Praderas y serpentinas - Runrun
Redacción Runrun.es Dic 10, 2010 | Actualizado hace 13 años

Una de estas tardes coincidí en un almuerzo con la periodista Mariahé Pabón, quien al escucharme hablar de un juego de pelota me acusó de decir vulgaridades.

Con su humor delicioso me dijo algo así: “Los beisboleros hablan y lo que se escucha es: bola, bola baja, bola alta, bola pegada, se cayeron a palos, la metió, la cogió, la tiró, se va se fue, la buscó y la cogió fácilmente”…La lista que tiene Mariahé del argot beisbolero, dicho como ella lo dice, tomando con pinzas palabras  y expresiones, ciertamente suena como la descripción de otros juegos.

Reflexionando sobre ese inventario particular que tiene la sensata Mariahé, me vine a la casa a pensar en cómo demostrarle que el beisbol tiene también palabras y expresiones bellísimas, que fueron inventadas por o para hombres que mastican chimó y escupen a veces, es cierto, pero que con un guante o un bate en la mano, son verdaderos artistas.

Si no me crees, ponle música de Tchaikovski a las jugadas de Omar Vizquel, de hecho, una foto que se exhibe en el Museo del Salón de la Fama de Cooperstown, tiene por nombre “Vizquel’s ballet”.

Por ejemplo, Marihé, el beisbol se juega en un diamante que tiene tres almohadillas y una goma pentagonal a la que llamamos plato, home o casa, a donde, como en la vida, todos quieren llegar quietos y a salvo.

Es un juego pastoral pues se juega en praderas y, por supuesto, quienes dominan ese verdor se llaman jardineros, aunque no siembran nada.

A los pitchers, Mariahé, también los llaman “serpentineros” porque cuando tiran bolas rápidas, la pelota deja una estela que dibuja una serpentina. Otras veces tiran curvas…y también hay curvas en las tribunas.

Abelardo Raidi le decía a la segunda base “La adulterina”- “Está entre dos hombres”-sentenciaba Abelardo.

Si escuchas que un hombre tiene poder y puede robar, a lo mejor piensas en un militar o algún funcionario, en cambio a los beisboleros nos viene a la mente el nombre de Bob Kelly Abreu.

En el beisbol, los jueces sentencian, pero también es posible, para diferenciarlos de los otros, decir que los umpires “cantan”. Cantan las bolas, los strikes y las llegadas a salvo. Un árbitro canta y es probable que un hombre quede fuera y unos fanáticos tristes y otros contentos.

Hay frases que pronunciamos a veces sin saber que vienen del beisbol, como “Me agarraste fuera de base”. “pica y se extiende” o “Lo pusiste en tres y dos”, forman parte de nuestro hablar cotidiano y son expresiones que salieron de los parques de pelota, para todos los terrenos de la vida.

Y déjame decirte, Mariahé, que no te he contado cómo es un juego de pelota en El Universitario de Caracas, una tarde de sol, en diciembre, con el Ávila de fondo, porque no soy crítica de arte y la imagen más bien parece una pintura de Cabré.

Dependiendo de cómo lo sientas, es posible que encuentres toda la poesía que se exhibe entre esas praderas y la tierra, entre los hombres y las curvas…