A tres meses de instalada, la percepción es que la Asamblea Nacional ha fallado en el ejercicio efectivo del poder
A tres meses de instalada, la Asamblea Nacional no termina de agarrar el toro por los cachos
El Gobierno, bajo la figura del Tribunal Supremo de Justicia, hizo su apuesta desde el primer día: desconocer la autoridad del nuevo Parlamento. Cerca de cumplirse los primeros 100 días de gestión, Runrun.es preguntó a politólogos, expertos en Opinión Pública, periodistas de la fuente y ciudadanos, cuál era su evaluación de la gestión del Poder Legislativo. Las opiniones convergen en un aspecto, que dicho en los términos más criollos, llevan a concluir que la Asamblea Nacional no ha logrado hacerse respetar

 

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SI SE MIDE EL ÉXITO DE LA ACTUAL ASAMBLEA NACIONAL a tres meses de su instalación, tomando como base las 3 leyes sancionadas, los 6 proyectos de ley aprobados en primera discusión, los 14 acuerdos alcanzados, la apertura hacia los medios de comunicación, la diversidad de los temas debatidos tanto en la plenaria como en las Comisiones, la evaluación es, sin duda, positiva; más aún si se compara con el inicio de la legislatura anterior, período en el cual no se aprobó una sola ley hasta pasados los primeros 7 meses.

Sin embargo, la gente pareciera no estar llevando esa cuenta; en su lugar, la evaluación de la gestión pareciera haberse enfocado en el núcleo mismo del ejercicio del poder, esto es, en la capacidad del Parlamento para pasar de la retórica a la acción. Tres sentencias del TSJ, casi a razón de una por mes, han buscado limitar el marco de acción del Poder Legislativo; desde la que mutiló el estado Amazonas del Hemiciclo; pasando por la resucitación del Decreto de Emergencia Económica y, más recientemente, la ponencia del magistrado y exdiputado chavista, Calixto Ortega, que alega que la reforma parcial de la Ley del Banco Central es inconstitucional.

“Desde el punto de vista institucional, la Asamblea ha fallado en el ejercicio efectivo del poder. El parlamento es una instancia de poder político que tiene entre sus funciones el control sobre la gestión del Gobierno. ¿A qué juega Maduro? A que mientras más tiempo pase, crezca la desconfianza de la sociedad en la capacidad de la Asamblea Nacional para dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, minando así la legitimidad que la oposición acaba de obtener”, argumenta el doctor en Ciencias Políticas, Juan Manuel Trak.

“El ejercicio efectivo del poder significa obligar al otro a hacer algo que voluntariamente no quiere hacer; reitero, el reto de la Asamblea es buscar mecanismos efectivos para el ejercicio del poder dentro de un sistema que nunca se pensó para la división de poderes. Esa es quizás la amenaza del entorno más importante: el chavismo no entiende la división de poderes, que el poder debe fragmentarse y respetarse mutuamente; de allí que el Gobierno haya irrespetado y desacatado a la Asamblea, y en alguna medida, incluso la haya desconocido”, sostiene Trak.

Hitos de la AN

Entre la esperanza y la frustración

Con más de 60%, la Asamblea Nacional es hoy la institución con mayor índice de aprobación, en contraste con el 40% que ostenta el TSJ. Sin embargo, la esperanza que encarnó la masiva votación del 6D ha cedido terreno a sentimientos de frustración y desánimo, según explica el consultor político y coordinador de Venebarómetro, Edgard Gutiérrez.

Runrun.es pudo constatar que la frustración de los ciudadanos se sustenta en la imposibilidad de los parlamentarios de lograr acuerdos entre las dos facciones, lo que a juicio de los entrevistados, retrasa la solución a los problemas.

“En criollo, la gente no le ha visto el queso a la tostada. Las expectativas generadas al principio de enero han bajado y está comenzando un proceso de frustración y desánimo, debido a que la gente ve una Asamblea que no termina de ejercer el poder que ganó legítimamente”, argumenta Gutiérrez.

Señala Gutiérrez que “a pesar de la gravedad del tema económico, los ciudadanos votaron en diciembre por un cambio político, un cambio de Gobierno; que la Asamblea no se haya enrumbado desde un principio hacia ese fin es una de las causas del desánimo. Cuando le preguntamos a la gente cómo se siente, notamos el riesgo de que la decepción se acreciente. El sentido de urgencia está muy presente en los ciudadanos”.

3 meses de aciertos y errores

Que la oposición haya rescatado el rol institucional del Parlamento es uno de los principales aciertos de la gestión, expresa Gutiérrez. El trato que los diputados de la Unidad ha mantenido con la bancada contraria; el uso de un lenguaje respetuoso; y el hecho mismo de que la unidad se haya mantenido cohesionada a lo interno de la Asamblea, se suma a los logros.

Trak apunta que en términos del debate político, uno de los mayores aciertos de la Asamblea es haberse convertido en una referencia. “Todo el mundo voltea ahora a la Asamblea para ver qué va a decir sobre temas como la corrupción, la escasez, la inseguridad y la crisis eléctrica. La Asamblea volvió a ser un espacio donde se dirimen los problemas que afectan la opinión pública; eso se posibilitó, en gran medida, gracias a otro acierto: la apertura a los medios de comunicación”.

A juicio de Gutiérrez, el principal desacierto se resume en aquella frase de Ramos Allup: “A veces hay que doblarse para no partirse”, dicha en relación a la desincorporación de los tres diputados de Amazonas. “Eso envió un mensaje de que estaban dispuestos a ceder, incluso cuando no procedía”.

Por su parte, Trak señala que: “Al cabo de tres meses es muy fácil preguntarse si la primera ley que debieron discutir y sancionar debió ser la reforma del TSJ. Si ese era el obstáculo, ¿por qué no haber empezado por ahí? El primer día se dejaron minimizar por el Gobierno a través del TSJ. Me pregunto: ¿Qué hubiera pasado de haber precipitado el conflicto desde el primer momento? A lo mejor la situación hoy sería distinta, quién sabe, pero lo cierto es que el conflicto que se quiso evitar es ineludible. Y en política, el que no asume riesgos pierde, siempre”.

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