Le cayeron a palos al dos veces CyYoung…así como suena, le dieron batazos de todos los calibres, sólo faltó que le bateara el bat boy.

A Johan Santana lo castigaron sin atenuantes, le  dieron 8 hits, 4 de ellos cuadrangulares, uno con las bases llenas.

Tuvo una de sus peores salidas, sino la peor y poco se puede decir en su defensa salvo que hay dias así.

La otra mala apertura fue frente a los Yankees la temporada pasada y  le hicieron 9 carreras en el 3 inning.

Estuvo desdibujado, incómodo, sin poder ubicar sus lanzamientos donde quería. Entonces, como dicen los beisboleros: “Tenía que venir por la goma” y así llegó el castigo.

Un jonrón, en la inmensa mayoría de los casos, es un buen pitcheo bien conectado. Es física pura,  una pelota lanzada a 90 millas por hora o más, queda en la zona de poder donde el bateador la impacta con toda la madera y se va lejos.

Santana pichó muy mal, como nunca lo había visto esta cronista, los zurdos suelen castigarlo y otras veces también le han bateado, pero en esta salida nunca se le vio cómodo.

No parece entenderse bien con Barajas y es aquí, sin pretender buscar excusas, donde cabe la pregunta: ¿Por qué  si tiene ahí a Henry Blanco, que se ha lucido detrás del plato (como se explica en el artículo titulado “EL Gran Henry”), el manager Manuel  no lo puso a hacer batería con Santana, su receptor de 2004, cuando ganó el primer Cy Young.

Pocas veces estos Mets le han dado a  Santana una ventaja de 3 carreras en el propio primer inning, mucho menos de 5 en el cuarto capítulo, la noche de ayer así lo hicieron, repuestos de la blanqueada del sábado, pero los bateadores de los Filis le batearon a placer, 10 carreras, todas limpias en 3 innings y 2 tercios, quedando su efectividad en 4.50. Le vieron la bola como un melón y le dieron en la cara, como dicen los fanáticos.

Difícilmente el venezolano pueda tener una salida peor, no es normal que Sanana no domine sus envíos, que tan sólo haya ponchado a un contrario en casi 4 episodios de labor y que le hayan bateado tanto.

El daño habría sido menor si Manuel lo saca antes, pero hay que decir también que a un pitcher de la trayectoria de Johan Santana hay que darle el chance de salirse de los problemas. Lo ha hecho antes, pero esta vez los bateadores de los Mets estuvieron por encima de él.

La jerarquía del tovareño es la razón de Manuel para haberlo dejado en el montículo.

Queda mucha temporada para que Santana siga en la elite de los lanzadores de todas las Mayores.

Lo que pasó en Filadelfia este domingo es sólo la prueba de que el mejor puede ser peor…