El polémico pitcheo - Runrun
Redacción Runrun.es Dic 17, 2010 | Actualizado hace 13 años


El pitcheo cayó en strike, digamos que mordió la esquina, estuvo en el límite y según se vea, pudo ser strike de acuerdo a la repetición.

Fue de esos lanzamientos en los que “ha podido cantar cualquier cosa”, “estuvo ahí”, tanto que para comprobarlo tienes que ver la repetición desde varios ángulos.

El polémico que pitcheo, que habría dejado fuera a Josh Kroger y dado la victoria al Magallanes, tan necesitado de ganar, fue apreciado por el umpire  Roberto Moreno como bola y el bateador quedó vivo.

Según las reglas del beisbol, bolas y strikes, entre otras situaciones, se deciden según la apreciación del árbitro y él era quien estaba ahí y cantó bola.

Si al siguiente envío de Machí, Kroger abanica, segurito que aquella bola no habría sido más que una anécdota menor del juego: “ A Kroger lo poncharon con cuatro strikes”. Así somos los fanáticos.

En un juego promedio, un árbitro ve alrededor de 300 envíos y no siempre puede ser exacto y eso forma parte del juego, por eso, mientras no sentencia, cada quien tiene que hacer lo que debe para conseguir un out o dar un batazo.

Jean Machí pudo tirarle un pitcheo adentro que no le dejara estirar los brazos, un garabato que lo obligara a batear un arrastrado o una bola alta para que diera un flaisote, qué se yo, “engañarlo”, dominarlo…

¿no es eso lo que debe hacer un lanzador?

El siguiente envío fue una recta de dedos separados que se quedó en la zona de poder del encendido toletero caraquista que fue a dar a las gradas para empatar el juego.

Entonces ese pitcheo que fue bola, pero que era strike, que pudo ser el final se convirtió en el tema y hasta en cadena nacional, se insinúa que el umpire favoreció al Caracas a propósito. No, los árbitros del beisbol no son como otros árbitros, pueden equivocarse, pero son honestos.

La impotencia del fanático es absolutamente comprensible, pero también es verdad que para ponchar parado a Josh Kroger había que lanzar un strike que no dejara dudas. Era un Caracas-Magallanes, un juego de esos cuyo libreto parece cosa de Stephen King, quien no en balde es fanático de los Medias Rojas de Boston.

Lo que no es justo es dudar del árbitro, esa fue su apreciación, pero para “favorecer” al Caracas tuvo que estar de acuerdo con Machí para que después de la “bola” le sirviera esa recta, justo por ahí, para que Kroger le hiciera swing con todo y la desapareciera. ¿Alguien más allá de su frustración puede creer algo así?

Siempre diremos y defenderemos que el beisbol está perfecto como está, recordando, palabras más o menos, lo que dijo Armando Galárraga cuando Jim Joyce le quitó nada menos que el juego perfecto.

Es parte del beisbol que el umpire dicte una sentencia que después la repetición comprueba no fue “justa”, pero no crean que hay intención en el umpire porque es un “vendido” y cosas así, porque es irrespetar la esencia del juego, sus reglas y los retos  que plantea sobreponerse a los errores, los de todos.

¿Que además hubo una jugada increíble, que no habíamos visto, en la que entra una carrera porque la pelota se le metió en el peto al catcher?  Pues las reglas son clarísimas, no fue un capricho, no tenía nada que consultar el árbitro, la regla dice textualmente:

“5.09: La pelota queda muerta y los corredores avanzarán cuando:

(letra G)  “Una pelota lanzada por el pitcher se aloja en la máscara del árbitro o del receptor  o en otros atavíos pertenecientes a ellos, y permanece fuera del juego, los corredores avanzarán una base”.

Fue un juego emocionante aunque ninguno de los dos equipos exhibió su mejor beisbol, esperemos que no haya sido el último de este campeonato en el Universitario. El Magallanes no bateó y el Caracas dio muchas ventajas, así que cualquiera habría podido ganar. Y bueno, ganó el Caracas, ha podido ser Magallanes, pero no.

Por eso es que siempre hay que recordar a Yoggie Berra “el juego no termina hasta que termina” y termina cuando es decretado el último out.