VARIAS VECES COMENTAMOS que el Mono Jojoy sufría de una diabetes avanzada lo que le impedía movilizarse e inclusive llegar hasta una clínica o dispensario donde pudiera ser tratado con más comodidad y asepsia.

El pasado 17 de junio en nuestra columna Runrunes en El Universal incluimos este párrafo sobre las FARC: Varios informes dan cuenta del deterioro de la narcoguerrilla terrorista. Su jefe máximo, Guillermo Sáenz Vargas, alias “Alfonso Cano”, está muy golpeado en su salud pues se la ha complicado un problema cardíaco, producto de las enfermedades tropicales que ha sufrido, y que lo habría hecho visitar una clínica venezolana para revisarlo y mandarle un tratamiento. “El Mono Jojoy” está casi inmovilizado por el agravamiento de la diabetes y por eso estaría “a buen resguardo” entre los árboles fronterizos. La desmoralización se viene sintiendo desde antes del duro golpe del fin de semana, cuando fueron rescatados casi sin resistencia el general Luis Mendieta, el coronel Enrique Murillo, el sargento Arbey Delgado y el coronel William Donato. Se sienten cercados y los desertores aumentan con los días…

Los jóvenes médicos reclutados por la narcoguerrilla le hacían los tratamientos a Jorge Briceño (Mono Jojoy) al “reventarle las crisis de azúcar”.

Cuando el heredero de Marulanda y jefe de las FARC Alfonzo Cano, junto a Timochenko, viajó a La Habana para recibir tratamiento por padecer de varias enfermedades tropicales -como malaria y paludismo- la lejanía y su inmovilidad le impidieron anexarse al avión que los llevó al reposo médico en Cuba.

La gravedad de la enfermedad del Mono Jojoy hizo que le tuvieran que fabricar unas botas especiales para poder calzarlas, con cierres laterales y un tamaño mayor que lo normal, pues sus pies estaban permanentemente hinchados, con excoriaciones y llagas que le impedían usar las botas normales de la guerrilla, muchas de las cuales fueron hechas en una desmantelada fábrica de botas en las cercanías de Ureña, Estado Táchira.

Fue así que la inteligencia militar colombiana  logró captar una comunicación de la guerrilla en la que se pedía un calzado especial para el «Mono Jojoy« e interceptar ese suministro.»Cuando recibió los zapatos, no sabía que tenían un GPS (sistema de posicionamiento global) que empezó a trasmitir la señal por varios días y sólo lograron detectar movimiento el pasado lunes, día en que se dio el primer bombardeo que no fue exitoso», señaló el ministro de defensa colombiano Rodrigo Rivera a la emisora RCN.

Cuando arrancó el bombardeo esa madrugada el jefe guerrillero se movió a otro campamento, el cual fue bombardeado mas tarde y allí murió.

«Esta fue una operación quirúrgica porque no iba dirigida a desmantelar el campamento sino contra el objetivo. Sabíamos que tenía la costumbre de entre la 1 y 4 de la mañana de levantarse y consultar documentos, por eso se decidió que fueran a las 2 de la mañana», explicó Rivera

Las botas, un reloj Rolex y medicinas para la diabetes en su uniforme de camuflaje permitieron identificarlo rápidamente.

Rivera agregó que al llegar a la zona lograron identificar el cadáver de Víctor Julio Suárez Rojas porque tenía medicinas para la diabetes en su uniforme camuflado y tenía en su muñeca un lujoso reloj. Además, quedaron sorprendidos porque tenía un uniforme «camuflado pixelado», uno de los últimos modelos que usan en las Fuerzas Militares de Colombia, y que fueron encontrados 20 computadores portátiles y 69 memorias USB a su lado.

La muerte del “Mono” es considerada el golpe más fuerte contra este grupo armado ilegal en sus más de 45 años de existencia, incluso superior a la de Luis Édgar Devia, alias «Raúl Reyes», segundo al mando de esa guerrilla, ocurrida tras un bombardeo colombiano a un campamento en Ecuador el 1 de marzo de 2008.