ES VIERNES 4 DE SEPTIEMBRE. Nicolás Maduro en su condición de presidente de Venezuela anuncia desde Qatar y a través de los canales oficiales que propone una Cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para acordar mecanismos en procura de estabilizar los precios del crudo internacional. 

Hoy jueves, seis días después, sin mayores angustias y manejando la diplomacia a nivel mundial como indican los cánones del poder, Arabia Saudita utiliza la red noticiosa de Reuters para informar al mundo que no ve la necesidad de una cumbre de jefes de Estado de los países productores de petróleo para un debate que podría no tener éxito en generar acciones concretas para defender los precios del crudo.

Señala Reuters, sin indicar la fuente, que “los comentarios fueron hechos después de una reunión de ministros de petróleo del Golfo Pérsico con el Emir de Qatar en Doha, en la que se discutió una propuesta de Venezuela para convocar a una cumbre de productores de la OPEP y fuera del cártel”.

En breve, entonces, nuevas tempestades y más daño a la Republica. Recordemos que Arabia Saudita es el mayor exportador de crudo del mundo..!

Coincide éste deseo (“Wishful Thinking” dicen los yanquis) del locuaz mandatario venezolano con similar comportamiento tras reunirse con Vladimir Putin, el presidente de Rusia, en el que anunció que junto al “pana ruso” habían acordado accionar en conjunto para elevar el precio del petróleo. Inclusive cometió la pifia de hacer el anuncio sin consulta de ningún tipo a Putin ni siquiera haber mencionado ese deseo sino una leve referencia a la crisis de precios del crudo a su contraparte.

Por ello el apresuramiento ruso de desmentir ningún tipo de acuerdo o siquiera una propuesta entre los dos presidentes.

Ya en nuestra columna de hoy en www.runrun.es lo detallamos.

Resultado: Improvisación, falsedades, mentiras, especulaciones, leyendas, inventos y un enorme reconcomio contra quienes le dicen la verdad: por ahora no hay aumento del precio del barril. Mas bien puede bajar algo más. A menos que ocurra “un milagro” como descaradamente pidió el mandatario que lleva a Venezuela por un despeñadero como nunca antes en su historia. Menos tras haber dilapidado junto a su mentor mas de mil millones de millones de dólares sin siquiera guardar una décima para estos tiempos aciagos.