Denuncias & renuncias acosan a Gadaffi en todo el mundo - Runrun

Mientras mas parece aferrarse al poder que ha detentado por mas de cuarenta años, el coronel Muammar Gadaffi también comienza a sentir que muchos de sus mas cercanos colaboradores estaban esperando una señal de «cambio» para buscar una salida a la dictadura personalista, excéntrica, abusiva, invasora  e insólita de quien se autodefine como «un humilde campesino» y ostenta una de las mas grandes fortunas gracias al petróleo del subsuelo libio.

Ayer uno de sus hijos, Sayf al-Islam al-Gaddafi, designado por su padre como su único sucesor legítimo, amenazaba a los libios con desencadenar una guerra civil y a las pocas horas los aviones de caza y los helicópteros artillados masacraban una buena parte de los manifestantes en Tripoli y Benghazi.

Todo esto ha provocado mas reacciones en contra del líder de la llamada Revolución Verde a nivel internacional. Por eso -y a pesar de que desde la ONU, la Union Europea, Paris, Washington, Bruselas, Roma o Londres hemos oído las criticas a su represión y peticiones para que cesen esas masacres, lo que mas debe impactarnos son otros hechos relevantes en torno a quienes ejercen el mando en el país africano.

Fue así que vimos a cuatro diplomáticos libios renunciar a sus cargos, en países muy importantes, criticando al gobierno de Gadaffi y exigiendo su salida del poder.

El Embajador de Libia a la India, Ali al-Essawi dijo a la BBC su renuncia era por oponerse  a la violenta represión de su gobierno contra los manifestantes. Al-Essawi  fue  un ex ministro en Trípoli y podría ser una figura importante en un gobierno alternativo, en caso de que el presidente Gadafi saliera del poder. El segundo diplomático libio que entregó su puesto fue el Representante Permanente de Trípoli ante la Liga Árabe, Abdel Moneim al-Honi, quien dijo en El Cairo que había dejado su trabajo para «unirse a la revolución» en su país. «He presentado mi renuncia en protesta contra los actos de represión y violencia contra los manifestantes, y me uno a las filas de la revolución,» dijo el Sr. Al-Joni. En China el renunciante y acusador  fue el Segundo Secretario Hussein Sadiq al Musrati, quien anunció su dimisión  en una entrevista con Al-Jazeera, y pidió al Ejército Libio  intervenir en el alzamiento. El cuarto desertor fue Ibrahim Dabbashi, el Embajador de Libia a las Naciones Unidas. Éste pidió también la intervención militar.

Precisamente el día de ayer nos permitió ver a su llegada a la isla de Malta a dos coroneles de la Fuerza Aérea Libia en sendos  aviones Mirage monoplaza. The Guardian cita a Soula al-Balaazi, un activista de Libia en Trípoli, diciendo que aviones de combate abrieron fuego contra los manifestantes en muchas áreas alrededor de Trípoli. El canal de noticias Al Jazeera informó que los dos pilotos son coroneles superiores en la Fuerza Aérea de Libia. Los aviones aterrizaron sin autorización y pidieron reposta de combustible. Luego solicitaron asilo político explicando que la razón principal de su deserción era un rechazo  a la orden que les dieron de disparar contra los manifestantes en Trípoli.

Para conocer algo mas de quien es su familia, además del mencionado heredero Said al Islam al Gadaffi, (quien posee un grupo de medios informativos que incluye televisiones por satélite y periódicos de capital privado. Muy abierto a Occidente) el coronel presidente tuvo otros siete hijos de los que destacan:

Muhammad al-Gaddafi, es apasionado por el fútbol y carece de interés por la política.

El-Sa’adi al-Gaddafi , coronel y jefe de las fuerzas armadas libias. Mantiene buenas relaciones con Muhammad VI de Marruecos y Abdalá II de Jordania.

Aisha al-Gaddafi , quien usa vestimenta moderna occidental y estudia en la Universidad para obtener el doctorado y es opositora al «imperialismo americano».

