LOS CUBANOS ESTÁN DEMASIADO temerosos por el uso de las nuevas herramientas de las redes sociales como el Twitter y el Facebook. No saben cómo lidiar con ellas ante el crecimiento que, a pesar del entorno dictatorial cubano, van teniendo. Por eso, sabiendo que Venezuela está al día en tecnología y sus habitantes hacen uso de la libertad comunicacional que aun existe, decidieron impulsar al caudillo a montar su nombre en Twitter y son los que han estado, junto a un equipo venezolano de solo 5 personas, tras el lanzamiento y crecimiento –comprados muchos seguidores en páginas gringas que cobran a razón de $ 30 por grupos ofrecidos- de @chavezcandanga. El alerta cubano se disparó cuando la administración de Barak Obama levantó la prohibición a los ciudadanos de su país de viajar a Cuba para entregar dinero y equipos de computación y teléfonos a los disidentes en Cuba. Los viajes se habían detenido el pasado 3 de diciembre cuando arrestaron en la Habana a Alan P. Gross, un contratista de la USAID, que había llevado equipos satelitales de comunicación a la disidencia antillana. El permiso para viajar advierte que no se debe llevar más del dinero y equipos que se puedan explicar a las autoridades cubanas en caso de detención por la policía cubana. En Cuba, a través del diario oficial Granma y en Venezuela en su par rojo “El Correo del Orinoco” los ataques a esa decisión estadounidense no se hicieron esperar. El adjetivo” subversivo” se le añadió de inmediato a quienes viajen con ese cometido o a quienes reciban la ayuda. Mientras la bloguera Joany Sánchez sigue presente a pesar del acoso castrista la red va creciendo de forma limitada pero firme. Si el embargo se levanta esto crecería en números que no podrían controlar. De allí sus temores. De allí la prueba que hacen con Chávez. Aún no se dan cuenta que esta red es abierta y revisable, sin secretos y demasiado sencilla.