Paciencia Caraquista - Runrun
Redacción Runrun.es Oct 23, 2010 | Actualizado hace 14 años

Es comprensible, los caraquistas, con lo “echonetos”, orgullosos, quisquillosos y pretenciosos que somos, no estamos en dias fáciles.

La verdad no tenemos la culpa de ser el equipo con más títulos en la historia de nuestro y decir eso golpea el ego de los demás.

Ya quisiera uno tener la dirección de e-mail, twitter, facebook y la posibilidad de pegar titulares humillantes en la cartelera del mismísimo Gustavo Cisneros, porque si uno a cuenta de hablar de “mi equipo” debe soportar tanto, pues más ligero el que paga la nómina.

La última vez fueron arepas, nos las preparó caribes allá en El Tigre y las bromas no se hicieron esperar. Para colmo ese día ganó el Magallanes, combinación que contribuyó en grande a acentuar nuestra desgracia.

El Caracas, así como los Yanquis, el real Madrid, el equipo de fútbol de Brasil o la Ferrari, tiene esa particularidad que es común en los más ganadores, todos los demás lo detestan.

Los rivales más enconados y ancestrales de los Leones, son los Navegantes del Magallanes, pero los otros seis equipos no distan en el “rencor”.

Hay fanáticos del Magallanes, Tigres, Tiburones, Bravos, Águilas, Cardenales y Caribes y de cualquier equipo que esté jugando contra el Caracas. Es así, puede que suene pedante, pero es indiscutible que a abundan quienes se alegran más por la derrota de los capitalinos que por las propias victorias.

Los 17 títulos sin contar con los del “Cervecería” han sido obtenidos a costillas de todos los que han llegado a una final y eso, obviamente, ha dejado heridas imborrables.

Aquí cada quien tiene un “trauma” con el Caracas, un recuerdo de un terrible día en el que los Leones ganaron.

Por ejemplo para el querido amigo Sergio Gómez, hoy en caimaneras celestiales, aquella remontada en la final de la 66-67 quedó tatuada en su vida como la peor desgracia jamás vista y no hablar de lo que significó el “no hitter” con el que Urbano Lugo selló la victoria del campeonato en 1987.

La infancia de Alberto Barrera Tyzka parece haber sido signada por sucesivos e imperecederos juegos perdidos de sus Cardenales de Lara, porque lo que le tiene a los Leones es tirria, no hay otra forma de llamar ese sentimiento que hasta se refleja en sus ojos cuando habla del Caracas.

El maravilloso escritor Francisco Suniaga confiesa que desde su Margarita natal lo lógico, además de lo genético en su caso, era ir contra el equipo de la capital.

Ni hablemos de los tigreros, que más que rivalidad lo que nos tienen es rabia, por no decir una palabra altisonante. Cómo si hubiese sido el Caracas el único equipo que no les dejo vida en esos largos 20 y tantos años de ilusiones rotas hasta que se convirtieron en el gran equipo de la primera década del siglo XXI.

Caribes y Bravos no tienen tal vez tanto tiempo en esto del anticaraquismo, pero están el deber de serlo, cómo iba a ser distinto.

Entonces cuando el equipo está momentáneamente mal, sus fanáticos andamos soportando  bromas de todos los calibres y no puede ser de otra forma porque la mayoría no somos discretos cuando ganamos.

Así que bueno, lo dicho, aun faltan muchos outs, mientras llegan las carreras paciencia, paguemos el precio de ser caraquistas.