Comer fibra después de un infarto aumenta la supervivencia
Comer fibra después de un infarto aumenta la probabilidad de vivir más tiempo

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Las personas que sobreviven a los ataques del corazón tienen una mayor probabilidad de vivir más tiempo si aumentan la ingesta de fibra, sobre todo de cereales, según una investigación que se publica en «The British Medical Journal». De acuerdo con el trabajo, aquellos participantes del estudio que comían más fibra tenían un 25% menos de probabilidades de fallecer en los nueve años siguientes tras sufrir el ataque al corazón en comparación con los que tomaron menos fibra. De hecho, cada aumento de 10 gramos diarios de ingesta de fibra se asoció con una reducción en el riesgo del 15% de morir durante el periodo de seguimiento.

Los investigadores señalan que afortunadamente cada vez más personas sobreviven a ataques al corazón; por ello, señalan, será cada vez más importante saber qué medidas de estilo de vida pueden tomar junto con su medicación para mejorar sus perspectivas de salud a largo plazo.

Se sabe que el consumo elevado de fibra se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular; sin embargo, hasta ahora no ha estado claro si el hecho de recomendar a los supervivientes de ataques cardiacos un mayor consumo de fibra mejorará sus posibilidades de vivir más tiempo. Los autores de este estudio han analizado los datos de dos grandes estudios –Nurses Health Study y el Health Professional Follow-up Study-. En ambos estudios, los participantes completaron cuestionarios detallados sobre sus hábitos de estilo de vida cada dos años.

Los científicos analizaron los datos de 2.258 mujeres y 1.840 hombres que sobrevivieron a un primer infarto de miocardio en el transcurso de los estudios. Los participantes fueron seguidos durante un promedio de casi 9 años después de su ataque al corazón, durante los cuales 682 mujeres y 451 hombres fallecieron.

Más fibra, menos riesgo

Los participantes se dividieron en cinco grupos de acuerdo a la cantidad de fibra que comían tras su ataque al corazón. El primero fue el que consumió más fibra y sus miembros tuvieron una probabilidad un 25% más baja de morir por cualquier causa en los 9 años de seguimiento que los que formaban el grupo de tomaba menos cantidad de fibra.

Al considerar únicamente las causas cardiovasculares de muerte -infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria-, el primer grupo tenía un riesgo de mortalidad un 13 por ciento inferior al que consumió menos fibra. Cuando los investigadores analizaron los tres tipos de fibras diferentes, cereales, frutas y verduras, sólo una mayor ingesta de la fibra que contienen los cereales se asoció con una mayor probabilidad de supervivencia a largo plazo después de un ataque al corazón, siendo los cereales para el desayuno la principal fuente de fibra dietética.