Nota de Prensa.- Petare, entre ceja y ceja de los que la quieren, es una fiesta, y se celebra este domingo. En el Centro Histórico de la populosa parroquia, inmensurable y compleja, el arte hace de nuevo la faena de convocar al compromiso, a la vida, a la ciudadanía, desde la creatividad. Se trata de la décima octava jornada cultural concebida para el reencuentro y la integración, para la restitución del tejido social y compartir en la calle, la plaza, el teatro y los espacios abiertos que nos pertenecen.
El programa es muy seductor: arranca a las 10:00 de la mañana en la Plaza Sucre con un paseo de espanto y brinco de la mano de Daniel Figueras, del Centro de Historia Regional de Petare: cuando el calendario marca el día de los muertos y de los santos, el recorrido se regodea en aquellos lugares donde se gestaron mitos y leyendas de fantasmas y aparecidos. A las 11:00, el intérprete del acordeón Federico Ruiz, premiado fuera y dentro del país, concertista en salas locales y de medio mundo –Austria, Alemania- y compositor que ha escrito música sinfónica, de cámara, electroacústica, lieder, obras corales, y la música de las óperas Los martirios de Colón y La mujer de espaldas, así como la banda de las películas Manon, La oveja negra, Pandemonium y Aire libre, la de varias teleseries y la de diferentes montajes teatrales , tales como La tempestad, El coronel no tiene quien le escriba, Casas muertas, Fuente Ovejuna, o Asia y el lejano oriente, invade con su virtuosismo el patio central de Fundalamas.
A la 1:00 de la tarde, en el Museo de Arte Popular de Petare Bárbaro Rivas se inaugura la exposición Premios de salones y bienales Bárbaro Rivas, una retrospectiva que habla del camino recorrido y de los deltas del arte, y a la 1:30 pm la música pop más importante del siglo XX se instala allí, en el patio de las esculturas del Museo. A esa hora ofrecen un concierto la gente de El lenguaje de los Beatles: Asdrúbal Urdaneta en la guitarra acústica, Andry Espinoza en el bajo eléctrico, Mauricio García en la percusión y batería, y Salvador Santeliz, armónica en mano, versionan los temas que son ya unos clásicos en la memoria de todos.
El cierre es de película: a las 3:00 pm se proyecta La casa del fin de los tiempos, película venezolana de Alejandro Hidalgo, que indaga en el tema del más allá, a propósito de aparecidos y de encuentros del tercer tipo, y la cual protagoniza Ruddy Rodríguez. Se proyecta en el Teatro César Rengifo de Petare. Todo el día, por si fuera poco, podrá disfrutarse de la exposición fotográfica Sé de un lugar, visiones fotográficas de Paraguaná, trabajos de Oscar Bernal, Salvador Falcón, Anita Ibarra y Javier Ramírez que nos hablan de la soledad y el movimiento, del solazo y de la nada que cabalga sobre el viento en aquel paisaje que se esfuma y que muta en cada regreso.
Venir a Petare es una experiencia sorprendente –el casco colonial es hermoso, verde, y conserva intacta las casonas y sus helechos-, y además, gratuita: un autobús, apostado en el centro comercial Millenium, trae a partir de las 9:30 am a los visitantes caraqueños que dispensan la visita durante el día; también los lleva de vuelta.
