En Sidor se desaparecen las cabillas y las comercializan terceros con apoyo Rojo Rojito - Runrun

ENTRE EL TRAYECTO QUE HAY de Sidor en Ciudad Guayana a Ferresidor en Ocumare del Tuy se desaparecieron doce gandolas de cabillas, cada una con 16 atados de cabilla, con un peso de 28 toneladas y con un valor de mercado de BsF. 50.000 igual a 50 millones de los viejos bolívares cuyas monedas y billetes aún circulan en el territorio nacional.

Según reportó ayer en El Mundo Economía&Negocios la colega Carnen Carrillo la dirección de protección industrial de la empresa pública ordenó ya la investigación  para saber su paradero. Lo mas agrave es que el modus operandi se viene repitiendo desde hace meses en medio del envío diario de 400 gandolas.

El año pasado, en mayo, la Guardia Nacional con sus funcionarios adscritos al Destacamento 88 con sede en Puerto Ordaz y la CVG, ya habían recibido la denuncia de que unas cabillas industriales destinadas a la represa de Tocoma habían sido compradas por la empresa Maerce y las cabillas en cuestión estaban dentro de las instalaciones de la empresa Vergara Group Metal.

Inmediatamente del decomiso el propietario de VGM acudió  a tribunales solicitando un amparo pues se lesionaba su patrimonio. Exigía indemnización en cabillas o en dinero en efectivo.

Como nunca presentaron los de VGM sus facturas originales de compra se siguió la investigación hasta determinar que dos empresas constructoras de grandes proyectos como son Odebrecht de Brasil y Vinccler OIV de Venezuela, ésta última encargada de la obra en Tocoma, habían reportado robos de cabilla con anterioridad al hecho investigado.

Las complicidades y negociaciones entre diversos factores con el único fin de robar a la Nación se repiten a diario en esta llamada » robolución». Las pesquisas descubrieron  que hasta por la Internet se venden las cabillas sustraídas a Sidor y otros clientes de la Siderúrgica. El informe habla de la venta por terceros obteniendo enriquecimientos ilícitos amparados en las empresas del Estado. En un aparte del documento señalaron que la empresa Maerce no está incluida en el registro de contratistas o clientes de Sidor, por lo tanto no pudo haber comprado esa cabilla allá.

También se consiguió en la investigación que grandes lotes de cabilla que iban a ser enviados a diferentes Consejos Comunales fueron desviadas sin explicación por instrucciones de la dirección de comercialización que habría decidido darle otros usos.

Continuando con las irregularidades en Sidor se supo, de buena fuente, que el mercado negro de las cabillas está creciendo pues el precio del material ya va por un 80% por encima.

Lo mas grave del caso es que todas estas denuncias, con el pasar de los años, han sido del conocimiento de los ministros Rodolfo Sanz y José Khan así como de las diferentes directivas de Sidor pero nada se ha hecho debido a que hay una relación directa con el sector oficialista que tiene sus intereses establecidos en el negocio de la cabilla y lo han manejado a su antojo contando con el «visto bueno» rojo rojito al mas alto nivel gubernamental.

Otra vez el llamado doble lenguaje hace de las suyas.  Y las cabillas que no se consiguen al precio establecido tampoco llegan a los constructores que el régimen acosa.