Según el médico sexólogo, Carlos Cotiz, Presidente Asociación Venezolana Para la Salud Sexual (Avess), el bajo deseo sexual en una persona puede generar conflictos con la “media naranja” que debe tratarse con ayuda profesional. Esta disfunción se produce por factores orgánicos (hipoandrogenismo, hiperprolactinemia, hipotiroidismo, depresión, consumo de alcohol, drogas, antidepresivos, antiandrógenos, y tumores cerebrales, sobre todo a nivel temporal) o psicógenas (educación moralista, creencias religiosas muy estrictas, abuso sexual durante la infancia, violación, temor al embarazo, parto traumático, primeras relaciones sexuales dolorosas…).
Cotiz explica que cuando una pareja está recién conformada y comienza a tener relaciones sexuales no se sabe cuál es la verdadera frecuencia. Al principio, mientras se produce el efecto llamado “enamoramiento” se liberan sustancias como la dopamina que aumenta las ganas, generando una especie de seudodeseo sexual alto. “El problema sucede cuando pasa el tiempo (después de los 11 meses de inicio de la relación de pareja), hay un declive del enamoramiento, y de sus sustancias, y el sujeto cae en su deseo sexual original (antes de enamorarse), y la sorpresa puede presentarse: “ahora no tengo ganas”, “no era como antes”, “será que ya no lo/la amo”, o simplemente puede decir “aunque me dan ganas no era como antes”.
Según el medico sexólogo, la pérdida del interés sexual, se produce más frecuente en las mujeres. Ellas acuden a consulta porque esa inapetencia sexual les ha traído problemas con sus parejas, quienes las acusan de ser infieles y de reclamarles atención en la cama. Dijo que muchas personas callan el trastorno por temor al abandono o simplemente porque no tienen las habilidades de comunicación adecuadas.“Estas personas suelen sufrir mucho, y con el tiempo, sus evitaciones al encuentro sexual, las hace mentir, como que: hoy no puedo porque me duele la cabeza… estoy cansada/o… tuve un mal día… tengo la menstruación”.
La gran incompatibilidad de deseo sexual acaba con la relación de pareja cuando no hay acuerdos para el acercamiento marital. Por ejemplo, una persona desea tener relaciones sexuales a diario o interdiario, mientras que la otra quiere una vez por semana o cada 14 días. Ambos se atacan y se recriminan, pero lo cierto es que biológicamente no existe tal problema, es decir, ninguno tiene patologías de deseo sexual.
“Lo mejor es decir lo que nos pasa y a tiempo. Buscar la confianza, el momento y el lugar para expresar lo que nos sucede a nuestra pareja. Fingir que no ocurre nada es alargar el problema, y crear emociones negativas que terminarán en dolor emocional”, dijo Cotiz, quien recomienda acudir al profesional para que los ayude a identificar las causas del problema y aplicar los planes terapéuticos que existen contra la anorexia sexual y, que según el especialista, dan muy buenos resultados. Para mayor información acerca del tema ingresar a la página www.drcotiz.com.
