TRAS HACERSE CON 9.004.221 VOTOS en las elecciones presidenciales Juan Manuel Santos se sintió guapo y apoyado por los electores de un país que ya mostraba signos de cansancio con la presidencia de Álvaro Uribe. Sintiéndose libre de cualquier deuda con el presidente que le dejó el campo libre para que fuera candidato algo tarde y solo después que se dio cuenta que la Corte Suprema de Justicia no le permitiría una segunda reelección el electo, Santos decidió abrirse espacio como conciliador y no como el duro y peleón Uribe que varias veces se habría saltado la constitución en sus dos períodos y sobre el que penden algunos juicios futuros por esas mismas razones.
Demostrando desde el principio una independencia del actual mandatario Juan Manuel convocó a los demás partidos a formar coalición de ministros, a unir fuerzas para los más graves problemas del país, la miseria entre ellos y llegó a nombrar en su gabinete designado a personalidades que, como su canciller María Ángela Holguín entre otros, han tenido discrepancias con Uribe.
Pues bien, vistos estos antecedentes se puede inferir que Uribe no quiere ponérsela fácil a Santos con el vecino más peligroso, Hugo Chávez, protector y amigo de la guerrilla terrorista y narcotraficante de Colombia.
La acusación, por enésima vez, de que el gobierno de Chávez protege a la guerrilla, cobra su último aliento este jueves próximo en una reunión abierta del Consejo de la OEA en Washington. Las pruebas que hace una semana iban a ser entregadas a los medios solo se les dieron a los directores de ellos esperando que su revelación en solo dos días tenga el mayor impacto posible.
Hoy se reunieron Uribe y Santos en la Casa de Nariño. El presidente detalló a Santos el informe que llevará Colombia el próximo jueves al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con el cual considera probará la presencia en Venezuela de cuatro jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y uno del Ejército de Liberación Nacional (Eln).
En la mañana, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, visitó a Juan Manuel Santos en su oficina en compañía del director de la Policía, general Óscar Naranjo, y el director del DAS, Felipe Muñoz. En el encuentro, le hicieron a Santos la misma presentación que el jueves pasado les hicieron a los directores de los medios de comunicación sobre la supuesta presencia de guerrilleros de las Farc en territorio venezolano.
Uribe se la pone dura a Santos. De entrada se quitó de encima la posibilidad de que Chávez viniera a Bogotá a la toma de posesión provocando un show mediático como solo el caudillo militar venezolano sabe hacerlo (Oliver Stone dixit) y si bien es cierto que le quita a Santos el drama de tener que lidiar con una acusación tan grave también es cierto que le enturbia –no sabemos por cuánto tiempo hasta que llegue jueves- la posibilidad de enmendar la relación político comercial con el vecino rojo rojito.
