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América Latina

 

Esta semana en el marco de la VIII Cumbre de las Américas realizada en Perú, la crisis venezolana no pasó desapercibida. Y es que cada día que el régimen de Nicolás Maduro pasa en el poder, los problemas para los venezolanos y la región se agravan súbitamente.

Este foro internacional fue el espacio propicio para denunciar el autoritarismo de un régimen acorralado por su ineficiencia. En este sentido, participamos de una serie de eventos, reuniones y protestas donde el grito de libertad se escuchó en todo el hemisferio.

En el Tercer Encuentro de la Red de Parlamento Abierto de ParlAmericas, tuvimos la oportunidad de denunciar el sistemático asedio contra el único poder legítimo en el país, como lo es la Asamblea Nacional. Hicimos entrega al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) una propuesta sobre el “Corredor Humanitario” para brindar ayuda en estos tiempos tan difíciles. Igualmente, intercambiamos preocupaciones con el Senador, Marco Rubio, a quien debo agradecer por su vocería determinada a favor de la libertad y la democracia y su defensa de los pueblos oprimidos de Cuba y Venezuela. En pleno centro de Lima, nuestras banderas ondearon en una manifestación donde muchos venezolanos apartados de sus familias y afectos mantienen la esperanza de volver a su tierra.

Es gratificante saber que la gran mayoría de los pueblos del continente conocen la tragedia venezolana y están dispuestos a brindar ayuda. A muchos de ellos, les afecta directamente el éxodo masivo de venezolanos que huyen del país, generando una profunda crisis migratoria nunca antes conocida en nuestro hemisferio.

Debemos reconocer que los mecanismos actuales que brinda el derecho internacional son limitados ante el desafío de lidiar con un estado criminal. Sin embargo, no es poca cosa, la presión que desde el terreno foráneo ejercen sobre el régimen de Maduro y sus cómplices.

El momento cumbre de esta cita, indudablemente, fue escuchar a la mayoría de los mandatarios de forma decidida y contundente a no reconocer los resultados de las fraudulentas elecciones organizadas por la dictadura a su medida. No se puede participar en ninguna elección cuando hay presos políticos, inhabilitados, partidos ilegalizados y el árbitro electoral descaradamente parcializado hacia el régimen niega el sagrado derecho a elegir libremente.

El mundo cada vez se le hace más pequeño a la dictadura como bien lo dijimos en nuestra última intervención desde la plenaria de la Asamblea Nacional. La salida del Narcoestado es innegociable, solo así lograremos un país de oportunidades para todos.

 

@ArmandoArmas

El abismo de las Américas, por Brian Fincheltub

 

Frente a la tragedia venezolana nadie duda que la comunidad internacional tiene un rol importantísimo en la vigilancia de los valores mínimos que impone la democracia y los Derechos Humanos. Pero no siempre ha sido así, no porque antes hubiésemos vivido en plena democracia, sino porque en Latinoamérica se condena o se premia dependiendo de la afinidad ideológica o no entre los gobiernos de turno.

Me preocupa que conociendo esta realidad haya mucha gente que deposita todas sus esperanzas en lo que afuera puedan decidir sobre Venezuela. Esto es grave, no solo para los cambios que necesita el país, sino para la dirigencia política que debe evaluar sus medios y estrategias de lucha, porque cada vez menos le generan a la población la confianza y la certeza necesarias para siquiera pensar que puede haber una salida distinta a armar maletas o resignarse a morir en Venezuela.

Como clase política y como ciudadanos debemos considerar siempre todos los escenarios, uno de ellos es que nuestra región caiga de nuevo en manos de gobiernos populistas, que frente al drama nacional opten por el silencio y la complicidad que han reinado en gran parte del chavismo. Si hasta el momento la condena internacional no ha logrado que el gobierno ceda en sus intenciones de acabar con la democracia, imaginen lo que significaría un retorno al pasado reciente donde, por ejemplo, organismos como la Organización de Estados Americanos no representaban más que un club de panas.

No se debe sobredimensionar el apoyo externo, sin duda necesario pero a la vez frágil y efímero en una Latinoamérica que está a las puertas de nuevas configuraciones de poder y en un mundo en el que las potencias tienen varios frentes abiertos sin resolver. No podemos hundirnos ni en la dependencia de quien cree que no hay otra cosa que hacer más que esperar o en la resignación de aquel que cansado de esperar se entrega. Eso significa dejar de creer que nosotros somos capaces, eso significa disgregarnos porque si no hace falta luchar no tiene sentido estar unidos, eso significa darnos por derrotados y con tantas razones para seguir esa tampoco es una opción. Ojalá lo entendamos pronto y comencemos a actuar.

@BrianFincheltub

Senador Rubio llena vacío dejado por Trump en Cumbre de las Américas

 

Cuando los presidentes de la región se reúnan en la Cumbre de las América que comienza el viernes, tal vez se sientan tentados de ignorar al vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence y busquen más bien a otra persona que a la que Donald Trump presta mucha atención al elaborar las políticas hacia América Latina: el senador Marco Rubio.

Ante la ausencia de Donald Trump, el legislador republicano desempeña un papel más prominente. Comenzó la semana presidiendo en su país una audiencia senatorial sobre la cumbre, almorzó el jueves con Pence en la Casa Blanca para hablar sobre el viaje y a partir del viernes, tras su llegada a Lima, se reunirá personalmente con media docena de jefes de estado, la misma cantidad que verá Pence.

Trump canceló lo que hubiera sido su primer viaje como presidente a América Latina para enfocarse en las medidas de represalia a tomar contra Siria por un aparente ataque químico a civiles.

En declaraciones telefónicas desde Washington, Rubio dijo que la ausencia de Trump era comprensible, pero también un ejemplo de cómo América Latina a menudo es relegada por asuntos más importantes relacionados con la seguridad nacional. En su ausencia, dijo que él y Pence, que fue seleccionado por Trump para que encabece la delegación de Estados Unidos y es el principal enviado de Washington en la región, trabajarán con los líderes de las Américas para tomar medidas más severas contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien, a instancias de Estados Unidos, es el único líder del Hemisferio Occidental que no participará en el encuentro.

Para los líderes regionales, muchos de los cuales sufrían pensando que tenían que estrechar la mano de un presidente estadounidense que quiere construir un muro en la frontera con México y renegociar acuerdos comerciales, tal vez no podría haber mejor sustituto.

Desde la elección de Trump, Rubio ha influido mucho en la política estadounidense hacia América Latina. Elaboró una lista de funcionarios venezolanos acusados de abusos a los derechos humanos que fue la base de las sanciones que impuso Washington. Exhortó a Trump a dar marcha atrás con la apertura hacia Cuba que dio paso al histórico estrechón de manos de Barack Obama y Raúl Castro en la última Cumbre de las Américas hace tres años. Se espera que el líder cubano esté presente nuevamente, en su despedida de la escena internacional ya que piensa dejar la presidencia este mismo mes.

Además, varios amigos y aliados políticos ocupan cargos clave en el gobierno. Entre ellos el director de la CIA Mike Pompeo, nominado para secretario de Estado, que lo apoyó en las primarias republicanas del 2015, y el ex representante de Miami Carlos Trujillo, nuevo embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos y cuyos hijos estudian en la misma escuela que los de Rubio.

Ahora que Trump amenaza con severas sanciones contra la industria petrolífera de Venezuela en represalia por la insistencia de Maduro en seguir adelante con unas elecciones presidenciales que muchos consideran una farsa, de nuevo se busca su aporte. Rubio dijo que, si bien la Casa Blanca no debe descartar semejante medida, todavía no está del todo convencido de que eso es lo indicado.

“No se puede descartar nada, pero desde ya que no voy a telegrafiar lo que se viene”, expresó el senador.

Rubio, de 46 años, niega tener demasiada influencia en Trump, pero dice que los dos están “instintivamente alineados” sobre la necesidad de promover la democracia en el Hemisferio Occidental. Rubio atribuye a su ascendencia cubana –considera a sus padres exiliados por más de que se vinieron a Estados Unidos antes de la llegada de Fidel Castro al poder– las enseñanzas que recibió sobre cómo combatir la «dictadura” de Venezuela apelando a la fuerza. En su infancia en Miami tuvo muchos amigos venezolanos.

Rubio afirma que Pence está desempeñando un papel vital. El vicepresidente viajó en agosto del año pasado a cuatro países de la región, se reunió varias veces con disidentes venezolanos y presidió en Miami una cumbre sobre seguridad con líderes centroamericanos.

Más recientemente, no obstante, le salió competencia a las posturas de línea dura de Rubio.

La semana pasada el senador Dick Durbin, líder de la bancada demócrata, y el representante republicano Pete Sessions hicieron viajes separados a Caracas, donde se reunieron con Maduro en lo que observadores consideran un intento de limar hostilidades entre los dos países.

“Mucha gente en el Congreso a menudo quiere hacer de enviado especial”, declaró Rubio, para luego exhortar a sus colegas a no quemarse tratando de abrir canales secretos hacia Maduro. “Piensan que van a viajar al exterior, se van a reunir con un líder, sellar un acuerdo y regresar. Pero la verdad es que la política de Estados Unidos hacia Venezuela la dirige el gobierno y ningún miembro del Congreso puede sellar acuerdos en su nombre, incluido yo”.

La reputación de Rubio como alguien allegado a Trump no ha pasado inadvertida en Caracas, donde se burlan de él diciéndole “Narco Rubio” por su obsesión con desenmascarar a funcionarios chavistas involucrados en el tráfico de drogas. Uno de los que más veneno destila es el líder del partido socialista Diosdado Cabello, a quien Rubio describió como el “Pablo Escobar de Venezuela”. Afirmó que si bien Cabello no es uno de los numerosos funcionarios venezolanos acusados de delitos en Estados Unidos, “tenemos algo especial para él”.

El año pasado Rubio tuvo que extremar las medidas de seguridad en su entorno tras recibir amenazas de muerte procedentes de Venezuela.

Como miembro de las comisiones de Inteligencia y de Relaciones Exteriores del Senado, Rubio se ha interesado mucho en el bajo mundo venezolano y sus potenciales lazos con organizaciones terroristas del Medio Oriente. Los venezolanos que tienen miedo de ventilar información explosiva sobre corrupción en su propio país a menudo se la hacen llegar a Rubio, comunicándose a través de canales secretos.

“Dudo que nadie en Washington tenga información más certera sobre Venezuela que él”, afirmó Martin Rodil, director del Consejo de Liderazgo Venezolano-Estadounidense, que llevó a la oficina de Rubio a varios venezolanos que escaparon y quieren cooperar con las autoridades estadounidenses.

Hasta sus detractores de izquierda admiten el peso que tiene Rubio.

“Si bien Trump no siempre va tan lejos como le gustaría a Rubio, está claro que el presidente escucha lo que tiene que decir”, afirmó Matt Clausen, director de la Oficina de Washington para América Latina.

Pero las posturas de Trump contra la inmigración son un obstáculo, según Clausen.

Rubio dijo que, si bien la retórica de Trump no ayuda a conseguir los objetivos políticos de Estados Unidos, se han registrado progresos reales en temas importantes como el comercio y la migración.

“Si soy el presidente de un país y Estados Unidos habla mal de mí, tengo que responder con el mismo tono para no quedar mal en mi país”, dijo Rubio. “Por eso le pido a la gente del gobierno, y también al presidente cuando hablo con él, que se pongan en su lugar y comprendan que ellos también están interesados en resolver el problema de la migración, que no los arrinconemos”.

 

Los venezolanos en Lima, reunidos en la organización Unión Venezolana, convocaron una marcha para  el próximo jueves en Lima, para pedirle a los mandatarios que acudirán a la VIII Cumbre de las Américas un canal humanitario que permita el envío de alimentos y medicinas a Venezuela.

El exdiputado venezolano Oscar Pérez explicó este domingo en rueda de prensa que el día 12 se concentrarán en el Palacio de Justicia para dirigirse a la plaza San Martín, en el centro histórico de Lima.

Informó que allí solicitarán «que se impulse el canal humanitario que permita el pronto envío de medicinas y alimentos para evitar que se muera de hambre la gente en Venezuela».

La movilización, que también expresará su rechazo al presidente de la República, Nicolás Maduro, se realizará un día antes del inicio de la octava Cumbre de las Américas en Lima, a la cual acudirán 31 delegaciones de la región encabezadas por 21 jefes de Gobierno y otras autoridades.

«Vamos a alzar nuestra voz para que se den pasos agigantados que permitan allanar el camino a la democracia en Venezuela», dijo Pérez al Canal N sobre la marcha convocada.

El canciller peruano, Néstor Popolizio, informó que los mandatarios pueden abordar la crisis política y humanitaria en Venezuela en los encuentros privados que sostendrán durante la cumbre y definir algunos acuerdos al respecto.

Popolizio recordó que Lima le retiró la invitación a la cumbre a Maduro después de suspender los diálogos con la oposición y adelantar las elecciones en el país petrolero.

Los venezolanos en Perú han convocado igualmente a una asamblea, el próximo miércoles, en la que participarán el exalcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y los exmandatarios Andrés Pastrana de Colombia y Jorge Quiroga de Bolivia, entre otros invitados extranjeros.

Pérez aseguró que durante sus encuentros y movilizaciones contra Maduro no van a generar «situaciones que vayan a enturbiar» la cumbre en Lima.

Brasil: Lula da Silva se entregará pero insiste en su inocencia

 

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo el sábado a miles de seguidores que se entregará a la policía, pero insistió en su inocencia y en que la condena por corrupción era un medio empleado por sus enemigos para impedir que se presente _y posiblemente gane_ las elecciones en octubre.

En sus primeras declaraciones desde que el juez Sergio Moro emitió la orden para su arresto el jueves, Lula no dijo cuándo ni dónde se entregará. Dirigentes de su Partido de los Trabajadores insinuaron que lo haría en las próximas horas.

El juez federal dio plazo a Lula hasta el viernes por la tarde para que se presentara ante la policía en Curitiba, a unos 417 kilómetros (260 millas) al suroeste de Sao Bernardo do Campo.

Lejos de ello, el dirigente se encerró con sus partidarios en el mismo sindicato metalúrgico que fue la cuna espiritual de su ascenso al poder en uno de los países con mayor desigualdad del mundo.

“La policía y los investigadores del ‘Lava Auto’ mintieron. Los fiscales mintieron”, dijo da Silva, aplaudido por algunos miles de seguidores.

“No les perdono que hayan dado a la sociedad la idea de que soy un ladrón”, prosiguió. Sin embargo, dijo que “voy a enfrentarlos ojo a ojo. Cuantos más días me tengan allá, más Lulas van a nacer en este país”.

Lula asistió por la mañana a una misa en memoria de su difunta esposa en la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, un suburbio de Sao Paulo.

Sin embargo, el plazo se agotó y la policía se mostró reacia a entrar al edificio ante los miles de partidarios del exmandatario que esperaban en el exterior, lo que podría haber derivado en disturbios. El sindicato metalúrgico fue el lugar donde comenzó el ascenso al poder de Lula.

«La intención es no forzar la entrega a cualquier costo, sino seguir la orden de la mejor forma posible, con tranquilidad y sin un espectáculo mediático», dijo el director de la policía federal, Luis Antonio Boudens, en un comunicado.

Dos fuentes cercanas a Lula dijeron a The Associated Press que el ex mandatario no acudiría a Curitiba, sino que estaba considerando si esperar a la policía en la sede sindical o entregarse en Sao Paulo. Ambos hablaron a condición del anonimato al no estar autorizado a compartir deliberaciones internas.

Anna Julia Menezes Rodrigues, experta en derecho penal en Braga Nascimento e Zilio, dijo que la negativa de Lula a entregarse lo convierte en un prófugo. Esto supone que la ejecución de la orden judicial depende ahora de la policía federal, agregó.

La orden de detención de Lula se emitió el jueves, horas después de que el Supremo Tribunal Federal denegó por votación de 6-5 una solicitud de Lula de no ir a la cárcel mientras apela una sentencia que, según él, es sólo una maniobra para impedir que su nombre aparezca en las boletas de las elecciones de octubre.

El juez federal Sergio Moro, considerado por muchos brasileños un héroe contra la corrupción por su labor al frente de la «Operación Autolavado», condenó al exmandatario el año pasado por hacer favores a una constructora a cambio de la promesa de un apartamento en primera línea de playa. El fallo fue ratificado en enero por un tribunal de apelaciones. Lula niega haber cometido delito alguno en ese caso ni en las acusaciones de corrupción en su contra que están pendientes de juicio.

Pase lo que pase, el arresto de Lula supondrá una caída colosal para el hombre que llegó a poder contra pronóstico en una de las naciones más desiguales del mundo. Presidió el país entre 2003 y 2010 y que dejó el puesto con un índice de aprobación superior al 80%.

Como muchos otros asuntos en una nación cada vez más polarizada, la entrada en prisión de Lula se interpreta de forma distinta entre sus seguidores y detractores.

«Lula siempre ha sido así: un delincuente y un radical que no respeta la ley», dijo Edson Soares, un jubilado de 70 años, en un centro comercial próximo al edificio sindical. «Sería mucho mejor que estuviera en prisión».

Antonio Ferreira dos Santos, un albañil de 43 años que participó en la vigilia en el exterior del inmueble, tenía una opinión diferente.

«Lula es uno de nosotros. Sabe lo que es tener una vida dura y quiere más a los pobres que a los ricos», manifestó dos Santos.

El Partido de los Trabajadores insistió en que Lula, de 72 años, seguirá siendo el candidato de la formación para los comicios de octubre. Técnicamente, empezar a cumplir su condena no le obliga a abandonar la carrera electoral. La corte electoral brasileña, el Tribunal Superior Electoral, decidirá sobre las candidaturas en agosto. Se espera que vete al exdirigente en base a la ley que impide la elección de aspirantes con condenas confirmadas, aunque esa decisión podría ser recurrida.

“Ladrón o no ladrón queremos a Perón”, por Laureano Márquez

 

La frase original es realmente: “Puto y ladrón, queremos a Perón”. Pero a uno por estos lados le da cierta cosita todavía meter una palabra así, tan gruesa, en el título de un escrito. Zapata contaba, con mucha gracia, que cuando en esta Venezuela pudorosa en la que uno fue formado, se presentó por primera vez la obra “La puta respetuosa” de Jean Paul Sartre, en Caracas se le puso el nombre de “La p. respetuosa”. Refería Pedro León que una señora de alta alcurnia llegó a un ágape en el Country contando que acababa de ver una obra magnífica de Sartre. Cuando le preguntaron –curiosas sus amigas– por el título de tan portentosa obra –traicionada por el subconsciente– respondió: “la obra se llama ¡la puta r.!”.

Pero volviendo a la frase que nos ocupa, parece que era usada por la resistencia peronista para defender a su líder de ciertas acusaciones, de las cuales la que interesa, para nuestros fines, es la de corrupción. Viene a cuento porque parece que Lula Da Silva está a punto de ir a la cárcel por escándalos relacionados con manejos deshonestos vinculados a la famosa corporación Odebrecht, que dicho sea de paso, está imputada (¡con perdón nuevamente!) en terribles casos de corrupción en muchos países de América Latina, menos en Venezuela, curiosamente.

Uno no es juez ni conoce el caso a fondo como para condenar al Sr. Lula. Lo que sí llama la atención es que simultáneamente a la acusación y casi que gracias a ella, el líder socialista encabeza las encuestas en las preferencias populares para volver a la presidencia para un segundo mandato. Y eso lleva a una pregunta más trascendente: ¿por qué a los latinoamericanos no nos parece tan grave la corrupción?, o dicho de otra forma: ¿será que hallamos en ella una virtud digna de admiración? Recuerdo en mi infancia haber escuchado una frase que se me quedó grabada, creo que porque intuía lo terrible de su trasfondo: “los adecos son buenos porque roban y dejan robar”. Gonzalo Barrios, uno de los legendarios dirigentes del aludido partido, decía también: “en Venezuela no hay razones para no robar”. Otra frase muy nuestra es aquella de: “no me den, pónganme donde ‘haiga’”.

¿Será que en verdad a los ciudadanos al sur del Río Grande no nos importa que los funcionarios se roben los fondos públicos, que convivir con la deshonestidad es parte de nuestro destino? ¿Es una herencia acaso de nuestro pasado hispánico, de ese conquistador aventurero con sed insaciable de oro? Pero Brasil no tiene pasado hispánico y es la cuna de Odebrecht, tan conocida ya, que hasta el corrector le agrega la “t” final cuando te equivocas. En su discurso al Congreso de Angostura –donde tantas afirmaciones lúcidas hizo sobre el destino americano– dijo Bolívar lo siguiente: “Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud….” ¿Será esto cierto todavía?

Piensa uno en estas cosas, porque si tenemos una predestinación a la exaltación de la inmoralidad, quien quita que Caracas sea –nuevamente– el ejemplo que la América toda debe seguir, esta vez por si en algún rincón del continente la decencia levanta su voz. ¿Será que Bolívar aró en el mal?

 

@laureanomar

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 03.04.2018: BAJO: Ni Judas
BAJO
¡ZAPE GATO!

Primero fue el candidato de la izquierda colombiana Gustavo Petro quien dijo que él no se copiaría el modelo izquierdista-chavista-madurista de Venezuela que “ha significado un retroceso espantoso para el vecino país”. Ahora es otro candidato de la izquierda, esta vez de México, Andrés Manuel López Obrador quien ha reiterado que no convertirá a su nación en otra Venezuela:

“Los que no quieren el cambio porque no quieren dejar de robar pretenden asustar diciendo que si ganamos México va a ser como Venezuela, nosotros nos inspiramos en lo mejor de nuestra historia nacional, ni Chavismo, ni Trumpismo, sí juarismo, maderismo, cardenismo, mexicanismo”. Ni Judas ha negado tanto a Maduro como estos otrora simpatizantes de Chávez y de él mismo…

 ¿SE DIERON DE BAJA?:

Tras las vacaciones navideñas fueron cientos los guardias nacionales que no regresaron a sus cuarteles. Muchos salieron por la frontera con Colombia desde el Táchira y Apure y otros por los límites con Brasil desde el estado Bolívar. De allí que a los ahora piden la baja les retengan sus pasaportes y pongan sus nombres en las listas de los puestos fronterizos para evitar su salida. Tratan de ocultar las colas de madrugada en el IPSFA. Ahora se van sin avisar ni cobrar sus prestaciones …

CEO de Odebrecht: Latinoamérica no va a tolerar más corrupción

 

La sociedad latinoamericana aseguró que «no va a tolerar más» corrupción. Indicó que les será cobrada una agenda de transparencia a todos los que se postulen a candidatos electorales, esto con referencia  al intenso ciclo electoral que afronta la región este año, dijo en entrevista con Efe Fábio Januário, consejero delegado de la constructora brasileña Odebrecht.

«Creo que esa agenda, efectivamente, de combate a la corrupción, de intolerancia en ese aspecto por parte de la sociedad, es una agenda que vino para quedarse, no tiene retorno», afirmó Januário.

El ejecutivo señaló que en la actualidad la sociedad es mucho «más crítica» en relación a la corrupción y que esa mayor consciencia «va a estar mucho más presente», en un año en el que varios países, como Costa Rica, Paraguay, Cuba, Colombia, México, Brasil y Venezuela, celebrarán elecciones.

«Naturalmente va a haber un reflejo en esas cuestiones que envuelven elecciones en todos esos países, pero es más una cuestión de la consciencia», agregó.

Tras recalcar que Odebrecht, compañía que se vio envuelta en un escándalo de corrupción de dimensión internacional, es «no partidista» y sin «preferencia política», Januário aseveró que los casos destapados «van a ayudar» en la «maduración del proceso democrático» de los países.

«Creo que la sociedad de los países de América Latina, incluido Brasil, no van a tolerar más actos de corrupción. Sin duda, esos escándalos van a ayudar en la mejoría del proceso democrático en esos países, en la maduración del proceso democrático de esos países. Creo que sin duda eso va a pasar», subrayó.

«Toda la sociedad va a exigir todo ese nivel de transparencia y compromiso a los nuevos gobernantes. Independientemente de cualquier afiliación partidaria, esa es una agenda que efectivamente va a ser cobrada a todos los candidatos», añadió.

Odebrecht protagonizó, junto con otras 15 constructoras brasileñas, el mayor escándalo de corrupción en la historia del país al participar en una red que desvió, por medio de licitaciones fraudulentas y contratos inflados, millonarios fondos de la petrolera estatal Petrobras.

La corrupción en Odebrecht no se limitó a Brasil y se expandió por otra decena de países de Latinoamérica y África, cuyas autoridades investigan el pago de sobornos a sus políticos de parte de la constructora.

La compañía ha cerrado acuerdos de colaboración con la Justicia en Brasil, Estados Unidos, Suiza, República Dominicana, Panamá, Guatemala y Ecuador en los que, además de pagar millonarias multas, reconoció haber cometido los actos ilícitos y se comprometió a no repetirlos.

«Tenemos más acuerdos cerrados, pero existen cláusulas de confidencialidad y no podemos divulgar por respeto a la soberanía de esos países, para que lleven las investigaciones en curso sin ninguna información que pueda obstaculizar las investigaciones», dijo.

«Estamos en negociación con todas las autoridades en todos los países sin excepción», añadió.

Desde el escándalo, Odebrecht inició un profundo proceso de reestructuración y transformación «bastante significativo», dijo Januário, a través de la implementación de una nueva agenda de gobernanza y de cumplimiento normativo («compliance programme»).

En este sentido, la empresa empieza a recoger los frutos tras firmar este mes un contrato con la compañía Furnas, subsidiaria del grupo energético brasileño Eletrobras, el primero con una empresa pública del país tras el escándalo.

«Los problemas del pasado están siendo enderezados», asegura.

El consejero delegado de la división Ingeniería y Construcción del grupo Odebrecht dice que todos esos cambios son para que la empresa pueda «estar preparada para una apertura de capital en el menor espacio de tiempo posible».

«Vamos a estar preparando la compañía para una apertura de capital (…) Podemos decir que en el segundo semestre de 2019 vamos a estar bien avanzados en esa posibilidad. Ella no es un fin, precisamos estar preparados para que sea una alternativa», matizó.

En su opinión, la agenda de cumplimiento normativo es «una agenda de diferencial competitivo» y aquellos «actores de la construcción que no perciban esa necesidad de transformación y que no se embarquen» en ella «van a dejar de existir».