Todos los lados de una noticia... Chávez vs. Andreina Flores - Runrun

EL ATAQUE DE CHAVEZ A UNA PERIODISTA EJEMPLAR TRAS NO SABER CONTESTAR ¿POR QUÉ CON MAS VOTOS LA OPOSICIÓN SACÓ MENOS DIPUTADOS?

Anoche en rueda de prensa con corresponsales extranjeros, perfectamente filtrados como en otras ocasiones, el presidente Hugo Chávez lanzó una cadena de 90 minutos para “dar la cara” al electorado venezolano tras las elecciones del domingo que  dieron estos resultados en número de votos según el propio CNE:

MUD+PPT: 5.628.488 votos

PSUV+PCV:  5.399.390.

Hago este preámbulo para reseñar lo acontecido en ese evento dentro del Palacio de Miraflores. El ministerio de Información pre-selecciono “por sorteo” a cuatro periodistas para que hicieran sus preguntas al Comandante Chávez. Seleccionaron a un cubano, un ruso, uno de Telesur y a la periodista de Radio Francia Internacional Andreína Flores. Esta joven colega además es corresponsal de RCN de Colombia.

Su pregunta en torno al número de diputados logrado por el gobierno en comparación con los de la oposición molestó de tal forma al presidente que durante más de 20 minutos lo que hizo fue injuriarla e irrespetarla mintiendo además al acusar a Radio Francia de no haberle dado cabida a un derecho a réplica exigido por él. Luego continúo por más de 30 minutos tratando de explicar tras haberle pasado una “chuleta” el alcalde de Libertador y ex presidente del CNE Jorge Rodríguez. Lo único que dijo Chávez fue que ese reordenamiento había ayudado a la oposición en el Zulia.

Su molestia, rabia más bien, era notoria. Poco le falto para que le saliera espuma por la boca. Sus gestos lo delataron. Pareciera que se ofendió cuando supo que no era una extranjera y que si conocía lo que aquí acontece en los últimos once años. Era su compatriota.

La periodista se quedó firmemente apegada a sus preguntas, ya que añadió otra sobre lo decidido en Colombia contra la Senadora Piedad Córdoba y su suspensión pedida por la Procuraduría colombiana por relacionarla con la guerrilla de las FARC.

Detrás de ella estaba Eva Gollinger, la abogada que se presume periodista, tarifada por el gobierno como “escritora e investigadora de las páginas desclasificadas del gobierno estadounidense” quien se reía todo el tiempo con Chávez.

Abajo describo varias cosas importantes para entender lo que pasó en Miraflores. Debo señalar que Andreina fue abrazada y saludada al final por sus colegas presentes. El respaldo se lo dieron no solo por las groserías presidenciales sino por un ataque falso, directo a ella y sus medios, por parte de un periodista contratado por Chávez para promocionar su revolución por América latina, Luis Bilbao, quien dirige una revista chavista desde Caracas.

LO QUE DICE LA PAGINA DE RADIO FRANCIA INTERNACIONAL SOBRE LA PREGUNTA DE ANDREINA FLORES

(http://www.espanol.rfi.fr/americas/20100928-el-presidente-hugo-chavez-critica-rfi)

El presidente Hugo Chávez critica a RFI

Por RFI

Interrogado acerca de los resultados de las elecciones legislativas, el presidente venezolano Hugo Chávez acusó a este medio de transmitir mentiras e intentó humillar a su corresponsal en Caracas. Radio Francia Internacional respondió a los cuestionamientos vertidos por el mandatario.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuestionó el lunes en duros términos a RFI y a su corresponsal en Caracas, Andreína Flores, durante una reunión con medios internacionales en el Palacio de Miraflores, un día después de las elecciones legislativas.

“Usted ha hablado de 5,4 millones de votos para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) contra 5,3 millones de la Mesa de la Unidad Democrática y la diferencia entre ambas cifras es de apenas 100.000 votos. Para muchos, sobre todo para aquéllos que nos escuchan en otros países, es difícil de entender que obteniendo casi el mismo número de votos que el PSUV, la oposición haya alcanzado 37 escaños menos. Me pregunto si se estaría confirmando la tesis de la oposición que sostiene que la redistribución del peso de los circuitos electorales se hizo con toda la intención de favorecer al PSUV, o quizás, pero todavía peor, el voto del PSVU sería el que vale por dos”.

