A esta hora ya está todo listo para la gran fiesta.

Para los fanáticos del beisbol es el comienzo de la navidad. La alegría de encontrarse de nuevo en el parque, frente al televisor o la radio, para disfrutar del gran pasatiempo de los venezolanos. Comienza nuestra pelota.

En los próximos tres meses buena parte del país encontrará en el juego de pelota, el bálsamo perfecto para matizar eso que Valentina Quintero llama “la realidad aplastante”.

Los venezolanos somos, en esencia, como somos cuando hay beisbol.

Más allá de nuestra afición, de la pasión que nos despierta un equipo, respetamos al otro.

Lo más común es que nuestro rival esté muy cerca. En muchos casos puede ser la pareja, nuestros hijos (como en mi caso), amigos, compadres y compañeros de trabajo y la convivencia es posible, incluso al día siguiente de una aplastante derrota.

Magallaneros, tigreros, cardenaleros, rapaces, caribeños, bravos, guairistas y caraquistas, todos coincidiremos en el ánimo de aupar a nuestros equipos, en la alegría del triunfo y también en la frustración de quedar en el terreno o no haber podido anotar ni una, para que al día siguiente comience el “chalequeo” por las 9 arepas y uno calladito porque cuando es nuestro equipo el que blanquea también bromeamos y fastidiamos a los otros.

En minutos abrirán las puertas de los estadios donde se inaugura nuestra fiesta y la emoción es mucha.

Los Leones del Caracas saldrán a defender el título, Magallanes a sacarse la espinita de haber perdido la final contra sus archienemigos, los Tiburones aseguran que llegarán más allá y presentan una nómina que dará pelea, los Cardenales también tienen buena cara, combinando juventud con experiencia, Bravos de Margarita quiere estar otra vez en enero, las Águilas esperan cosechar frutos después de los cambios hechos, los Tigres harán todo cuanto puedan para no quedar fuera de la clasificación y los Caribes confían en que los movimientos hechos les permitan una mejor temporada que la pasada.

Son los últimos minutos del sueño de ser campeones, cuando se cante la voz de play ball habrá que estar bien despiertos, sin perderle la vista a la pelota.

Feliz temporada amigos, que sea por encima del promedio y ganen los…los mejores.