La venganza del gobierno contra las lineas que piden les paguen su deuda - Runrun
La venganza del gobierno contra las lineas que piden les paguen su deuda

EN LA REUNIÓN ESPECIAL de la OEA en apoyo a la Argentina -en su pelea contra el pago de los llamados “fondos buitre”- el flamante canciller venezolano Elías Jaua dejó caer esta perlita: “Ningún estado soberano puede ser obligado a pagar una deuda”.

Mal augurio para las aerolíneas nacionales e internacionales a las que el gobierno venezolano, Chávez y Maduro incluidos en éste capítulo socialista y rojito, les adeuda casi 4 mil millones de dólares. Son interminables las ocasiones en los últimos seis meses en que funcionarios del régimen, civiles y militares, han dicho cualquier cantidad de barrabasadas sin fundamento alguno por una parte y por otra han prometido pagos de ese “mono financiero” en formas y fórmulas a cual más inverosímil.

Solo recuerdo una en la que a las aerolíneas europeas un jefe militar vestido de civil en su cargo relacionado con la aviación les dijo, textualmente, que “les entregamos una tarjeta de Citgo para que carguen a esa tarjeta los pagos por combustible en Paris, Madrid o Frankfurt”. Ignorancia total pues. Citgo no produce combustible de aviones. Menos que su tarjeta pueda ser usada fuera de EE.UU. Igualmente otro propuso que la deuda se pagara en gasolina. Si así fuera algunas líneas tendrían para poner fuel-oil en Maiquetía por más de 20 años solo por lo que les deben hasta hoy.

En la reunión del jueves el nuevo ministro de Transporte Acuático y Aéreo, Luis Graterol, al mismo tiempo que les ratificó que el valor referencial para la compra de boletos aéreos internacionales es a la tasa del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) I expresó una serie de conceptos y promesas erradas una vez más como otros funcionarios que lo precedieron en las negociaciones con las empresas aéreas que no tienen ninguna culpa en cuanto a la enorme deuda comprometida por las medidas del gobierno obligándolas a vender a un precio de 4,30 o 6,30 por dólar, en bolívares, y para las que aún tienen pagos en espera desde 2012 algunas de ellas. Igual todo 2013 y parte de lo que va de 2014.

Algunas frases de Graterol, publicadas hoy en los medios, fueron: «mi despacho abre las puertas al sector aéreo internacional para sincerar el costo real en dólares de los boletos al exterior, a tasa Sicad I. El cálculo a tasa Sicad II no está planteado»; “cuando las líneas consignen su banda tarifaria con el valor de sus boletos en divisas esa información será publicada para que el pueblo sepa cuál es el valor real de su pasaje»; “se alcanzaron acuerdos con nueve líneas aéreas extranjeras y las conversaciones se siguen manteniendo de manera muy cordial, hasta el punto que próximamente se abrirán nuevas rutas internaciones con esas empresas; estas nuevas rutas incluirán a los Estado Unidos con la utilización de códigos compartidos, de esta manera abriremos una opción más para que los venezolanos tengan acceso a este tipo de boletería».

¿Ignorancia o engaño lo que señalaba sobre nuevas rutas al Norte? Hay compromisos de Estado a Estado en los que para solicitar una ruta hay factores como la reciprocidad y sobretodo la seguridad en torno a los aviones, los aeropuertos desde donde salen del exterior los vuelos a Estados Unidos, chequeos de la TSA y la DEA, seguridad en los embarques de pasajeros, equipaje y carga que requieren visitas de funcionarios cuyo deber es velar por la integridad de las naves que surquen los espacios aéreos estadounidenses. Imagínense cuánto hay que conversar entre los funcionarios de ambos gobiernos. ¿No podría poner condiciones EE.UU. como pagar la deuda a las aerolíneas United, American y Delta antes de abrir los cielos incluso hasta por Quinta Libertad a otras empresas de las Antillas, Colombia, Panamá, Perú, Chile o Brasil?

La distracción acostumbrada por el gobierno se puso de manifiesto cuando Graterol anunció que pagarían más de 186 millones de dólares para el pago de deuda correspondiente a 2012, 2013 y 2014 a las catorce aerolíneas nacionales que operan destinos locales e internacionales. Además precisó que las divisas estaban disponibles de inmediato pero no dio fecha cierta de cuándo serían esos pagos. Para tener una excusa en la demora adelantó que primero deben enviar su esquema tarifario.

La reunión con las líneas nacionales tuvo un matiz extraño por parte del ministro que dejó sorprendidos a los asistentes. En algún momento les habría sugerido dejar la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela, ALAV, pues la posición de esa agrupación ha sido dura contra el gobierno al solicitar algo tan serio y sin dudas como es el pago de las deudas con las líneas nacionales e internacionales.

Tras esa reunión además se comenzó lo que sin duda es una retaliación contra quienes creyeron en la palabra de los rojitos y aún esperan sus pagos: seleccionaron a las aerolíneas internacionales que de alguna forma redujeron sus frecuencias para sacarlos sin razón alguna de los “jetways” para embarque y desembarque de pasajeros enviando sus aviones a estacionar en la rampa externa y a transportar los cientos de pasajeros en solo un autobús que debe hacer al menos tres viajes para cada vuelo que entre o salga. Las molestias de los pasajeros no se hicieron esperar. Ancianos, minusválidos, pasajeros con niños y en general todos los viajeros fueron sometidos a ese vía crucis adicional a los ya existentes en Maiquetía como el nuevo, ilegal y ominoso impuesto por el aire que se respira.

En fin, pareciera que lo que hacen con las manos lo destrozan con los pies.

Lo que sucede con el gobierno venezolano y la deuda de casi 4 mil millones de dólares es insólito: los maulas son los acreedores, los mismos que confiaron en el gobierno que los obligó a vender a los precios controlados.

Un gobierno que dilapidó fortunas de quince ceros en dólares y hoy anda quebrado persiguiendo a quienes quieren sus pagos. Desde los obreros hasta las empresas lo exigen a diario.