¿Sabotea el régimen la intermediación del vaticano para buscar la paz en Venezuela? - Runrun
¿Sabotea el régimen la intermediación del vaticano para buscar la paz en Venezuela?

LA POSIBILIDAD DE QUE EL VATICANO medie en el conflicto político entre el Gobierno y la oposición venía cobrando fuerza en el país y los partidos lo habían visto bien. Énfasis en ese mediador hizo recientemente el Secretario General de Copei, Roberto Enríquez, quien anunció acciones formales para adelantar esa posibilidad. Unasur también asomó esa eventualidad usando los buenos oficios del Canciller Vaticano, el Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin quien hasta hace pocos meses fue Nuncio Apostólico de Su Santidad en Caracas. Sin embargo, la Santa Sede ha declarado que “es necesario todavía profundizar y tener más elementos para verificar cuáles son las expectativas y las premisas para desempeñar un papel útil. Es lo que se está haciendo en las últimas horas”, dijo hace días su portavoz, el jesuita Federico Lombardi.

Sin embargo pude enterarme por fuentes confiables desde Roma que el gobierno venezolano -el mismo que hizo a Maduro en cadena nacional exclamar: “¡Que venga Pietro Parolin! ¡Que venga!”, dejando entrever que el actual secretario de Estado del Vaticano y nuncio apostólico en Venezuela podía ser el representante en la mesa- ha estado maniobrando por debajo de la mesa para evitar que eso ocurra o por lo menos demorarlo unas semanas más mientras termina de cuadrar y lograr algunos propósitos oscuros que frenarían esa mediación.

Los representantes del gobierno madurista en sus primeras conversaciones con los funcionarios del Vaticano han colocado algunos frenos que por los ridículos parecieran provenir de un plan muy bien montado para tumbar esa intermediación antes de que siquiera sea definida.

Un primer obstáculo es la insistencia venezolana en que se defina bien claro que el idioma de los diálogos debe ser español y no castellano (?) y además debería ser adjetivado como el “de la revolución bolivariana del comandante Chávez”. Los europeos les recordaron que según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela el castellano es el idioma oficial. (el idioma oficial de Venezuela es el castellano, pero se reconocen los idiomas de los pueblos indígenas como oficiales en las comunidades donde son lenguas maternas, pudiendo usarse al igual que el castellano)

La Iglesia desde el primer acercamiento dejó muy claro a los diplomáticos venezolanos que sus dos premisas o exigencias para ayudar a la paz entre los venezolanos deberían ser por un lado la liberación de los presos políticos y por el otro la designación de las autoridades del Consejo Nacional Electoral de acuerdo a la Constitución y las leyes para que no se repitiera la hegemonía e inconstitucionalidad abusada por el régimen de Chávez al designar por su cuenta a 4 de 5 miembros principales y en general colocar un 80% de miembros de su partido PSUV en los cuadros directivos y suplentes a nivel nacional. Les recordaron que cuando la oposición no acudió a la contienda electoral para elegir a los diputados de la Asamblea Nacional en 2005 el gobierno se sintió solo y en la potestad de hacer lo que le diera la gana en esa selección de rectores del CNE. Esos son los que hoy ya tienen sus períodos vencidos.

Como el régimen no da puntada sin dedal viene al caso una pregunta: ¿No será esa demora necia con el lenguaje a usar un ex profeso retardo para así dar pie a elegir desde ya –Diosdado Cabello lo anunció hace tres días- a las autoridades electorales antes de que se firme o se acuerde con el Vaticano su mediación?.

Cuando se ha pensado con malicia en estos 15 años se ha acertado. Pienso ahora que el comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana pudo haber sido una respuesta a ese engaño que buscan para hacer tiempo y que de ser aprobado el diálogo supervisado por la Iglesia la designación del CNE haya sido un hecho cumplido y no se obligue a un giro democrático que no quieren Maduro y sus adláteres pues piensan que así pierden el control de las elecciones.

Esta fue la nota que recogieron varias agencias cablegráficas y medios de comunicación globales cuando se dejó colar la posibilidad de la intermediación Vaticana y que recogió hoy el diario Panorama de Maracaibo:

“La posibilidad de que el Vaticano medie en el conflicto político entre el Gobierno y la oposición cobra más fuerza en el país y los partidos lo ven bien. Sin embargo, la Santa Sede ha declarado que “es necesario todavía profundizar y tener más elementos para verificar cuáles son las expectativas y las premisas para desempeñar un papel útil. Es lo que se está haciendo en las últimas horas”, dijo hace días su portavoz, el jesuita Federico Lombardi.

Del asunto ya se comenzó a hablar y aunque una invitación oficial estaría en “veremos” tras el hecho que la cúpula de la Iglesia católica del país hizo público un comunicado con duras críticas hacia el Gobierno del presidente Maduro por la “implementación del Plan de la Patria” son varios los dirigentes políticos que observan en el Vaticano una posición más neutral y equilibrada.

Una fuente partidista de la oposición asegura que “una cosa es la Iglesia y otra la activación del Nuncio Apostólico representado por el Papa”. “Aún vemos útil que sean los representantes del Vaticano los que vengan porque su presencia podría hacer que se convierta en el tercer testigo de buena fe que le recomendó la comisión de la Unasur a Maduro para agilizar el diálogo”, dijo.

El viceministro de Relaciones Exteriores para Europa, Calixto Ortega, quien estuvo a petición del canciller de la República Elías Jaua en las reuniones de la Unasur, en Caracas, señala que la tesis de que el Vaticano se sume como testigo al diálogo en el país suena cada vez más.

“La verdad es que yo creo que los venezolanos, en su gran mayoría, vemos gran satisfacción esa disposición del Vaticano en querer ayudar al país, luego que a partir de los eventos de 12-F se desatara la violencia y los demonios en Caracas con unos resultados lamentables y tristes acompañados de mecanismos antidemocráticos y guarimbas que terminan afectando tanto al chavismo como a la oposición”.

“Se ha querido promover una salida violenta e inconstitucional del presidente Maduro pretendiendo derrocarlo cuando está en Miraflores de forma legítima; pero a pesar de todo eso el mismo Presidente ha hecho todos los esfuerzos para establecer un diálogo sincero y hemos visto que ese mecanismo y llamado a la Paz pudo más que la violencia”.

Ortega recordó que “la MUD se reunió con la Unasur y eso fue un avance”. “Todavía falta que otros dirigentes se sienten, se resisten. Pienso que la presencia del Vaticano como mediador contaría con la complacencia de las partes involucradas y una vez que se establezcan los mecanismos con la Unasur se podría decir que el Nuncio Apostólico funcionaría como un testigo de buena fe”.

Al consultarle si este tema estará en la agenda de la Unasur la próxima semana cuando vuelvan a Caracas, Ortega indicó que “eso es algo que le corresponde establecer a los propios cancilleres, pero la lógica indica que se va a tratar y a resolver”.

El diputado por Primero Justicia, Juan Carlos Caldera, opina que “la voluntad expresada por el Vaticano de ayudar a los venezolanos y que siendo aceptada por ambas partes es una buena noticia para el país”. “Yo creo que de esa manera estaríamos reconociendo al tercero que la situación actual necesita para avanzar en la solución de la profunda crisis que se vive”.

Sería la primera vez, que en Venezuela, se tuviera que aceptar la mediación del Vaticano para alcanzar un consenso nacional tras una crisis política y económica. En 2013, el Papa Francisco recibió en la Santa Sede tanto al presidente Maduro como al líder opositor y ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, por lo que podría decirse que ha estado muy pendiente de lo que ocurre en Venezuela.

Maduro se ha expresado, en televisión: “¡Que venga Pietro Parolin! ¡Que venga!”, dejando entrever que el actual secretario de Estado del Vaticano y nuncio apostólico en Venezuela podía ser el representante en la mesa. Pero no ha fijado posición por las declaraciones y criticas recientes que la Conferencia Episcopal manifestó públicamente”.