Para los Caraquistas sería mucho más que una tragedia.

Los caraquistas somos muy echones, engreídos y petulantes. La historia de nuestro equipo nos hace ser como somos, lo sabemos y por lo mismo caemos muy mal y somos detestables.

Así que si ocurre la eliminación del Caracas tendremos que aguantar las mil y una “chapita”, incluso de aficionados que no deberían hablar hasta octubre, como los magallaneros, por ejemplo que ni siquiera clasificaron.

No deberían hablar, pero lo hacen, ellos son del Magallanes y de cualquier equipo que juegue en contra del Caracas, así que siempre se sienten con derecho a molestar y lo ejercen.

¿Y si eliminan al Caracas? -Me pregunta una amiga magallanera.

Si eliminan al Caracas eliminado quedará, ya ha ocurrido otras veces y hasta donde sepamos, nadie se ha enfermado ni de gripe por eso. Los primeros días da un poco de rabia y andaremos por ahí con una carota y muchos hablarán aun peor de Hudgens y a los días, como pasa con todo, ni siquiera será un tema de conversación.

Ahorita es la gran preocupación, una semana atrás, cuando el equipo estaba bateando, los pitchers haciendo el trabajo y el equipo estaba completo, parecía que la final era un hecho,

Como dice la máxima que siempre citamos: “Nunca un equipo se ve tan bien como cuando gana o tan mal como cuando pierde” y el Caracas hace unos días estaba ganando y lucía embalado, indetenible.

Pero en los últimos días, más allá de ese juego del lunes que prácticamente acabó con lo que poco que le queda de juventud a esta cronista, los Leones no se han visto bien, ahora sentimos las ausencias y dejamos muchos corredores en base. Cuando no se producen carreras eso de “al que no hace le hacen” parece una sentencia inapelable.

Aquella cara de finalistas que exhibía el Caracas ha ido cambiando al tiempo que Caribes de Anzoátegui y Tigres de Aragua no ceden la punta y lucen armados, sólidos, con recursos y argumentos que son los que llevan a los equipos a metas superiores.

Pero Leones del Caracas es también ese equipo que pudo voltear el juego a los Tigres en el noveno inning, un juego que parecía imposible de ganar, uno de esos encuentros que uno como aficionado a la pelota dice, cuando los ve hacer marfiladas infantiles “no merecen ganar”.

Sin embargo pudieron sobreponerse a  la cantidad de hombres dejados en base, las decisiones del estratega Hudgens,  los errores de la defensa, al descontrol de los lanzadores, a la recia fanaticada maracayera que gritó “¡eliminados!” todo el tiempo, hasta que el juego se empató y la presión de tener que ganar que ellos mismos como profesionales sienten, y ganaron un juego que además de ser importante para mantenerse en la pelea por llegar a la final, era vital para el ánimo y el ego aporreado de los caraquistas.

Quedan sólo 3 juegos, esta noche contra las Águilas del Zulia y luego dos en Margarita contra los Bravos, Tigres no juega hoy y caribes visita a los insulares, mañana descansa y termina el 21 contra los de Aragua y alguno de los dos perderá, cosa que favorecería a Leones, en caso de que haya hecho la tarea de ganar sus compromisos.

Según lo visto en los últimos juegos la cuesta es muy empinada.

No hay un recorrido más angustiante y tortuoso que el que hay que recorrer para sacar todos los outs que hacen falta para ganar…