¿Cómo no van a andar alzados los fanáticos de los cardenales de Lara después de la hazaña de Roy Halladay, si el estelar “Doc” fue clave en el campeonato que obtuvieron los larenses en la temporada 97-98?

La afición de los cardenales de Lara lo recuerda como un prospecto de sólo 20 años, con una recta endemoniada que se entregó con todo al equipo hasta la Serie del Caribe.

En la temporada regular tuvo efectividad de 1.54 en 5 aperturas y en la semifinal 3.12 en 26 episodios.

En la final ante los Leones del Caracas,   fue el as de la rotación de los crepusculares. Abrió 2 cotejos y en 10 episodios toleró 4 rayitas.

Claro que tienen que estar con esa “echonería”, así como los zulianos hablan de Greg Maddux, los magallaneros de Barry Bonds, los tigreros con Rod Carew, los guiairistas con Luis Tiant o los caraquistas con Pete Rose.

La lista de jugadores  y managers estelares que han trabajado en nuestro país es larga y cada vez que se destacan no podemos dejar de recordar que en nuestros parques exhibieron su talento, muchos, como el caso de Halladay, advirtieron con su buen desempeño que estaban preparándose para metas superiores.

Es motivo de orgullo para el beisbol venezolano, aunque lo es especialmente para los larenses, que Halladay, ese jovencito que vino a mejorar su repertorio siendo el prospecto número uno de los Azulejos de Toronto,  sea el único pitcher con un juego perfecto en temporada regular y un no hitter en playoff, porque en una página de su historia y probablemente en sus recuerdos, están los atardeceres de Barquisimeto.