Venezuela sin Chávez - Runrun
Sendai Zea Ene 17, 2013 | Actualizado hace 5 años
Venezuela sin Chávez

BAJO ESE TÍTULO el equipo periodístico del portal argentino Perfil.com presenta un especial dedicado al fenómeno Chávez en Venezuela, así como las múltiples variables a analizar mientras el Primer Mandatario continúa su recuperación en La Habana.

Sin desperdicio todo lo que destaca el trabajo multimedia que en siete secciones desdibuja la trayectoria política de Chávez (Línea del tiempo), el posible relevo político (Los Sucesores), sus victorias electorales (Mapa electoral), probabless escenarios (Posibles perspectivas), su cercanía con líderes de la región (Radar de Chávez), entre otros.

Rescataré el punto de Los Sucesores:

El comienzo en Venezuela de un nuevo mandato presidencial sin Chávez en el país, aunque revalidando su cargo a distancia, genera gran expectativa. A nivel nacional, el socialismo venezolano deberá adaptarse a la falta, temporal o absoluta, de su máximo líder, sin perder el terreno ganado en las últimas elecciones. En el ámbito internacional, la inestabilidad política y económica en ese país no haría más que provocar desconfianza en el mercado petrolero y en los bloques regionales que, como Mercosur, sumaron a Venezuela como nuevo miembro en los últimos años.

A pesar de la expresa herencia que Chávez dejara en favor de su vicepresidente, Nicolás Maduro, antes de viajar a Cuba, las vida política del país tendrá tres caras: el diplomático Maduro, el encendido titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y el discreto Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa. De ellos dependerá la transición.

Nicolás Maduro

El vicepresidente y canciller venezolano es hoy, a nivel mediático, la cara más visible del neochavismo. Con 50 años, ha asumido las riendas del gobierno desde diciembre y cuenta con plenos poderes para dictar decretos y tomar todo tipo de medidas económicas.

Con un perfil mucho más discreto que el de su predecesor, hace gala de una mesura que lo han hecho subsistir en el Ministerio de Relaciones Exteriores durante los últimos seis años.

Exchofer del Metro de Caracas, llegó a ser uno de los referentes de su sindicato. En los ’90, se sumó a las filas del Movimiento V República, partido que llevó a Hugo Chávez a ganar sus primeras elecciones presidenciales, en 1998. Según aseguran, fue su esposa, la procuradora general Cilia Flores quien lo presentó con los principales dirigentes chavistas. La mujer cuenta con una experiencia política mucho más extensa que la de Maduro: antes de llegar a la Procuraduría General, integró el equipo de profesionales que logró el sobreseimiento de Chávez en 1994, fue diputada, jefa de la bancada del PSUV en el Parlamento y presidenta de la Asamblea Nacional.

Por indicación del propio Chávez, es Maduro quien deberá presentarse como candidato oficialista ante un eventual llamado a elecciones presidenciales.

El vice venezolano comenzó su carrera en la función pública en los ’90, como representante gremial en la empresa estatal del Metro. En 1999, como diputado en la Asamblea Constituyente, con la cual se sancionó la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Luego, fue diputado y presidente de la AN.

Como canciller, tuvo un activo rol en el abordaje de los repetidos conflictos entre Venezuela y Colombia por el resguardo de células de las FARC en territorio colombiano. Además, es uno de los promotores del posicionamiento venezolano en la industria petrolera, al punto de convertirse hoy en uno de los funcionarios más pro-cubano en el Gabinete bolivariano.

Diosdado Cabello

El presidente de la Asamblea Nacional se ríe de los pedidos de la oposición para que asuma la presidencia temporal. «¡Quién diría!», exclama quien hoy aparece como la encarnación de la esencia del chavismo original. Reelecto al mando de la AN el 5 de diciembre, Cabello deberá asumir interinamente el cargo y convocar a elecciones anticipadas, en caso de que se decretara la falta absoluta del jefe de Estado venezolano.

Con 49 años, este exmilitar participó junto a Hugo Chávez del fallido golpe de Estado en 1992.

Cabello fue uno de los fundadores del oficialista PSUV, tras la disolución del MVR. Durante la primera presidencia de Chávez, ofició como ministro de la Secretaría de la Presidencia, vicepresidente, ministro de Interior y Justicia, director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y ministro de Obras Públicas.

Por años, gobernó el estado de Miranda, hasta 2008, cuando fue derrotado por el líder del MUD, Henrique Capriles Radonski.

Además de tener una sólida relación con los gobernadores, el funcionario conoce de cerca las crisis institucionales del país: no sólo participó junto a Chávez en el frustrado levantamiento militar del ’92, sino que asistió al mandatario en el levantamiento de 2002. Durante algunas horas, Cabello asumió la Presidencia de la Nación, tras la renuncia del empresario Pedro Carmona.

A tan sólo un mes del viaje del jefe de Estado venezolano a Cuba, las internas entre Cabello y Maduro no se hicieron esperar. Y, a pesar de que ambos funcionarios prometen actuar en bloque ante los ataques de la oposición, han mantenido sucesivas reuniones tanto en Caracas como en Cuba, siempre acompañados por otros funcionarios nacionales.

De momento, Cabello se aferra a la Asamblea, y desde allí da batalla, tanto contra quienes no lo apoyan en el PSUV como contra la oposición. «Si esta Asamblea Nacional creen ellos que la van a usar como un sitio de conspiración los vamos a enfrentar en el terreno que ellos quieran, no hay conciliación posible con esa derecha perversa», aseguró días atrás. «¿Diálogo? llaman al diálogo ellos, un diálogo mentiroso, el diálogo lo tenemos nosotros con el pueblo en la calle, con los más pobres, con los que nunca han sido atendidos, el diálogo es directo del Comandante con el pueblo», aseveró.

«Sería una traición permitir que en la Asamblea Nacional haya espacio para la contrarrevolución», remarcó el exmilitar.

Rafael Ramírez

El ministro de Energía y Petróleo, y presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), es una de las figuras con más peso y menos notoriedad mediática en la política venezolana.

El ingeniero Rafael Ramírez Carreño tiene un perfil eminentemente técnico. Lleva adelante la cartera de Energía desde 2002, y la presidencia de la compañía estatal de hidrocarburos desde 2004. Cercano a Maduro, fue uno de los primeros en mostrarse junto al vice tras la cuarta operación del presidente Chávez.

Amparada en un marco legislativo propicio para su expansión, y de acuerdo con el plan de actividades 2005-2010, Pdvsa se mueve en dos terrenos: financiar la maquinaria chavista, en especial en cuanto a planes asistenciales, y reafirmar el espacio de Venezuela en el mercado internacional petrolero.

Quien quiera que se proponga conducir el Ejecutivo venezolano dependerá de los dividendos de la compañía, que desde los últimos ocho años financia la mayor parte de programas sociales y educativos del gobierno bolivariano.

«Que no se equivoque nadie. Pdvsa está con Chávez y con la revolución», afirmó Ramírez, durante un acto oficial días atrás. en un acto con los trabajadores del sector que fue televisado.

«Somos 100 mil trabajadores que manejan la industria. Nosotros bajo ninguna circunstancia, vamos a permitir que esta industria sea arrebatada al pueblo y entregada al imperialismo como sucedió hace 100 años», arremetió el ministro, en la misma línea confrontativa que el resto del Gabinete. «No será en nuestras manos que se pierda la revolución bolivariana. No vamos a permitir que se atente contra la revolución», sentenció.

 

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