EL CASO DE CAMBOYA, UNA ALERTA A LOS MILITARES VENEZOLANOS "CUMPLIR ÓRDENES NO LOS EXONERA DE SUS RESPONSABILIDADES" - Runrun

TRAS DIEZ AÑOS, a Siem Reap donde las famosas ruinas del imperio de Angkor Wat deslumbran a los visitantes. Hace una década solo había dos hoteles.

Uno de ellos, el Grand Hotel D´Ankor, propiedad del entonces Rey Norodom Sihanouk quien había sido destituido y luego reinstaurado en el poder tras exilio en China y haber actuado como jefe de estado un año (1975-76) -aunque luego se tornó en preso- mientras el asesino dictador Pol Pot era jefe del gobierno del Khmer Rojo.

Hoy la ciudad tiene más de 40 hoteles de 4 y 5 estrellas, buenas avenidas y un pujante desarrollo con una inflación en todo el país de -1% para este año. Los turistas pasaron de millón y medio con una inversión de más de $ 2 Mil millones anuales. Igual panorama se percibe en la capital Phnom Penh donde reina hoy su hijo Norodom Sihamoni.

Allí, tras visitar en los Campos de la Muerte el escalofriante  monumento a las víctimas de Pol Pot y su régimen -donde siete pisos con 1.700.000 cráneos mantienen vivo el recuerdo de su crueldad, odio y división del país- recorrimos el ignominioso centro de detención S-21, la prisión de Tuol Sleng (una de las 189 iguales en exterminio) que dirigió el temido Kaing Khev Iev, mejor conocido como Duch, quien reconoció la semana anterior haber matado y torturado él solo a más de siete mil camboyanos desde recién nacidos hasta ancianos.

El criminal alegó en el juicio ante un tribunal respaldado por la ONU, con jueces camboyanos e internacionales, que cumplía órdenes superiores creyendo así salvarse.

El llamado Khmer Rojo gobernó durante 3 años, 8 meses y 20 días y aniquiló a más de 2 millones de camboyanos bien por persecución, torturas, fusilamientos, trabajos forzados o hambruna. Pol Pot murió en 1998 y Duch y otros cuatro jefes del régimen rojo están en pleno proceso de juicios.  Pude conversar con algunos de los 500 testigos que se presentaron en el tribunal y todos sienten que a pesar de que no se contempla la pena de muerte al menos no pasarán olvidados los crímenes cometidos hace mas de 35 años.

Duch es el primero de los cinco en ser juzgado. La reconciliación del país ha sido la prioridad de las autoridades a pesar del rechazo que los “rojos” sienten de la población que los aísla y recrimina por doquier. “Hay que tragar grueso para contener la ira y las lágrimas cuando te topas en la calle con alguien que sabes fue un asesino de tu familia y amigos” le dice al intérprete simultáneo que me acompaña una señora de 63 años a quien le mataron  su esposo y uno de sus tres hijos en los llamados “Killing Fields”.

El Centro de Documentación de Cambodia ha sido la ONG que ha documentado todas las atrocidades del Khmer Rojo cuyo régimen buscaba el regreso a una nación de simples campesinos purgando a los habitantes de las ciudades, los ricos, los religiosos, las personas con educación y cualquiera de un grupo étnico diferente. Así los obligaron a emigrar al campo en solo 3 días bajo la supuesta amenaza de un bombardeo extranjero.

Mientras recorrí buena parte del país sentía que la justicia terrenal -y la Divina también- aunque lenta algunas veces tarda pero no olvida.

Buen ejemplo para los que se creen impunes de por vida como lo hicieron Pol Pot y su pandilla.