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América Latina

LAS PERSISTENTES TENSIONES COMERCIALES, la inquietud en los mercados financieros y una desaceleración más marcada de lo previsto en varias economías avanzadas llevaron al Banco Mundial a recortar este martes sus previsiones de crecimiento para todo el mundo en 2019, una rebaja de la cual no está exenta Latinoamérica.

Las proyecciones semestrales de la institución indican que el crecimiento mundial va a desacelerarse a 2,6% este año, 0,3 puntos por debajo de lo proyectado en enero, para alcanzar 2,7% en 2020, una cifra también 0,1 puntos por debajo de lo calculado por la institución en su informe de principios de este año.

Espera que el crecimiento de América Latina y el Caribe, con la excepción de Venezuela, sea de 1,7% en 2019, un recorte frente al pronóstico de una expansión de 2,1% formulado en enero. 

El Banco Mundial dejó sin cambios las previsiones de crecimiento para Estados Unidos, para el que proyecta una expansión de 2,5% este año, pero recortó drásticamente las de la zona euro, a 1,2%, una reducción de 0,4 puntos. 

El crecimiento global podría verse aún más lastrado, pues esas previsiones fueron elaboradas antes del anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones provenientes de México. 

El Banco señala que la reducción en América Latina «refleja las complicadas condiciones que afrontan varias de las grandes economías de la región». 

Para Brasil, el Banco Mundial destacó la mejora de las condiciones del mercado de trabajo y del crédito, pero dijo que los indicadores de la actividad siguen siendo débiles, con una expansión de 1,5%, que implica un recorte de 0,7 puntos. 

Con respecto a México, el Banco pronostica expansión de 1,7%, un desempeño que está 0,3 puntos por debajo de lo previsto en enero. 

Argentina sigue en recesión, con una contracción prevista de 1,2%, aunque esta cifra es 0,5 puntos mejor de lo que se pensaba en enero.  

En contraste con ese panorama, destaca las previsiones para Colombia, donde la institución prevé una «sólida expansión» de 3,5%.

Representante especial de Acnur: América Latina no será igual tras migración venezolana

EL REPRESENTANTE ESPECIAL DE ACNUR y la Organización Internacional de Migraciones para Venezuela, Eduardo Stein, aseveró que la región “no estaba preparada” para una crisis migratoria de estas dimensiones, que estima podría durar dos años más.

Stein presentó junto al canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, el estado del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela para 2019, así como los avances y desafíos para atender las necesidades de esta población, como el acceso a alimentos, atención médica, protección y acceso a educación, además de la integración socioeconómica y los esfuerzos realizados en materia de fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos locales.

El representante de Acnur destacó que la crisis migratoria de venezolanos es “de carácter regional” y que “América Latina no volverá a ser la misma cuando esta termine”.

Insistió que la población venezolana que cruza por la frontera está alrededor de 5.000 personas diarias y si este flujo se mantiene a finales del año, se superarán los 5 millones de personas, por lo que volvió a pedir una cooperación internacional mayor a la que se ha estado recibiendo.

La crisis está lejos de amainar y siendo una situación inédita para América Latina, su profundidad e impacto en los países de recibo tiene una serie de demandas sobre los gobiernos de países receptores que muy difícilmente han podido ser enfrentadas”.

Una de las causas de la “monumental” crisis humanitaria es la reducción de la frontera entre refugio, explicó el representante de Acnur y la OIM. “La mayor parte de las personas que salen de Venezuela no están pidiendo el estatus de refugio pero sí entran en una categoría de migración forzada por diferentes causas”.

Destacó que Colombia es el país más afectado por la migración venezolana y “necesita prepararse institucionalmente (en factor humano y financiero) unos dos años más, suponiendo que la solución política que conjurara la solución migratoria se diera mañana, no vemos una solución a corto plazo”.

Por su parte el canciller, Carlos Holmes Trujillo, insistió en que es necesario un cambio político en Venezuela para lograr resultados.