La pregunta de Andreína Flores desató una andanada de críticas del presidente venezolano, que intentó eludir la respuesta, prefiriendo atacar a RFI y a su periodista.

Chávez acusó a RFI de “transmitir mentiras sin rubor” y de falta de ética, al tiempo que culpó a Andreína Flores, de nacionalidad venezolana, de desconocer la Carta Magna venezolana.

“Yo creo que tú no la conoces porque la respuesta está ahí. Tu pregunta me deja ver que ignoras un poco de cosas”, señaló.

La corresponsal de RFI le recordó al mandatario que en este caso que ella conociese la Constitución resultaba irrelevante, puesto que se trataba de explicar los resultados electorales a una audiencia extranjera.

Pese a la claridad de la periodista de RFI, Chávez acusó a Flores de “hacer una pregunta configurada de manera extraña”, “gelatinosa”.

“No tiene fundamentación lógica. Pareciera que tú ignoras totalmente, como si vivieras en la luna, por esto te he preguntado de dónde tú eres, Andreína”, dijo Chávez.

Por momentos, el mandatario ensayó el inicio de una respuesta a la pregunta inicialmente formulada por RFI. Buscaba entre sus papeles, empezaba frases que no terminaba y retomaba a medias informaciones sopladas por sus colaboradores.

Diez minutos después de la pregunta, Chávez alegó que “esta elección no tiene que ver con la cantidad de votos, pues se trata de circunscripciones”.

“Estas elecciones están montadas en un método, que no es el único país, en Venezuela, donde eso ocurre”, dijo Chávez, y citó a Brasil, Argentina o a naciones europeas que, a su entender, utilizan este sistema de representación.

 

 

El comunicado de RFI

Señor Presidente,

En la conferencia de prensa con los medios internacionales llevada a cabo el 27 de septiembre de 2010, la corresponsal del RFI en Caracas, Andreína Flores, le formuló una pregunta sobre la diferencia entre el número de votos y el de escaños obtenidos por la oposición durante las últimas elecciones en Venezuela.

En su respuesta, usted cuestionó a nuestra corresponsal Andreína Flores, quien trabaja para RFI desde hace varios años. Ella ha efectuado numerosos reportajes en Venezuela y en otros países de América Latina. RFI es garante de la calidad profesional y de la honestidad intelectual de su periodista.

RFI es particularmente rigurosa en cuanto al respeto estricto del código de ética periodística. En las preguntas formuladas, la Señora Flores no se ha apartado en ningún momento de estas reglas, y sigue contando con toda la confianza de su dirección.

Por otro lado, usted ha cuestionado la exactitud y la calidad de las informaciones difundidas por RFI, hablando de “mentiras”. Del mismo modo, ha asegurado que pidió en el pasado explicaciones a RFI y que no obtuvo respuesta.

Queremos precisarle que ningún pedido de este tipo, formulado por usted o su gobierno, ha llegado a RFI. Le recordamos que RFI es una radio internacional basada en París y que forma parte del sistema Audiovisual Exterior de Francia, un organismo público sometido a un código de ética que se aplica a todos sus programas y al que obedecen todos sus corresponsales en el mundo.

Nuestras informaciones relativas a Venezuela están destinadas a un público internacional. Si lo desea, Señor Presidente, RFI lo invita a expresarse ante sus micrófonos en el marco de una entrevista.

Defensor argentino

Ante la insistencia de la periodista en su argumento, el presidente venezolano no tuvo mejor idea que apelar a un colega presente en la sala, el argentino Luis Bilbao, director de la revista América XXI. Éste salió en defensa del bolivariano, lanzando un duro ataque a los profesionales de los medios.

Según Bilbao, hay periodistas, colegas, «capaces de caer bajo para cumplir con las líneas de las empresas en que trabajan». Invitado por Chávez a tomar la palabra, el comunicador argentino no defraudó al caudillo: lamentó que las nuevas generaciones de periodistas hayan olvidado su labor de informar y se hayan puesto al servicio de intereses económicos y de las empresas de la comunicación. Y, para demostrar que sus opiniones tenían fundamento, agregó: «Yo mismo he hecho varios estudios en los que he descubierto que los periodistas han sufrido un cambio, ahora se doblegan a los intereses de las empresas para obtener beneficios económicos».

La confrontación generó todo tipo de críticas en las redes sociales. «Buenos días a todos y gracias por tantos mensajes de apoyo! Caen de perlas», publicó Andreina en su cuenta. «He recibido llamadas para entrevistas de todas partes: de Miami, París, Colombia y más«, remarcó.