Hanibal al-Gaddafi , el menor de sus hijos quien fue detenido, junto con su esposa, en Suiza el 17 de julio de 2008, acusado de maltratar a dos empleadas domésticas. Este incidente provocó a finales de julio de 2008 que el coronel Gaddafi suspendiera la venta de petróleo crudo a Suiza, tras las manifestaciones populares de espontáneos libios frente a la Embajada de Suiza en Trípoli para exigir una disculpa del Gobierno suizo.

-En lo que respecta a su sucesión, con el tiempo Gaddafi ha desplazado la candidatura a sucesor del seno del partido gobernante hacia su familia directa. En la actualidad, su hijo mayor Sayf al-Islam al-Gaddafi ya lo representa en eventos oficiales.

Hoy el diario español El País trae una magnifica reseña de su corresponsal Ignacio Cembrero sobre la situación en el país africano. De ella reproducimos estos párrafos:

«……….Mientras, un grupo de oficiales del Ejército libio han urgido en un comunicado a los soldados que «se sumen al pueblo» y contribuyan a la marcha de Gadafi, informó anoche Al Yazira. La televisión señaló además que los militares han pedido a las tropas que marchen hacia Trípoli para incrementar la presión sobre el dictador, informa Reuters.

Los datos fragmentarios sobre lo que es probablemente una gran matanza de civiles llegan a través de los testimonios que recogen las televisiones árabes, sobre todo Al Yazira; de las ONG de derechos humanos y también, sin pulir, a través de Internet, que, curiosamente, volvió a funcionar en parte del país, así como los teléfonos móviles. Sea cual sea la cifra final, parece ya evidente que será en el país menos poblado del norte de África (6,3 millones de habitantes) donde más habrá corrido la sangre.

«Lo que estamos presenciando hoy es inimaginable. Aviones y helicópteros militares están bombardeando un barrio tras otro», aseguraba por teléfono a Reuters Adel Mohamed Saleh, un hombre que se declara activista anti-Gadafi. Según Saleh, los bombardeos se han estado sucediendo «cada 20 minutos» produciendo «muchísimos muertos». Según testigos del grupo Feb17voices, un colectivo que está haciendo llamadas a ciudadanos libios y colgando los audios en la Red para dar testimonio de lo que está pasando, el caos se extiende por la capital.

Trípoli, donde la Fuerza Aérea intentaba aplastar la rebelión civil, ha sido prácticamente la última aglomeración urbana alcanzada por la oleada de protestas, que arrancó el martes pasado en Bengasi, la segunda ciudad del país (un millón de habitantes), y se propagó de este a oeste. La Federación Internacional de Derechos Humanos proporcionó incluso una lista de las ciudades liberadas por los manifestantes, que encabeza Bengasi seguida por Musratha, Tobruk y Sirte.

En paradero desconocido

Cuando Saif el Islam, el hijo designado por Gadafi para sucederle, pronunciaba, el domingo por la noche, un discurso por televisión, se produjeron en Trípoli los primeros enfrentamientos serios. La intervención de Saif el Islam, en la que advirtió del peligro de una guerra civil, tuvo un efecto contraproducente. No amedrentó a los manifestantes, sino todo lo contrario. Los choques se generalizaron ayer en la capital, en la que fueron quemados al menos dos edificios públicos, entre ellos la sede de la televisión y varias comisarias y locales oficiales y de los comités revolucionarios del régimen.

Gadafi estuvo todo el día en paradero desconocido hasta que llegó el momento del discurso televisivo. Su hijo Saif, que no desempeña ningún cargo, parece haber cogido las riendas. Ayer volvió a hablar en televisión y se mostró algo más flexible. Prometió abrir «una investigación» sobre el uso de la violencia, que será presidida por un juez libio.

Si Gadafi sigue aún en el país, como pretendió transmitir con su mensaje, otros se van o renuncian a servirle. Es el caso de dos pilotos de la Fuerza Aérea que llegaron a la vecina isla de Malta y pidieron asilo. Es también el caso del ministro de Justicia, Mustafá Abdelijali, que dimitió para protestar por el «uso desproporcionado de la violencia» contra los manifestantes. Y de una retahíla de diplomáticos que dimiten en cascada, como el embajador adjunto de Libia ante la ONU y su equipo, lo que demuestra la descomposición del régimen……..»