DESPUÉS DE LA VOLTERETA en sus declaraciones, contradiciéndose a si misma, de la presidenta de la Asamblea Nacional, qué mas se puede esperar de la banda de ministros “que sirven para todos los cargos y por eso los enroca el comandante” entre los que destaca Farruco Sesto, dos veces ministro de cultura y una de vivienda. El mismo ministro que ayer pontificaba en el sentido que pasarán mas de seis meses antes de que el país conozca el resultado de las pruebas de ADN a los huesos del prócer.
Este Sesto fue quien ataco a Monseñor Baltazar Porras por haberse atrevido a decir que Simon Bolívar estaba muerto cuando airadamente expreso ante los medios rojos rojitos esta admonición que podría darle validez a aquellas historias del comandante Chávez, primero cuando preso y luego cuando candidato, en las que dejaba un puesto en la mesa para el Libertador con quien pasaba horas hablando: “»Porras ha cometido una de las más grandes ofensas hacia el Libertador Simón Bolívar, al llamarlo muerto. Él no sabe que Bolívar está vivo, que camina a nuestro lado, que se sienta con nosotros y dirige este proceso. Sus ideas están vivas y él espiritualmente está vivo». Mas adelante añadió: Sus palabras son «una profanación verbal. En cambio el equipo que por dos años y medio trabajó en la investigación y posterior exhumación de los restos del Libertador lo hizo teniendo conciencia de la importancia que tiene despejar las dudas entorno a su muerte”.
Pues he ahí que Farruco se confesó ayer al inaugurar una exposición de los restos de Bolívar y aceptar que lo que estaba en el sarcófago se había sacado y estaba allí expuesto: En las bóvedas del Archivo General de la Nación están en este momento depositados los objetos que ya adquirieron un carácter sagrado en el mejor término de la palabra y que fueron sustituidos en el sarcófago de Bolívar».
La exhumación de los restos de Bolívar se realizó el pasado viernes 16 de julio, en el Panteón Nacional (Caracas), con el objetivo de realizar un estudio científico que permita corroborar su identidad y las causas de la muerte del prócer. Para justificar todo lo hecho no le quedó más sencillo al ministro que otorga y otorga contratos a sus socios en una firma de arquitectura que usar el nombre de un ilustre venezolano, adeco para más señas, el gran escritor y poeta Andrés Eloy Blanco.
El ministro Francisco Sesto recordó que a mediados del siglo pasado, el abogado, escritor, humorista, poeta y político venezolano, Andrés Eloy Blanco, denunció en un discurso que era indigna la forma de preservación de los restos de Bolívar. Blanco dijo en aquel momento que en el futuro se le debía elaborar una urna de cristal y oro, a fin de conservarlo para siempre.
“Con esa preocupación, el Gobierno Bolivariano ejecutó la operación histórica y científica para verificar la existencia de los restos y protegerlos para la posteridad”.
Fue así que, a confesión de parte relevo de prueba, como dirían los juristas, se mostraron las pruebas de que lo que se encontró en el sarcófago de Don Simón quedando evidenciado que si lo movieron (¿ o profanaron al sacarlos de la urna?) y esos hallazgos están en exhibición en el Museo Bolivariano en la Plaza de San Jacinto: “se exhiben los objetos que estaban en el sarcófago del Libertador, como por ejemplo:, un trozo de cuero de las botas, la camisa prestada con la que murió Bolívar, la urna de plomo, una cajita donde trasladaron los dientes para tomar la muestra de ADN y una especie de taco de madera tallado donde reposó su cabeza durante 167 años”. También hay fotografías de como se realizó el procedimiento.
