000 millones?

“Posiblemente la intención es quedar bien con los tenedores de bonos, muchos de ellos proveedores que han recibido bonos en forma de pago para seguir trabajando y personas allegadas al régimen, o iniciar las negociaciones en un ambiente de cumplimiento y buena fe”, indica el reporte de Davos Financial Advisors.

“En todo caso, la posibilidad de que realmente se lleve a cabo una negociación exitosa es muy poco probable”, se lee en el reporte.

El gobierno se encuentra incapacitado para emitir nueva deuda, o refinanciar la deuda existente, en los principales mercados de capitales de Estados Unidos y Europa.

De igual forma, los riesgos legales de entrar en una negociación con los funcionarios designados pueden ser de altísimo costo.

“Tampoco vemos ninguna señal de cambio serio en la política macroeconómica del gobierno, que darían tranquilidad a los inversionistas y mejorarían la calificación de riesgo del país”, explica Andrés Coles, director de Davos Financial Advisors.

 

¿Una jugada pre-electoral?

“El llamado a la reestructuración podría ayudar temporalmente la liquidez doméstica, para reducir la escasez de bienes reforzando la popularidad de Maduro. Esto le permitiría aprovechar una ilusión temporal, para lanzar una convocatoria a elecciones presidenciales anticipadas”, indica Andrés Coles.

No obstante, Coles alerta que eventualmente el país enfrentaría graves consecuencias económicas por la falta de divisas y operatividad de PDVSA, imposibilitando cualquier acuerdo de renegociación serio.

Si este escenario resultara en un colapso del régimen chavista, y abriera las puertas a una transición pacífica y democrática, pudiera existir la posibilidad de que los tenedores de bonos logren una tasa de recuperación más favorable.

Algunos analistas han argumentado que el país podría intentar continuar con el pago de la deuda de PDVSA, con el fin de minimizar el riesgo de no poder cumplir con envíos de petróleo.

El comunicado publicado en el sitio web de PDVSA anuncia la continuación de pagos de la deuda de PDVSA, pero la comunidad inversora no le dio mucha credibilidad al anuncio.

El reporte de Davos Financial Advisors señala que “posiblemente Maduro no se ha quedado totalmente sin dinero, o Rusia y China siguen dispuestos a intervenir. El anuncio pudiera ser simplemente un intento de medir la reacción del mercado a la idea de una reestructuración”.

“Mientras tanto, el gobierno pudiera aprovechar la reacción del mercado para recomprar bonos y reducir su carga de deuda o mitigar el riesgo de bloqueo en las negociaciones con los tenedores de bonos”, comenta Davos Financial Advisors.

 

Qué debe hacer el inversionista

”No es el momento para reducir posiciones. Es preferible esperar a una mayor claridad del escenario antes de tomar una decisión”, enfatiza David Osio, CEO de Davos Financial Group.

En su opinión, el anuncio lleva al país hacia un escenario de radicalización y aislamiento con dos posibles justificativos:  i) Maduro se ha quedado sin dinero y se embarca en un genuino intento de reestructurar las obligaciones externas. ii) El país todavía tiene liquidez y activos, por lo cual el anuncio es un intento de medir la reacción del mercado a la idea de una reestructuración y, mientras tanto, aprovechar precios deprimidos para recomprar bonos.

En opinión de la firma Morgan Stanley, en caso de producirse un default, el mercado ya ha tomado sus previsiones.

“Hay pocas posiciones -volumen de bonos- disponibles para ser vendidas. Creemos que cualquier inversionista grande que haya invertido en Venezuela recientemente, lo ha hecho con una visión a largo plazo y ha contemplado el default como parte de ese escenario”.

Por lo pronto, el equipo de asesores de Davos Financial Advisors sugiere tomar en consideración los siguientes factores:  

  1. No hay buena disposición para una reestructuración sin un verdadero cambio de régimen o de modelo macroeconómico y, sobre todo, en medio de las sanciones internacionales.
  2. Debido a que el incumplimiento se traduciría inmediatamente en dificultades para enviar petróleo fuera del país, Maduro seguirá cumpliendo con el servicio de la deuda de PDVSA bajo un calendario de pagos relativamente ligero durante el 2018 y 2019.
  3. El gobierno se verá obligado a continuar agresivamente la disminución de importaciones, aumentando el riesgo de malestar social y cambio de régimen en el 2018.
  4. China y Rusia han invertido fuertemente en Venezuela, y la contribución marginal necesaria para evitar una cesación de pagos parece baja (aunque se podría decir que estos países tienen ya suficiente exposición a Venezuela).
  5. Precios de los bonos pueden mostrar cierta recuperación, ya que cotizan por debajo de valores de recuperación históricos, aprovechando el alto nivel de rendimiento actual.
  6. Las perspectivas para los bonos venezolanos permanecen firmemente vinculadas a la crisis política del país. La motivación real detrás de recientes anuncios de Maduro, no es clara hasta el momento.
  7. El Departamento del Tesoro de EE.UU. informó que la Oficina de Control de Activos Extranjeros podría evaluar la autorización de nueva emisión de deuda venezolana, si la Asamblea Nacional así lo aprobaba.
  8. Nomura advierte que las consecuencias de un default pueden ser devastadoras para el país, si el incumplimiento de pagos incluye los bonos de Pdvsa, porque tendría un efecto sobre el flujo de dólares que mantienen la economía venezolana.
  9. Adicionalmente, Nomura destaca el impacto que esta crisis de pagos puede tener sobre el flujo de caja del Chavismo, dado que se quedarían sin fuentes alternas de ingresos en un momento político crítico. “Sin duda, pondría a prueba la ya frágil coalición del PSUV y el apoyo a Maduro”.
  10. Solo inversionistas dispuestos y capaces de tolerar grandes pérdidas deben mantener una moderada exposición a los bonos de Venezuela, en el contexto de una cartera ampliamente diversificada. Entre los bonos venezolanos tenemos una alta preferencia por bonos de larga duración y precio más bajo, o aquellos que no tengan cláusulas de Collective Action que permitan una negociación directa en las cortes estadounidenses.
  11.  El efecto de la potencial crisis venezolana sería puntual. Para los analistas de UBS “De interrumpirse el suministro petrolero de Venezuela, los precios sufrirían cierta presión hacia el alza, pero es probable que este efecto dure poco”.