Radio Francia Internacional rechazó estas acusaciones y reiteró su apoyo a su corresponsal en Caracas. «Nuestras informaciones relativas a Venezuela están destinadas a un público internacional. Si lo desea, Señor Presidente, RFI lo invita a expresarse ante sus micrófonos en el marco de una entrevista«, publicó la emisora en un comunicado de prensa.

 

 

Chávez, al ver que no podía echar para atrás su metida de pata al someter al escarnio público –menos mal que no había cadena- a la periodista de dos medios extranjeros, Radio Francia y RCN de Colombia, buscó su muleta en una tarifado del gobierno que es Luis Bilbao, director de la revista financiada por el gobierno venezolano América XXI.

He aquí lo que reseña el propio gobierno chavista sobre la intervención de Bilbao:

Luis Bilbao afirma que el periodismo se doblega ante intereses económicos

Caracas, 27 Sep. AVN.- El comunicador argentino, director de la revista América XXI, Luis Bilbao afirmó que la profesión del periodismo ha tomado una nueva dirección, vinculada a los intereses de las empresas de la comunicación.

Durante una rueda de prensa ofrecida, este lunes en la noche, por el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, ante medios internacionales, el comunicador argentino lamentó que las nuevas generaciones de periodistas hayan olvidado su labor de informar y se hayan puesto al servicio de intereses económicos y de las empresas de la comunicación.

«Yo he hecho varios estudios en los que he descubierto que los periodistas han sufrido un cambio, ahora se doblegan a los intereses de las empresas para obtener beneficios económicos».

Ante este panorama, Bilbao exhortó a los profesionales de la comunicación a re direccionar al periodismo en pro de la defensa de los intereses de las naciones.

Ahora lo que escribe Luis Bilbao, el tarifado periodista argentino español que dirige la revista América XXI, financiada por el gobierno venezolano desde Caracas, además de programas radiales y de televisión dedicados a promocionar el gobierno socialista bolivariano de Hugo Chávez. Éste periodista ha vivido desde hace varios años bajo el paraguas del chavismo y ha recibido amplio financiamiento para sus aventuras editoriales. Desde que el régimen chavista financió a Ignacio Ramonet para su versión en español de Le Monde Diplomatique arrancaron con este paquete destinado a promover el chavismo en toda América Latina. En el artículo que aquí coloco Bilbao  advierte sobre la elección del domingo.

Léase su “objetividad roja rojita” y la serie de mentiras que aquí escribe como la matazón de centenares de campesinos venezolanos por la oligarquía o lo de las bases estadounidenses…

 

 

 

Una elección que atañe a todos

Luis Bilbao

Rebelión

Cada latinoamericano consciente debería seguir de cerca el proceso electoral que culminará el próximo domingo 26 en Venezuela.

Institucionalmente se elegirán 165 diputados a la Asamblea Nacional. La verdadera elección es otra: qué caminos seguirá la revolución en América Latina.

Valga la palabra, ya que transcurre el Bicentenario y tantas personalidades se animan a pronunciar su nombre en vano.

En la acepción más simple, revolución significa «giro o vuelta que da una pieza sobre su eje». Incluso ajustándose a esta definición, está a la vista que el mundo ha ingresado en una era en la que todo se dará vuelta. Eso: un giro de campana tras el cual lo que hoy está arriba estará mañana debajo; y seguirá girando hasta encontrar un nuevo punto o de equilibrio. La forma, el signo y el desenlace de ese vuelco, el punto de partida para toda una era histórica al cabo del giro, está en discusión. Su advenimiento inexorable no.

El sistema capitalista ya expuso todos los síntomas de su agonía. En los dos últimos años hay 50 millones más de desocupados en los países del primer mundo. En Estados Unidos, emporio del capitalismo, el número de pobres supera los 44 millones y crece día a día, al ritmo descontrolado del desempleo.

