Abstención roja y voto castigo contra Chávez son los temores del PSUV - Runrun

INDICATIVO DE LAS ANGUSTIAS PRESIDENCIALES y de toda la plana mayor del partido de gobierno, con exagerado abuso de los medios oficiales y oficiosos así como de toda la estructura burocrática del régimen, son las repetitivas declaraciones de todos ellos pidiendo a la oposición que acepte los resultados; criticando y pidiéndole al CNE que investigue los supuestos “abusos” opositores en algunas regiones y, sobretodo, el lanzamiento de una campaña feroz relacionando la elección del 26S con el golpe de abril del 2002.

Indicándole a sus electores -con grabaciones de los días 11,12 y 13 de abril del 2002- que de ganar una mayoría en la Asamblea los opositores al proceso rojo no solo irían contra el presidente Chávez sino contra todos sus colaboradores, las misiones y los logros del llamado proceso revolucionario.

Todo este avance, sin vergüenza alguna, de una campaña  llena de mentiras lo aceleran tras conocer los últimos resultados de sus encuestas flash a nivel nacional. En ellos se da cuenta que hay un enorme desgano entre los miembros o simpatizantes del PSUV lo que les provocaría el domingo no asistir a los centros electorales. Aquí aumentaron los llamados personales y la oferta de “movilizarlos” en los vehículos oficiales que por miles usarán el 26S.

Otro asunto, no contabilizado en la encuesta pero presente en los encuentros de los encuestadores con la gente, es la molestia de algunos que antes fueron “patria o muerte con Chávez” con esas presiones y obligatoriedad de votar rojo que se les exige. Al cansancio se le añade un drástico rechazo ante la pésima obra y función de gobierno que se ha visto potenciado por los recientes dramas con la energía eléctrica, el caso Pudreval, la inflación galopante y la feroz delincuencia que a diario provoca víctimas en los sectores más pobres.

Por eso el aumento de las amenazas y presiones a los electores. A todos por igual. Por eso el mensaje tiene doble filo. Sus caras y sus declaraciones, así como el pedido del caudillo de llegar aunque sea a 2/3 de los diputados son indicativos de ese nerviosismo.