Este es el sitio de reclusión hospitalaria del caudillo operado. Se trata del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas mejor conocido por sus siglas CIMEQ, ubicado en la Calle 216 y 11b, en el conocido Reparto Siboney, Playa, en La Habana.

Aunque las informaciones siguen siendo contradictorias ante el secreto que guardan los dos regímenes sobre el verdadero estado, las causas o consecuencias de la afección, ayer comentaban que el avión presidencial estaría listo en el aeropuerto José Martí para traerlo en el momento que los médicos cubanos se lo permitan para su “apoteósico recibimiento como anunció ayer uno de sus mas adulantes diputados. Igualmente, algo que ya apareció reseñado en otros medios, se informó extraoficialmente -como todo lo que hoy sabemos- de los arreglos que en el Hospital Militar se hacen en la llamada suite presidencial.

Maquillaje apurado como todo en el proceso. No contaban con el absceso que convirtió en un simple mortal al supuestamente eterno líder, al que nunca le entraría ni coquito. La deidad en la que lo convirtieron 13 años de propaganda roja. Hinterlaces lo ha venido diciendo los últimos cinco años y poco le han parado. Ni siquiera en el alto gobierno, a excepción del vicepresidente Jaua, el canciller Maduro, el burlón amenazante Izarrita, el ministro de la Defensa y tres otros ministros han conversado con el líder adolorido a punta de cortisona.