“Colombia seguirá actuando con sentido humanitario, con sentido de solidaridad, con sentimiento de gratitud histórica y vamos a continuar solicitando una mayor movilización de recursos solidarios, entendiendo que dichos recursos deben allegarse para atender a las comunidades de acogida de migrantes venezolanos y los colombianos que retornan a su país”, dijo el canciller.

Rusia cree que Maduro actúo “elegante” ante regreso de Guaidó

EL PORTAVOZ DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES de Rusia para América Latina, Alexander Schetinin, consideró que la decisión del gobierno de Nicolás Maduro sobre el retorno del presidente de la Asamblea Nacional y presidente interino Juan Guaidó fue “muy elegante”.

Destacó que según Rusia las autoridades en Venezuela evitaron la provocación, al no tomar medidas cautelares contra Guaidó. “Pienso que esto muestra la disposición absoluta del Gobierno de Maduro a buscar una solución pacífica sin cataclismos internos”, indicó.

Schetinin hizo las declaraciones tras una misa en memoria del expresidente Hugo Chávez, celebrada en un templo moscovita y consideró que las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, muestran las intenciones de Estados Unidos de imponer su modelo político a Latinoamérica.

“Se trata de algo totalmente inaceptable y muestra que todas las conversaciones sobre el restablecimiento de la democracia en Venezuela son solo una cortina para alinear a todos los países de América Latina en correspondencia con los criterios estadounidenses”, dijo.

En declaraciones a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, indicó que “es otra declaración totalmente alocada del representante de la Administración estadounidense, que tiene la intención de encorsetar a toda la región latinoamericana en su modelo”.

 

EL INSTITUTO CHECO DE DERECHOS HUMANOS Casla, que ha presentado varias denuncias por torturas contra Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI), pidió este viernes a Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, que apoye sus esfuerzos para investigar esos delitos de lesa humanidad.

«Sería un hecho histórico que la nueva Venezuela, esa que usted dirige en estos momentos, dé este ejemplo en la búsqueda de la justicia imparcial», se lee en una carta a la que tuvo acceso EFE y que firma Tamara Sujú, directora ejecutiva de Casla.

La abogada venezolana Sujú indica en la misiva que el apoyo de Guaidó al proceso iniciado en La Haya sería «un primer paso para que dichos crímenes, que no solo son un agravio a la víctima, sino a la Humanidad en su conjunto, no queden impunes».

Casla, un centro especializado en estudios de América Latina que recibe fondos del Estado checo, presentó a la CPI varios expedientes con hasta 600 casos de tortura atribuidos a responsables de Nicolás Maduro.

La corte internacional ha abierto hasta la fecha un «examen preliminar» sobre el caso, paso previo al comienzo de la investigación.

Casla también entregó su documentación sobre torturas a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que la empleó para determinar en un informe casos de crímenes de lesa humanidad.

Dicho informe de la OEA ha sido hasta la fecha suscrito por Argentina, Paraguay, Chile, Perú, Colombia y Canadá, lo que acelera la fase preliminar de la CPI, según Sujú.

La abogada venezolana, que está exiliada en la República Checa, considera que no existen garantías de imparcialidad en el actual sistema judicial venezolano.

«El sistema de justicia venezolano actual necesita ser depurado desde sus bases, buscando la imparcialidad y equidad, la moral y honestidad que deben tener todos sus funcionarios», concluyó Sujú.

CUANDO CIRCULÓ POR PRIMERA VEZ EL LIBRO de José Rafael Pocaterra, hace ya 83 años, usó como título La vergüenza de América. Hoy lo conocemos por los vocablos que lo convirtieron en lectura obligatoria para los venezolanos del siglo XX y de lo que va de siglo XXI, y para millares de destinatarios del vecindario y de latitudes europeas: Memorias de un venezolano de la decadencia. Es una de las obras mayores de la escritura venezolana, por el descubrimiento que hace de las características de la tiranía de Juan Vicente Gómez a través de la descripción de una experiencia personal. La narración de las vicisitudes de un hombre perseguido fue capaz de convertirse en espejo del sufrimiento de la mayoría de los actores de una época marcada por la ignominia de una autocracia bañada en petróleo, a la cual le llovían bendiciones porque había establecido la paz en una sociedad levantisca, o porque se escudaba en la bandera de un progreso material que la colectividad de los inicios del Estado nacional no había alcanzado. La imagen benévola se volvió historia aterradora y motivo de baldón colectivo cuando Pocaterra sacó sus recuerdos de la imprenta. ¿Por qué no volver ahora hacia ellos, cuando el futuro se asemeja a un pasado que parecía muerto y enterrado?

Una de las conclusiones más evidentes que se pueden sacar de la revisión de las Memorias de Pocaterra se relaciona con el predominio de una cúpula caracterizada por la mediocridad, aunque en no pocos casos también por la ignorancia supina. Venezuela fue gobernada entonces por un conjunto de funcionarios incapaces de mirar más allá de sus narices, alejados de las luces y apegados a las solicitudes de sus limitaciones de talento, librería y pupitre. Una docena de figuras que pasaban por doctas y contados burócratas apropiados para la atención de sus funciones constituyeron excepciones ante el predominio de un elenco distinguido por el adocenamiento. Seleccionados por las pinzas de un analfabeto funcional, agujas de un inmenso pajar seco que era el almacén más familiar a la voluntad de quien lo movía, una reunión de individuos minúsculos se ocupó de Venezuela durante veintisiete años. Un almanaque tan largo de permanencia en las alturas permitió que llevaran el rostro y el uniforme del jefe a la tintorería, para afeites generosos, hasta cuando Pocaterra los exhibió manchados de delitos y sangre.

Del trabajo de la adulación surgió la imagen del “hombre fuerte y bueno” que gobernaba, del estadista simplón, pero de sentimientos admirables, que miraba por el bien de la nación; pero el autor se ocupó de sacar la historia del papel de las hagiografías para ofrecer un exploración del conjunto de violaciones de la legalidad, llevado a cabo durante casi tres décadas por instituciones de apariencia republicana; y un itinerario por las prisiones tenebrosas que multiplicaron un clima de depredación hasta el extremo de fomentar una situación de parálisis cívica debido a la cual se sostuvo una de las tiranías más ignominiosas del continente. Gracias a la retentiva precisa de Pocaterra, aparece en toda su magnitud el hedor de las jaulas dedicadas al tormento de los prisioneros, la mayoría individuos comprometidos con la causa de la democracia de orientación liberal, las torturas minuciosas y la muerte ordenada con frialdad por el tirano y por quienes lo secundaban. Sentían que el miedo impedía las insurrecciones y sofocaba las respuestas categóricas, sin pensar en que un escritor memorioso se ocuparía de fijarlas en la sensibilidad del pueblo que anhelaba un destino más elevado.

El pasado no pasa del todo. Su cortejo marcha con lentitud hacia el cementerio, mientras se maquilla de actualidad para que no se observen las arrugas de su cara ni las deformaciones de su interior en el momento del segundo debut. No pocas veces se agazapa entre nosotros y entre nuestra seguridad de hombres modernos y despreocupados que tenemos la seguridad de una inhumación hecha por los antepasados. Hay que buscarlo con cuidado, porque se oculta en los rincones para reaparecer con ropa y vocablos de aparente novedad. Las Memorias de un venezolano de la decadencia pueden ayudarnos en el hallazgo del camuflaje.

 

Colombia responderá la demanda de Venezuela ante OMC

EL GOBIERNO COLOMBIANO ASEGURÓ QUE responderá con «rigurosidad y vehemencia» a la demanda interpuesta por Venezuela ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por supuestas medidas que habrían restringido el comercio de combustibles líquidos.

«Llama mucho la atención que un país como Venezuela, con el que hoy prácticamente no tenemos comercio debido a las múltiples restricciones que nos ha impuesto, sea quien nos demande por supuestas restricciones», dijo la viceministra de Comercio Exterior de Colombia, Laura Valdivieso, citada en un comunicado de su despacho.

Según la demanda, Colombia habría impuesto medidas que limitan la distribución de combustibles líquidos importados desde ese país a municipios y poblaciones de departamentos fronterizos como La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Vichada y Guainía.

«Vale la pena aclarar que las medidas que aduce ese país fueron expedidas entre 2001 y 2008, y una de ellas en 2017, pero sólo hasta ahora ejercen estas acciones legales», señaló Valdivieso.

Venezuela fue tradicionalmente el segundo socio comercial de Colombia hasta alcanzar su máximo histórico en 2008, cuando se exportaron 6.000 millones de dólares a ese mercado.

«En ese entonces, Venezuela representaba el 17 % como destino de las exportaciones colombianas y, después de una caída sostenida, hoy es tan sólo 0.8%», recordó la viceministra.

Agregó que la celebración de consultas que está solicitando Venezuela constituyen la primera fase del procedimiento de solución de diferencias que prevé la OMC.

La etapa está contemplada para que los países precisen el alcance del reclamo o logren una solución por mutuo acuerdo; después de ello, cabe la posibilidad de iniciar la controversia en estricto sentido, detalló la información.

Esta es la primera vez que Venezuela presenta una solicitud de esta naturaleza en la OMC a un Estado de América Latina.

Venezuela sólo había acudido al órgano de solución de controversias de la OMC para presentar un reclamo contra Estados Unidos en 1995.

«En el pasado mes de diciembre instauró un nuevo reclamo contra ese país por supuestas medidas restrictivas al comercio de bienes y servicios y el día de ayer lo hizo contra Colombia, lo que permite deducir un cambio en la política exterior de ese país en lo que tiene que ver con el órgano multilateral de comercio», dijo Valdivieso.

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con el apoyo de todas las autoridades competentes del país, le dará toda la prioridad a este nuevo reclamo contra Colombia en la OMC.

«Venezuela está en todo su derecho de ejercer esta acción y nosotros defenderemos los intereses del país demostrando que no hemos incurrido en ningún incumplimiento a la normativa de la OMC con la rigurosidad y vehemencia que el caso amerita», enfatizó la funcionaria.

¿Cómo será el plan de la ONU para atender a los migrantes venezolanos?

 

 

 

LA ONU PRESENTÓ EL VIERNES EN GINEBRA, Suiza, el Plan regional de ayuda para los refugiados y los migrantes de Venezuela. Estas son las cuestiones claves de la propuesta.

¿Cómo ayudará a Colombia el plan de la ONU para atender a los migrantes y refugiados venezolanos?

El plan con el que la ONU responderá a la migración de venezolanos costará 738 millones de dólares. El 43 % de estos recursos se destinarán a programas de atención en Colombia.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron el viernes el Plan Regional de Respuesta para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, quienes llegan a diario a por lo menos 16 países latinoamericanos y del Caribe.

Se trata del primer plan de esta naturaleza en América Latina y consiste en un programa de acción que ayudará a los Estados de la región a responder de manera coordinada para brindar a la población migrante bienes y servicios básicos, protección contra la violencia y la explotación y facilidades para su integración socioeconómica.

Al divulgarlo el viernes en Ginebra, Eduardo Stein, representante especial conjunto del Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos, señaló que el Plan ha sido “una carrera contra el tiempo por la naturaleza, alcance, ritmo y complejidad de este fenómeno de desplazamiento humano”.

“Hay quienes se refieren a este como un plan estratégico. Creo que debemos ser lo suficientemente modestos como para reconocer que se trata, más bien, de un primer acercamiento a la emergencia, y que no tiene ninguna intención de sustituir a las autoridades, sino de complementar lo que los Gobiernos ya están haciendo”, precisó.

Este Plan cuenta con programas específicos para atender las situaciones de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Los demás países receptores de población migratoria serán cobijados por tres planes subregionales: Caribe, Centroamérica y México, y Cono Sur.

¿Por qué un plan especial para Colombia?

De acuerdo con las agencias de la ONU, Colombia recibe el 50 % de los migrantes venezolanos. Datos de Migración Colombia citados en el Plan de Respuesta indican que, entre 2015 y 2018, el número de personas que migraron desde Venezuela con la intención de permanecer en Colombia aumentó un 2.550 %. En el mismo periodo, los migrantes en tránsito pasaron de 14.000 a 511.000, lo que equivale a un incremento del 3.550 %.

¿A quiénes está dirigido?

Además de los refugiados y migrantes de Venezuela, la población objetivo son los colombianos que retornaron al país, los migrantes en tránsito o pendulares y las comunidades de acogida.

 

¿Cómo será el plan de la ONU para atender a los migrantes venezolanos?

Qué es el G20 y que ganan los países de América Latina con eso

Aunque la final de la Copa Libertadores entre Boca y River no se pudo jugar en Buenos Aires por razones de seguridad, Argentina espera que la cumbre del Grupo de los 20 no sufra contratiempos cuando se lleve a cabo este viernes y sábado en su capital.

Es la primera vez que Sudamérica es sede del G20, el principal foro internacional para la discusión de temas económicos, financieros y políticos.

El grupo está compuesto por la Unión Europea (como ente) y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

Juntos representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional.

El G20 comenzó hace dos décadas con un perfil bajo: un foro de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales. Pero en 2008, en medio de la crisis financiera internacional, se transformó de un segundo a otro en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.

 

La «troika latinoamericana»: Brasil, México, Argentina

«El G20 ofrece una oportunidad única para atraer la atención de líderes e inversionistas hacia la región y poner al día sus perspectivas sobre América Latina», le dice a BBC Mundo Benjamin Gedan, asesor senior del Programa Latinoamericano del centro de estudios Woodrow Wilson International Center for Scholars.

El momento de la reunión es oportuno, explica, dado que los tres países latinoamericanos que son miembros del foro están pasando por significativas transformaciones políticas y económicas.

«Argentina y Brasil, dos de las economías más cerradas del mundo, quieren relevar sus cambios», en una nueva etapa de apertura al mundo, agrega.

Y en el caso de Argentina, «el presidente está buscando inversiones extranjeras que le ayuden a demostrar que las políticas pro-mercado son el mejor camino a largo plazo», dice Gedan, cuando se trata de crear empleo, reducir la pobreza, mejorar problemas de infraestructura y equilibrar las finanzas públicas.

Desde su punto de vista, el resto de la región también se beneficia, en la medida que líderes influyentes de todo el mundo aprovecharán la reunión para visitar otros países latinoamericanos.

Aunque es difícil predecir las ventajas puntuales que cada país puede conseguir con las reuniones políticas y comerciales alrededor de la cumbre, hay expertos que aseguran que las redes de contacto y las gestiones diplomáticas generan beneficios a largo plazo.

«Es una oportunidad para atraer la atención de las potencias hacia la región» dice Stewart Patrick, director del Programa de Instituciones Internacionales y Gobernabilidad Global del Council on Foreign Relations, en diálogo con BBC Mundo.

«El beneficio más importante es el estatus, el reconocimiento de que los tres países latinoamericanos se pueden sentar en la mesa de la política global».

Críticas

Una visión crítica del encuentro la tiene Monica de Bolle, investigadora senior del Peterson Institute for International Economics y directora de Estudios Latinoamericanos y Mercados Emergentes en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.

«No se si los temas que realmente importan van a estar en la reunión. Tenemos una colosal crisis migratoria en la región que ha sido ignorada por la comunidad internacional, simplemente porque no es una guerra», comenta en conversación con BBC Mundo.

 

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