Como autómatas cumpliendo una programación que envara sus pasos, en nuestros países los políticos de la burguesía simulan no ver esa realidad. Un buen número de ellos, acaso no la ven e ingenuamente creen que mientras el capital imperialista cae… ellos pueden ocupar su lugar. Claro que

«el ojo no es
ojo porque lo veas
es ojo
porque te ve»

En su enajenación, los defensores del statu quo pueden desestimar la crisis estructural del sistema mundial y continuar con juegos de engaño y manipulación. Pueden seguir desconociendo el significado de la caída imparable del dólar; la constante inyección de montañas de dinero ficticio para enlentecer la marcha hacia la depresión. Como sea, el ojo los ve; la crisis los incluye. Y si en esta primera fase se contenta con hacer de ellos monigotes patéticos, seres insustanciales que transforman incluso sus talentos y mejores valores en espejitos de colores, en la próxima sencillamente los pondrá contra la pared. Sin tregua ni piedad.

La Revolución Bolivariana

Es entonces un axioma: la crisis en curso provocará más y más revoluciones. El centro motor de esa dinámica está en las metrópolis imperiales; la respuesta más articulada, en América Latina. Contrariando todo precedente histórico y las teorías en ellos fundadas, la Revolución Bolivariana ha producido cambios sistémicos de manera pacífica. No es que no haya habido centenares de campesinos asesinados por sicarios de los terratenientes, ni que pueda soslayarse el crimen del golpe de Estado en abril de 2002 y otros muchos actos desesperados de la burguesía. Pero no hubo guerra. No hubo insurrección violenta de las masas y aniquilamiento militar del enemigo, es decir, de los dueños del capital y sus instituciones.

Esa omisión ocurrió por decisión estratégica. Hugo Chávez ha reiterado que «ésta es una revolución pacífica; pero no desarmada». En incontables oportunidades estuvo planteada la necesidad de cortar por lo sano. Y hacerlo fue siempre una posibilidad objetiva, porque el comando revolucionario no sólo cuenta con el grueso hoy inequívocamente hegemónico de la fuerza armada: también está respaldado por un pueblo en pie de lucha y una masiva milicia popular dispuesta a empuñar las armas.

Cuando Chávez, apelando a sus sentimientos religiosos, dice refiriéndose a sus enemigos: «Dios, perdónalos, no saben lo que hacen», no escenifica un gesto hipócrita, dictado por algún asesor de imagen. Describe exactamente la realidad: los burgueses y quienes los acompañan en Venezuela -pero también quienes replican su conducta en toda América Latina- realmente no saben lo que hacen. No tienen conciencia de que si circunstancialmente lograran obturar la marcha actual de la revolución, serían arrasados por incontrolables fuerzas hasta ahora encauzadas mediante las instituciones de la V República y la conducción política de Chávez.

Sería la guerra. Dado el cuadro mundial y regional, el colapso de la economía global, la absoluta fragilidad de las instituciones burguesas en América Latina, esa guerra no se limitaría en modo alguno a Venezuela. No hay en la región un solo país que pudiera sustraerse a esa vorágine.

Más aún: las burguesías serían derrotadas. A un costo inconmensurable en sufrimiento humano y destrucción económica, comenzaría la construirse una sociedad nueva.

Tempo y transición socialista

La Revolución Bolivariana ha dado pasos cruciales en su transcrecimiento; en términos ideológicos, en transformaciones económicas y sociales, en fortalecimiento político. Apoyada inicialmente en «el árbol de las tres raíces» (Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora), adoptó sucesivamente una definición antimperialista y anticapitalista, hasta definir su estrategia socialista, diferenciada con un aditamento de formidable efecto en las masas y sus vanguardias genuinas: «del siglo XXI». Así, la conducción política venezolana avanza paso a paso en la asunción de la teoría científica para la transformación social.

A partir de allí el mundo tuvo nuevamente un horizonte no capitalista. Y comenzó a producirse una transformación geopolítica que tiene su expresión visible en el Alba, pero se multiplica mediante hilos invisibles en cada país del planeta. Tal realineamiento e inicio de recomposición, de dimensiones históricas, reposa políticamente sobre un proceso que recién comienza: Venezuela continúa siendo un país capitalista. Las conquistas en pos del socialismo no han dado lugar aún a una transformación cualitativa en las esferas más altas del ordenamiento económico e institucional, mientras que esa metamorfosis sí se ha producido, o está a punto de hacerlo, en instancias básicas como las comunas. La equiparación de estos fenómenos bullentes, el ensamble entre estructura y superestructura y la aceleración sistemática en la transformación de ambas, o bien es encauzada mediante la adecuación institucional de la institucionalidad vigente, o bien tomará el rumbo de colisión de una con la otra. Las relaciones de fuerzas objetivas en Venezuela, con larga hegemonía de la revolución, no dejan sombra de duda sobre el resultado de esa eventual confrontación.

