escáneres cerebrales pueden predecir las probabilidades de que un fumador pueda dejar de fumar, según un estudio reciente - Runrun

Según los investigadores, la actividad en la parte frontal del cerebro puede predecir el comportamiento.

Los escáneres cerebrales pueden predecir las probabilidades de que un fumador pueda dejar de fumar, según un estudio reciente.

En él participaron 28 fumadores empedernidos reclutados en un programa de cesación del tabaquismo. Se utilizó la IRM funcional para monitorizar la actividad cerebral de los participantes mientras veían anuncios de televisión cuya intención era lograr que la gente dejara de fumar.

Los investigadores se pusieron en contacto con los participantes un mes después y hallaron que fumaban en promedio cinco cigarrillos diarios, frente a un promedio de 21 al día al comienzo del estudio.

Pero hubo una variación considerable entre el éxito de cada participantes en la reducción del tabaquismo. Los investigadores hallaron que una reacción en un área del cerebro, conocida como corteza prefrontal medial que ocurría al ver los avisos para dejar de fumar se relacionaba con reducciones en el tabaquismo durante el mes siguiente al escáner.

Las investigaciones anteriores realizadas por el mismo equipo sugirieron que la actividad de la corteza prefrontal predecía el cambio en el comportamiento.

En el nuevo estudio, publicado en la edición actual de Health Psychology, «nos dirigimos a los fumadores que ya estaban intentando dejar de fumar y hallamos que la actividad neural puede predecir el cambio conductual, más allá de la propia evaluación del sujeto sobre su éxito», aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Michigan Emily Falk, autora del estudio y directora del Laboratorio de Comunicación en Neurociencia del Instituto de Investigación Social y del Departamento de Estudios de Comunicación de la universidad.

«Estos resultados nos llevan un poco más cerca de poder usar la resonancia magnética funcional para seleccionar los mensajes que más afectarán probablemente el comportamiento, tanto a nivel individual como de la población», aseguró Falk. «Parece que nuestra actividad cerebral podría proporcionar información que la introspección no».