Vía Cocina y Vino

1. Si tu parrillera es de gas: precaliéntala por 10 minutos a fuego alto y trata de proteger la parrillera con papel aluminio para que la limpieza sea más fácil.

2. Si tu parrillera es de carbón: deja de gastar dinero en encendedores «mágicos». Simplemente haz un cono con cualquier papel, pon un poco de aceite, colócalo en medio del carbón y en unos 15 minutos deberías tener el comienzo de una buena brasa.

3. Controla el calor: si tienes que agregar agua a la parrillera para dosificar el fuego, sin duda está muy alto. Trata de jugar con la altura del grill sobre los carbones o usa menos carbón.

4. Marinada: siempre ten a mano bolsas plásticas de cierre hermético para que tu comida absorba los sabores de forma pareja.

5. Utensilios: necesitas un buen par de pinzas. Olvídate de los grandes tenedores que vienen con los kits de parrilla, puedes terminar por agujerear la carne y hacerla perder sus jugos. Nunca comienzas a asar sin un recipiente donde colocar la carne ya lista. Además necesitas un buen cuchillo y una buena tabla de cortar.

6. No te limites a carne, pollo y salchichas: recuerda que los vegetales y las frutas también pueden tomar un gran sabor con la parrilla. Berenjenas, calabacines, espárragos, hongos, tomates, papas, manzanas, peras, piñas y melones son buenas opciones para comenzar.