Pero el movimiento opositor no está determinado por esa relación de fuerzas internas, sino por la necesidad estratégica de Estados Unidos. El capital imperialista sólo tiene una chance de evitar a tiempo que un nuevo bloque político y social le levante un muro infranqueable a escala mundial, capaz no sólo de acabar con su hegemonía sino incluso de amarrarle las manos y evitar la guerra, doblegándolo antes de que las 500 familias que controlan el mundo puedan echar mano de su único recurso incontestable: la supremacía atómica.

Es una cuestión de tempo. Aquella única chance consiste en actuar ahora mismo. Se trata de evitar la consolidación interna, frenar el Alba y revertir la dinámica de convergencia suramericana, incluso en su mínima expresión, como necesidad de burguesías acosadas.

Por eso lanza a la oposición venezolana a una carrera suicida. Así se explica la encarnizada campaña, sin precedentes en la historia política, de ataque mediático mundial contra Chávez y la Revolución Bolivariana. Allí está también la explicación del frustrado intento de lanzar a Colombia, algunas semanas atrás, a una guerra contra Venezuela.

Ese despliegue táctico mantiene dos objetivos: uno, quebrar la cohesión interna de las fuerzas armadas, debilitar la confianza de las masas en su conducción, atemorizar a la población y, a partir de allí, en la variante óptima desatar una guerra con Colombia para lanzar al ataque a comandos internos basados en paramilitares colombianos (hay unos 14 mil de ellos en territorio venezolano, hasta ahora utilizados para multiplicar la delincuencia y la inseguridad social), y en la variante mínima ganar espacio electoral para la oposición; el otro, preparar a la opinión pública internacional para alegar fraude, desconocer el resultado electoral y reintentar la desestabilización interna con respaldo de la telaraña mediática mundial. Como se sabe, el primer objetivo falló. Resta ahora el segundo.

Campaña electoral

Así se llega a las vísperas 26 de septiembre. El hecho nuevo, relevante, es que a diferencia de las campañas electorales conocidas en cualquier país capitalista, el Partido Socialista Unido de Venezuela dio lugar a un fenómeno político por completo distinto en la rutina de conseguir votos. En las ediciones de julio y septiembre de América XXI (www.americaxxi.com.ve) ese fenómeno ha sido descripto en detalle. Vale repetir que, como punto de partida, los candidatos a diputados por el Psuv fueron nominados primero y elegidos después por las bases del partido, en un proceso de tres meses que movilizó a por lo menos 5 de los casi 8 millones de afiliados al Psuv. Después, con el inicio de la campaña formal el 25 de agosto, 1.830.150 militantes organizados en Patrullas y Unidades de Batalla se desplegaron por todo el país, casa por casa, cara a cara con cada ciudadano de toda condición y ubicación política, con la consigna 1 x 10 (cada patrullero se comprometió a discutir con 10 electores). Pero no lo hicieron para pedir el voto a favor de tal o cual candidato, sino para explicar la diferencia entre socialismo y capitalismo y la necesidad de garantizar una mayoría abrumadora en la Asamblea Nacional, a fin de continuar pacífica e institucionalmente con la transición socialista.

Acompañado por algunas de las figuras más prestigiadas de su gobierno, también desplegadas en toda la geografía venezolana, Chávez recorrió el país y habló hasta batir su propia marca, en un esfuerzo excepcional por explicar el significado trascendental de esta elección. Mientras tanto, la oposición reunida en la MUD (Mesa de Unidad Democrática) también superó su propia marca: como no confía en el efecto de su propaganda en los medios que controla -el 80% del total nacional- puso su propaganda electoral… en CNN.

Al cabo de este proceso, horas antes de la medición de fuerzas ante las máquinas electrónicas de votación, la casi totalidad de las consultoras locales y extranjeras dan como vencedor al Psuv. La disputa se limita a la magnitud de la victoria.

Los estrategas del Departamento de Estado sufrirán una derrota más. Pero persistirán, sin duda. Para eso han emplazado 19 bases militares en el hemisferio sur del continente. Gobernar o afirmar una oposición, elaborar propuestas, realizar campañas, defender candidatos, sólo será posible de ahora en más asumiendo las dos caras de esa realidad: una nueva victoria de la revolución y la réplica imperialista.

Aquí un breve resumen de anoche, video cortesía de Noticias 24: