62 venezolanos pasarán esta Navidad encerrados por razones políticas, según cifras de la ONG Foro Penal Venezolano. Sus familias esperan por un milagro navideño, mientras los imputados se preguntan a cuántos minutos se encuentran de la libertad

@ideasdedaniela / @mariaalesiasosa

LOS MINUTOS PASAN Y LOS 59 PRESOS POLÍTICOS que albergan las cárceles de Venezuela ruegan por poder pasar nochebuena con sus familias. A ellos se suman los tres venezolanos que tienen casa por cárcel, también por razones políticas. Familiares y amigos tendrán que visitarlos porque ellos no tendrán permiso para salir.

«Liberen a los estudiantes» 

Se ha quedado corta la consigna; 33% de los recluidos cursan alguna carrera o el bachillerato; la mayoría de los presos son profesionales (39%) y 26% tienen otra dedicación. Marcelo Crovato forma parte de la segunda cifra. El abogado, que prestaba servicios a la ONG Foro Penal Venezolano, fue detenido durante un allanamiento en abril de este año y se encuentra actualmente en el Centro Penitenciario Yare III. El pasado 20 de diciembre, Crovato intentó suicidarse.

El Foro Penal Venezolano brinda apoyo actualmente a 28 de los 62 presos políticos. Otras organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de la UCAB también prestan asistencia ante procesamientos que obedecen a razones políticas o que atentan contra los derechos fundamentales por cualquier otra razón.

Más de la mitad de los detenidos, pertenecen a los estados Miranda y Distrito Capital (42). En Lara hay once, en Carabobo cinco, en Aragua dos. Estos son los estados que albergan la mayor cantidad de presos políticos. Pero, más allá de las condiciones en las que se produjo la detención, lo que preocupa a las familias de los presos es el tipo de institución en que se encuentran recluidos. El SEBIN tiene a 20, mientras que el segundo lugar más recurrente son las prisiones militares (14).

El que menos tiempo ha estado preso, lleva tres meses

El que más, diez. El 12 de febrero comenzó la cuenta, con seis personas recluidas por protestar. Uno de ellos aún espera tras las rejas de Polichacao: Christian Holdack. Su esposa, Aurora Armesto, jamás pensó que pasaría tanto tiempo en esa situación. La soledad de la casa se le hace insoportable, y por eso regresó a casa de sus padres. «Ahora viene la Navidad, recibir el año sin él. Eso nos pega mucho». La depresión y la rabia que siente Armesto no parece terminar y es muy probable que reciba el año sin Holdack.

Fuente: Foro Penal Venezolano