Los yanquis ganaron el primero de la serie contra sus rivales de la Bahía de Tampa en una noche en la que George Steinbrenner ingresó a la plaza de las leyendas Yanquis de todos los tiempos.

Unos minutos antes de escucharse la voz de play ball, la viuda y los hijos del archiconocido propietario del equipo del Bronx develaron una enorme placa en la plazoleta de los monumentos que rinden homenaje a los más grandes de la divisa.

Ahí donde está Babe Ruth, Lou Gerihg  y Mickey Mantle, está el Gran Jefe, el hombre que se hizo cargo del equipo en los años 70 para llevarlo de nuevo al sendero de las victorias y los trofeos de Tiffany de Serie Mundial.

Legendarios jugadores, encabezados por Yoggie Berra,  uno de los Yankees más famosos de todos, el inolvidable receptor de las “frases filosóficas” del juego, quien por cierto se alejó unos años del Yankee Stadium después de un altercado, o varios, con Steinbrenner, estaba al lado de Reggie Jackson, otro que también tuvo sus “roces” con el “boss”, lo mismo que Don Mattingly, quien se fue los Yanquis cuando la decisión fue que Joe Girardi debía ser el piloto sucesor de Torre.

No era una noche para tener presente nada distinto a lo que significó y significa el nombre de Gerorge Steinbrenner para el beisbol y para la franquicia.

Joe Torre, despedido por Steinbrenner, quien consideraba que ya había terminado su tiempo al mando de los Yanquis,  llevaba puesto el anillo de Campeón Mundial obtenido en 1996, el primero de los 4 que ganó con los del Bronx.

El lanzador David Wells y el roster completo ingresó a la plaza. También estuvo el comisionado Bud Selig, quien acompañó a la viuda de Steinbrenner a develar el monumento.

Los asistentes al parque aplaudieron de pie desde que comenzó el acto y Fran Sinatra jr, fue el encargado de interpretar el himno nacional de los Estados Unidos.

Así quedó la mesa servida para le victoria que devolvió a los mulos al primer lugar de la tabla de clasificación, juego y medio de distancia sobre las Rayas,  mientras sus acérrimos enemigos caían frente a los Orioles de Baltimore, para alejar aún más la posibilidad del milagro.

Incluso para quienes no somos yanquistas el momento fue conmovedor y emocionante. Más allá de su carácter y fama de peleón, Steinbrenner será recordado, como dice el monumento que le rinde tributo “ Un verdadero visionario, quien cambió para siempre el beisbol”.

Palabras de Jeter:

Video en el nuevo Yankee Stadium antes del juego: