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23 de enero

Fotos | Así luce el sector La Ladera del 23 de Enero este #25Oct tras el colapso de varias viviendas
Nahum Fernández, jefe de Gobierno de Caracas, informó que se activaron tres refugios para para atender a las familias afectadas

Foto: @kadonac

Debido a las fuertes lluvias de este lunes, 24 de octubre, al menos 12 viviendas colapsaron en el sector La Ladera en el Mirador de la parroquia 23 de Enero en Caracas.

Ángel Subero, concejal de la Unidad en el Municipio Libertador, informó el lunes que 42 viviendas resultaron afectadas en general luego del deslizamiento de tierra.

El concejal señaló en su cuenta de Twitter que 162 personas fueron desalojadas. Las viviendas colapsaron específicamente en el callejón Nuevo Amanecer, la Estrella y San Miguel. 

Para este martes, 25 de octubre, el sector amaneció entre los escombros de las viviendas que colapsaron como consecuencia de las lluvias.

A continuación se muestran algunas imágenes de cómo se ve el sector La Ladera a un día de lo ocurrido:

Foto: @kadonac

Foto: @kadonac

Foto: @kadonac

A inicios de octubre, el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (UCV) alertó que los suelos estaban muy saturados en Caracas, debido a la cantidad y número de días de lluvia en septiembre.

La institución advirtió para ese entonces que aumentaba la «probabilidad de movimientos de suelo y deslaves en las zonas con pendientes fuertes».

Se activaron tres refugios para atender a las familias afectadas

Nahum Fernández, jefe de Gobierno de Caracas, informó que se instalaron puestos de comando en la ciudad capital para dar respuesta a las zonas afectadas por las lluvias.

Además, señaló que se activaron tres refugios para para atender a las familias afectadas en el sector La Ladera en la parroquia 23 de Enero, publicó en Twitter El Toque de Diana.

Horas después que ocurrió el colapso de viviendas, el lunes, el concejal Ángel Subero también señaló que se instaló una carpa en el estacionamiento de los bloquecitos donde acudieron algunos desalojados.

Títere ladrón, te sale Tocorón: La amenaza de Maduro contra Guaidó este #23Ene
«Le sale Tocorón, títere ladrón. La justicia constitucional a veces tarda, pero de que va a llegar, llegará, téngalo por seguro el pueblo de Venezuela», advirtió Maduro durante un discurso en conmemoración por los 64 años del 23 de enero de 1958
Por su parte, y en el marco de la sesión solemne del Parlamento de 2015 por el sexuagésimo cuarto aniversario del 23 de enero de 1958, Guaidó afirmó que la ruta del 2022 es «elecciones presidenciales con condiciones lo antes posible”

 

El gobernante Nicolás Maduro prometió que «tarde o temprano» la justicia controlada por su gobierno actuará contra Juan Guaidó, quien hace tres años juró como presidente interino de Venezuela.

«Le sale Tocorón, títere ladrón. La justicia constitucional a veces tarda, pero de que va a llegar, llegará, téngalo por seguro el pueblo de Venezuela. Llegará la justicia, que ha sido el reclamo de ustedes hoy en las calles», expresó Maduro en el marco de la marcha de la «lealtad al pueblo bolivariano» en conmemoración de los 64 años del 23 de enero de 1958.

Más temprano, un grupo de diputados de la asamblea oficialista consignó ante la Fiscalía un documento para pedir «celeridad» en las investigaciones y actuaciones contra Guaidó y miembros del interinato.

«Nos hemos trasladado a la sede de la Fiscalía para exigir celeridad, eficiencia y eficacia en la aplicación de la justicia en contra de Juan Guaidó y la banda parlamentaria que se ha dedicado a violar la constitución, a atentar contra los bienes de la República», dijo a periodistas la diputada Tania Díaz.

Guaidó: «La ruta del 2022 es elecciones presidenciales con condiciones»

En el marco de la sesión solemne del Parlamento de 2015 por el sexuagésimo cuarto aniversario del 23 de enero de 1958, Juan Guaidó afirmó que la ruta del 2022 es «elecciones presidenciales con condiciones lo antes posible”.

“Hoy la dictadura tiene fecha de vencimiento, y Venezuela de renacimiento. Nuestra agenda es la recuperación de la democracia», declaró Guaidó,  reconocido como presidente interino por 50 países, tras afirmar que el año 2022 empezó con la “madurez y reconocimiento” de que todas las fuerzas políticas son necesarias.

Considera que esto se evidenció durante la “histórica” jornada del 9 de enero en Barinas, donde además «la organización y la movilización fueron claves para derrotar al régimen».

Guaidó también convocó a manifestar el próximo 12 de febrero para  «insistir en la exigencia de elecciones libres y justas»

“Si la dictadura pretendía dejarnos guardados en nuestras casas, pretendiendo que iban a eliminar la posibilidad de ese evento plebiscitario, pues que nos encuentre en las calles exigiendo, organizándonos de manera pacífica para ejercer la mayoría unida, preparándonos en cada rincón de Venezuela”.

 

En ese sentido, llamó a la oposición a crear una “alianza poderosa”, por lo que pidió a los dirigentes de los partidos, a la alternativa democrática, a los diputados, a los sectores y a todo aquel que se mantiene firme en la lucha, “organización desde las bases”.

“Tenemos que prepararnos para el objetivo central: elección presidencial libre y justa que nos la deben desde el 2018; pero también nos deben la parlamentaria”. Insistió en lograr un Acuerdo Integral para poner fin a la crisis en el país.

Guaidó insistió en que no ocupa la presidencia interina «por un cargo o una silla» y señaló: «Hemos construido las capacidades y tenemos que ejercerlas”.

Por otra parte, instó a «corregir los errores y a rendir cuentas a los venezolanos». Y en el marco de esa «política de transparencia» sentenció que todo funcionario del Gobierno interino que valiéndose de su cargo se haya beneficiado o beneficiado a terceros, «debe pagar las consecuencias» de tal acción.

Los “mandatos” y el 23 de enero

El 16 de julio del 2017 y el 12 de diciembre del 2020 la sociedad civil realizó dos gestas que merecen el aplauso para sus promotores y voluntarios que las hicieron posibles. Ciudadanos independientes, militantes de partidos  y miembros de organizaciones no gubernamentales participamos por estar conscientes de su importancia como señal de rechazo a la dictadura totalitaria, demandar a la Fuerza Armada defender la Constitución, renovar los poderes públicos mediante elecciones transparentes, exigir el cese de la usurpación de Maduro y realizar gestiones ante la comunidad internacional para rescatar nuestra democracia y atender la crisis humanitaria.

Ante el éxito de ambas consultas, varios políticos y miembros de la sociedad civil han acusado al presidente (e) Guaidó y al llamado G4 de incumplir esos “mandatos”, llegando a tildarlos de traidores a la voluntad del pueblo. Es oportuno tener presente que cuando un general ordena tomar una colina le  proporciona a los soldados fusiles, granadas y morteros. Además, los apoya a distancia con fuego de artillería o con aviación.     

Cabe preguntar si en esas consultas proporcionamos las herramientas para que se cumpla ese “mandato”. ¿Acaso alguien sensato puede pensar que se  lograría con solo aprobar unas peticiones? ¿Entonces, a qué se deben las descalificaciones?

A más de seis décadas del 23 de enero de 1958, fecha del derrocamiento de Pérez Jiménez, es oportuno recordar que el dictador tuvo que irse porque los militares le quitaron el apoyo, aunque fue importante el papel de la sociedad civil. Hay que reconocer y agradecer la resistencia que ofrecieron al régimen varios valientes dirigentes de Acción Democrática que pagaron con su vida, cárcel y exilio la lucha clandestina. Así mismo, dirigentes del Partido Comunista, unos pocos militantes de Copei y de URD, y algunos militares.

El régimen se empezó a derrumbar con la huelga estudiantil del 21 de noviembre de 1957 y con el alzamiento, el 1 de enero de 1958, del teniente coronel Martín Parada y otros aviadores; así como el teniente coronel Hugo Trejo y del mayor Evelio Gilmond Báez, quienes movilizaron los tanques del cuartel Urdaneta. Ese movimiento fracasó fundamentalmente porque no estaba comprometido el Alto Mando, ni oficiales generales o coroneles.

Es necesario tomar en cuenta que, desde la creación del Ejército, la única insurrección militar que tuvo éxito con participación de oficiales de baja graduación fue la del 18 de octubre de 1945.

A mediados de enero de 1958 se profundizó el descontento civil y militar, y hubo un par de intentos fallidos por parte de los militares. La huelga general del 21 de enero y las manifestaciones en las calles de Caracas, convocadas por la Junta Patriótica, aceleraron la conspiración militar. La situación se definió en contra del dictador cuando ese día se pusieron de acuerdo los comandantes generales de la Marina, Ejército y Aviación.

Hoy, numerosos militares están exiliados o fueron pasados a retiro. Además, hay 124 oficiales presos y varios de ellos han sufrido tortura. Lamentablemente, el Alto Mando sigue embarrándose con las violaciones de los derechos humanos y la corrupción de la dictadura. Esta situación dificulta una legítima y deseable insurrección militar para reinstaurar la Constitución. 

Si la Fuerza Armada pareciera no estar dispuesta a intervenir, ningún país ha dado la menor señal de sacarnos las castañas del fuego y la población protesta a diario, pero tiene que abocarse a obtener el sustento, además del temor que infunden los organismos policiales y paramilitares. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Considerando lo anterior y que la Unión Europea, la OEA y el Grupo de Lima pusieron la pelota en nuestro campo, pareciera que la opción es devolvérsela  con el mensaje de que sí queremos negociar, pero para ello requerimos que presionen al régimen para que ceda. Lo ideal sería que se instaurara un gobierno de transición para realizar elección presidencial y parlamentaria. Sin embargo, pareciera difícil lograrlo a corto plazo. Los países amigos no reconocieron la elección presidencial del 2018, ni la parlamentaria de diciembre, por ello no se podía participar.

Próximamente, nos guste o no, habrá elección de gobernadores. Quizá es el momento de evaluar si realmente estos países tienen disposición de presionar suficientemente al régimen. La negociación no puede ser para darle oxígeno. Si el régimen no acepta seguirá vetado internacionalmente, pero de nuestro lado también habrá que ceder.

Muchos dirán que la elección de gobernadores no es lo fundamental. Tienen razón. Pero, si no queremos que el régimen se perpetúe, pareciera que no hay otra opción. ¿Si presentamos buenos candidatos podríamos ganar la mayoría de las gobernaciones? No necesariamente. Dependerá de las condiciones electorales, contar con una organización comprometida que vigile el proceso electoral, con testigos en todas las mesas que obtengan las actas y cuenten las boletas, así como con buenos observadores internacionales.

¿Podría el régimen anular algunos resultados como hizo con Andrés Velásquez, quien ganó la gobernación de Bolívar? ¡Claro que sí! ¿Permitirá el régimen que nuestros gobernadores dispongan del situado constitucional y de las atribuciones que les corresponden? ¡Claro que no! Será necesario que en cada estado se produzcan protestas que lo obliguen a ceder e incluso a dejar el poder. Depongamos las diferencias internas y procedamos a presionar por condiciones electorales adecuadas y a organizarnos para elegir gobernadores, como paso previo a un nuevo gobierno. Lo demás son solo  buenos deseos. A menos que haya un hecho no previsto.  

Como (había) en botica

Una vez más se demuestra las bondades de unir esfuerzos para lograr un objetivo: Runrun.es, en alianza con otros cinco medios de comunicación, obtuvo el Premio Gabo al mejor Texto, por el trabajo Venezuela, el paraíso de los contrabandistas. Felicitaciones.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Asdrúbal Aguiar Ene 08, 2021 | Actualizado hace 1 mes
La Iglesia del 23 de enero

De izq. a der. monseñores Jesús María Pellín, Rafael Arias Blanco y Hortensio Castillo. La torre de San Pedro y gráficas históricas del 23 de enero. Fotos Wikipedia.org, dominio público. Comp. Runrunes.  

@asdrubalaguiar

La política se hace y renace en la plaza pública, su lógica es ciudadana. Bajo los despotismos, medra la resistencia. Es dispersa. Algunos de los suyos ceden en la oscurana presas del miedo, sin luces de libertad, atenazados por el instinto de la sobrevivencia. Es el contexto donde florecen las negaciones, pariente del otro en el que bullen los odios entre los que pierden el poder usufructuado antes en jolgorio de complicidades: Marcos Pérez Jiménez y Pedro Estrada, derrocados, se separan.

Sobre el 23 de enero de 1958 y la predicada unidad de los políticos se vierten cántaros de agua llegado cada aniversario. Ocultan la otra historia, la de su “alma”, que es delta de circunstancias, obra del coraje cural, un deslave de la naturaleza.

Miguel Otero Silva escribe sobre la inmediatez: “Centenares de presos, centenares de torturados, centenares de muertos era, al cabo de nueve años de tiranía, el balance de una oposición heroica pero hondamente dividida”. Ramón Díaz Sánchez recrea el ambiente de conmociones que arranca con el 18 de octubre de 1945, mientras Arturo Uslar Pietri, certero, apunta que “si el 18 de octubre fue el movimiento de un partido y un sector del ejército”, el 24 de noviembre de 1948 un golpe militar seco, el 23 de enero ha sido singular y distinto.

A seis meses del derrocamiento del dictador, sobre el estado del alma venezolana en ebullición, cuando “huye de la oscuridad de la noche”, es cuando la Junta Patriótica, formada por URD y los comunistas, se establece. Luego llaman al COPEI y la clandestina AD; partidos que, una vez superado el puente, se reorganizan y paren sus líderes el Pacto de Puntofijo, para darle salida de largo aliento y estabilidad al huracán incontrolable: “Caracas es una vasta conspiración. Y cada casa de la ciudad una tertulia de conjurados. Se conspira en los barrios residenciales, en los sectores de clase media, y en los bloques obreros”, narra quien será presidente de la Cámara de Representantes neogranadina, el poeta y diplomático José Umaña Bernal.

Frente al despilfarro y el grosero enriquecimiento dentro de la «boutique» caraqueña se disimulan las condiciones infrahumanas en que viven las mayorías. Son los párrocos y el arzobispo Rafael Arias Blanco quienes interpretan esa injusticia y enfrentan la vanidad del dictador.

El Vaticano se activa. Llega a Caracas el cardenal Caggiano y desde el municipio observa que “hay tanta riqueza que podría enriquecer a todos, sin que haya miseria y pobreza”. Arias intima a la organización sindical, para que de ella surja una opción “entre el socialismo materialista y estatólatra que considera al individuo como pieza… y el materializado capitalismo liberal, que no ve en el obrero sino un instrumento de producción”. La invita “a completar lo que aun falta a la paz social”. Enciende la mecha.

Pio XII dedica tres veces su palabra al pueblo venezolano sufriente. En 1956, al canciller de la dictadura le dice, sin concesiones, que solo habrá desarrollo armónico cuando entiendan que el progreso son “elementos otorgados no a una persona exclusivamente sino a toda una sociedad que debe sentir sus provechosos efectos”.

Sorprende al régimen, sí, el cese del silencio de los intelectuales, los hombres de negocios y profesionales. Pasado el alzamiento del 1° de enero, cuando trepidaran sobre Caracas los fuselajes aéreos, firman remitidos antes de la huida del sátrapa: “Es necesario, para la recuperación institucional y democrática de Venezuela, que el gobierno garantice el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos”, mascullan cuidadosos.

La crónica de Gabriel García Márquez en ese momento germinal de nuestra democracia –cuando “ya está el helado al sol” según la descripción de Luis Felipe Llovera Páez – muestra el verdadero rostro de la diosa Tique del destino. El clero es el actor principal.

El arzobispo es llamado por el ministro del interior, Laureano Vallenilla –“no iba a misa, pero conocía los sermones”, escribe El Gabo, y lo hace esperar hora y media para darle una lección. El padre Hernández Chapellín, director de La Religión, ante Vallenilla espeta: “Voy a hablarle como sacerdote, que solo teme a Dios… casi todo el pueblo los odia y los detesta”.

El padre Sarratud sabe que lo buscan. Se entrega a manos del segundo de Estrada, Miguel Sanz. A él y al padre Osiglia de La Candelaria y a monseñor Moncada, de Chacao, llevados a la Seguridad Nacional donde se encuentran Hernández Chapellín y el padre Barnola -el semiinterno- se les acusa de haber instigado el levantamiento.

El padre Álvarez de La Pastora se mueve, para que, al llegar los esbirros por haberle impreso volantes a la Junta Patriótica, ello no impida que los huelguistas del 21 de enero suenen las campanas de la Iglesia. El nuncio apostólico protege a Rafael Caldera, quien sucesivamente viaja al exilio, y al joven oficial Roberto Moreán Soto. Y monseñor Jesús María Pellín, hombre de bibliotecas como el actual papa emérito, sermonea sobre el prevaricato imperante.

El 21 de enero, monseñor Hortensio Carrillo – trujillano, de quien fuésemos monaguillos el actual cardenal Baltazar Porras y este simple escribano – protege en la iglesia de Santa Teresa a los médicos manifestantes. El régimen la profana con sus fusiles y ametralladoras. “Una bomba estalló a pocos metros de monseñor… los fragmentos se le incrustaron en las piernas y con la sotana en llamas se arrastró hasta el Altar Mayor”. Las mujeres “mojaron sus pañuelos en el agua bendita de la sacristía y apagaron la sotana”, reseña quien más tarde será Premio Nobel de Literatura.

“El heroico pueblo de Caracas, con piedras y botellas, descongestionó el sector… el párroco [presa de terribles dolores] experimenta una inmensa sensación de alivio. La misma sensación de alivio que experimenta Venezuela”. La dictadura ha sido derrocada. “El hambre carece de color político, y el dolor y la esclavitud son siempre la tierra de nadie”, precisa Umaña.

correoaustral@gmail.com 

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#MonitorDeVíctimas | Funcionarios del CICPC mataron un chef en el 23 de enero
La madre de la víctima, quien había estado preso por tres años, denunció que el cuerpo de su hijo tenía signos de haber sido golpeado

Francisco Zambrano @franzambranor / Fotografías: Carlos Ramírez

La madre de Abner Romero, de 33 años de edad, no sabe por qué el cadáver de su hijo apareció abaleado en la calle Real del sector La Matica en el sector 23 de enero, municipio Libertador.

Romero, de acuerdo a versiones de la familia recibió un tiro en el pecho de parte de funcionarios del CICPC el pasado 25 de abril en horas de la noche.

La madre de Romero denunció que el cuerpo de su hijo tenía signos de haber sido golpeado.

Romero, quien vivía en Catia, trabajaba como chef en un restaurante de Altamira desde febrero de 2020 y tenía diez años de experiencia en el ámbito culinario. Se había graduado en la Escuela de Artes y Oficios “Cacique Charaima”, en Maracay, estado Aragua.

El chef era oriundo de Acarigua, estado Portuguesa, no dejó hijos huérfanos y estuvo tres años preso en la Comunidad Penitenciaria Fénix en el estado Lara, por el delito de robo.

el futuro de la juventud en sectores populares

Relator de la ONU rechaza investigación penal contra Guaidó

LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS calificó el viernes de “inaceptables” las investigaciones penales abiertas por el gobierno de Nicolás Maduro contra el líder opositor Juan Guaidó.

“Quiero nuevamente mostrar mi rechazo ante la puesta en marcha de investigaciones penales contra Guaidó ya que podrían tener una finalidad política”, dijo en un comunicado el Relator Especial de la ONU para la Independencia de Magistrados y Abogados, Diego García-Sayán.

García-Sayán urgió a Venezuela a adoptar las medidas necesarias para garantizar la independencia judicial, a la que consideró seriamente afectada.

El jurista peruano señaló que cuando el fiscal general Tarek William Saab anunció el 29 de enero una investigación contra Guaidó podría “estar afectando el derecho a su presunción de inocencia, al dar a entender que éste habría cometido actos ilícitos sin que estuviese en marcha una investigación al respecto”.

El Tribunal Supremo de Justicia -controlado por el oficialismo- declaró inválida a la nueva directiva de la Asamblea Nacional el 21 de enero y consideró “nulos” sus acuerdos que declaran a Maduro usurpador de la presidencia.

Luego prohibió a Guaidó abandonar el país y congeló sus cuentas bancarias, mientras William Saab, un cercano aliado de Maduro, continúa las investigaciones en su contra.

Guaidó ignoró la prohibición de salida del país y llegó a Colombia hace una semana. Luego viajó esta semana a Brasil y Paraguay y no ha dado una fecha específica de su regreso al país.

García-Sayán emitió su pronunciamiento una semana después de que Guaidó denunciara ante su despacho que el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía General de Venezuela carecen de independencia judicial y han actuado para intimidarlo.

Guaidó es presidente de la Asamblea Nacional y el 23 de enero se declaró mandatario interino del país alegando que Maduro obtuvo la reelección en unos comicios fraudulentos celebrados en mayo de 2018. Cerca de 60 países reconocen a Guaidó como presidente legítimo, pero Maduro ha reiterado su intención de gobernar hasta culminar su segundo sexenio consecutivo en 2025.

Si desea leer el comunicado completo, puede dar click aquí: Alto Comisionado de las Naciones Unidas

Desde Argentina hasta los Emiratos Arabes, portadas de periódicos en el mundo reseñaron juramentación de Guaidó

Diarios de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Emiratos Arabes, Israel, Irlanda, Países Bajos, Portugal, España, Suiza, Turquía, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, y Uruguay mostraron la crisis de gobernabilidad que padece el país, el reconocimiento de algunas naciones a Guaidó y la ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos planteada por Nicolás Maduro.



En Catia “no hay chavistas ni opositores, sino el barrio arrecho”

A LA CONMEMORACIÓN de los 61 años de la caída de Marcos Pérez Jiménez la antecedió una serie de protestas en el oeste de la capital venezolana. La parroquia Sucre ha sido reconocida por apoyar a los gobiernos chavistas durante años; sin embargo, la noche antes del 23 de enero se quemaron cauchos, se partieron botellas y se lanzaron piedras en varias barriadas.

A las siete de la mañana había calma, pero en la avenida Sucre, justo frente al liceo Miguel Antonio Caro, centro electoral en el que vota Nicolás Maduro, aún se sentía el olor del humo producto de la quema de cauchos. Comerciantes de la zona contaron que la manifestación comenzó cerca de las ocho de la noche; la Policía Nacional Bolivariana no tardó en aparecer, pero el descontento no paró hasta las doce.

Danyerling vive en plena avenida Sucre y nunca había visto una protesta en el sector; quizás por eso no supo qué hacer. En lo que sintió el picor en la nariz por los gases lacrimógenos, agarró a sus dos niños y se fue a casa de un familiar en Altavista, una de las urbanizaciones cercanas.

Allí, los vecinos parecían no haber sido alterados por los disturbios. Jesús Bustamante, residente de la calle Estadio de Altavista, no escuchó ni vio nada. Tampoco esperaba nada de este 23 de enero; ni siquiera pensó en participar en la convocatoria de la Asamblea Nacional, a pesar de ser contrario al Gobierno y haber marchado durante 2017. “No vale la pena salir, no sirve de nada. ¿De qué sirvió todo lo que pasó hace dos años?”

Pero en los barrios El Amparo, Niño Jesús y El Mirador ya están cansados, según Fran, un habitante del sector. Desde la avenida Simón Bolívar hasta el kilómetro 10 de El Amparo, personas de todas las edades salieron de sus casas para protestar en contra de Nicolás Maduro el martes 22 de enero.

Los comercios de las zonas no habían abierto cerca de las 10 de la mañana. Los vecinos hablaban sobre lo ocurrido la noche anterior; incluso alguien expresó que se sentía como en Nochevieja. “Feliz año, vecino, se acabó lo que se daba”. Todos reían.

Fran cree que este 23 de enero será diferente porque los sectores populares ya no aguantan al gobernante: “Mira, éramos uno. No había chavistas ni opositores, sino el barrio arrecho. Ya la gente está cansada”.