Ya venezuela estuvo 4 veces en el consejo de seguridad de la ONU
Ya Venezuela estuvo 4 veces en el Consejo de Seguridad de la ONU

VENEZUELA FUE MIEMBRO DEL CONSEJO de Seguridad de Naciones Unidas en los períodos 1962/1963, 1977/1978, 1986/1987 y 1992/1993 con personajes de primera calidad y formación como Carlos Sosa Rodríguez; Simón Alberto Consalvi y Rubén Carpio Castillo; Andrés Aguilar y Diego Arria junto a Adolfo Raúl Taylhardat respectivamente en esos períodos.

Tras un fallido intento del presidente Hugo Chávez de entrar al Consejo en 2006 y que significó una enorme inversión económica en los países del Caribe así como un acuerdo secreto -montado por Fidel Castro- con el gobierno de Guyana para dejar de lado y abandonar (las acciones hasta hoy lo comprueban) la reclamación del Esequibo y lograr todos los 15 votos de Caricom. Ya en nuestra columna del pasado 30/9/2014 anunciábamos que esta vez  no habría impedimentos para lograrlo. Ni EEUU se opondría.

Pareciera así confirmarse que hubo un acuerdo con el Norte para que las relaciones mejoraran y por ello Maduro permitió que delegaciones del Transport Security Administration y de la Drug Enforcement Agency, encargadas del tránsito aéreo y de la lucha anti narcóticos, vinieran al país a chequear esos dos renglones tan álgidos. 

La opinión del gobierno de Obama era que una oposición al ingreso venezolano no iba a contar con un respaldo mayoritario. El gobierno de Maduro ha vendido este ingreso como un homenaje al fallecido líder de la revolución cívico-militar que gobierna el país desde 1999. La campaña de Maduro se basó en la “reivindicación” del fallido deseo de Hugo Chávez de que su país fuera miembro del Consejo. Ya la cancillería había logrado que los países del Caribe, los latinoamericanos, los africanos y algunos de Asia le dieran su voto ante la falta de oposición por parte de algunas potencias que en otra oportunidad habrían votado en contra de dicho acceso a dicho organismo.

Entre las “barajitas” que guardaban bajo la manga están las diferentes deudas que ascienden a varios miles de millones de dólares con empresas privadas de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia las que de alguna forma han utilizado a sus representantes diplomáticos en Caracas para influenciar en la cancelación de los pagos atrasados.

En su momento, el histriónico Chávez pensó que de ser electo su país al Consejo el mismo lo representaría en la ONU y para ello habían contactado al hotel que esta frente a la sede de Naciones Unidas para alquilarle un piso completo por todo el primer año para que él y su sequito diplomático se alojara. Quería tener una figuración permanente en los medios y ser el foco noticioso mas allá de los momentos mas usuales de la actividad del organismo multilateral que ocurren entre octubre y diciembre.

Chávez no le perdonó a Estados Unidos y a dos países de Europa que le hubieran torpedeado su deseo de figuración para lo que ya tenía planes de montar varios “shows mediáticos” como bien lo sabía hacer.

Hoy Venezuela tiene dos caras ante la ONU. Una, victoriosa, la de hoy. La otra, negativa, al no reconocer las decisiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que pide la inmediata liberación

de Leopoldo López y Daniel Ceballos por haber sido detenidos de manera arbitraria. El régimen venezolano califica esa petición como injerencia indebida en asuntos internos de su país.

Muchas organizaciones civiles de derechos humanos, comunicadores sociales y libertades individuales han cuestionado el ingreso venezolano. Sin embargo, Venezuela no sería el primer país que con un cuestionado récord en derechos humanos obtenga un puesto en el Consejo de Seguridad. Lo tuvieron Ruanda, Libia y Siria.