Ken Griffey: 20 años, dos jonrones y una historia - Runrun

Para quienes fuimos en los años 70, seguidores del beisbol y casi obligatoriamente de la Gran Maquinaria Roja de Cincinnati por ser el equipo de David Concepción, el nombre de Ken Griffey es “de toda la vida”.

Bateó para .296, pero en aquellos años y muy especialmente en 1975, ese año que siempre será recordado por la emocionante Serie Mundial entre Rojos y Medias Rojas, Griffey era pieza clave en aquel engranaje perfecto. Contribuyó con promedio .333. y con su guante le dio profundidad a los jardines.

Sparky Anderson los ordenaba así:

1-Pete Rose, tercera base

2-Joe Morgan, segunda base

3-Johnny Bench, receptor

4-Tony Pérez , primera base

5-George Foster,  jardinero izquierdo

6-David Concepción, campo corto

7-Ken Griffey, jardinero derecho

8-Cesar Gerónimo, jardinero central

Eran realmente temibles y verlos jugar era  entender en su dimensión lo que significa un equipo de pelota. Era evidente que se divertían, se entendían y tenían eso que llaman “química”.

Años más tarde supe por el propio David Concepción que en efecto era así. Llegaban a clubhouse y le hacían bromas al que se había ido en blanco o  cometido un error, retándolo para el juego siguiente. Seguramente en el ejercicio de memoria muchos los recuerdan con sus peinados “afros”  y a Pete Rose con melena.

Aquellos Rojos de Sparky Anderson no dejaban otra alternativa a los amantes del beisbol que admirarlos y para los venezolanos era casi un pecado no ir por ellos, por ser el equipo en el que brillaba Concepción.

En ese clubhouse del River Front Stadium, el pequeño Ken Griffey junior comenzó a aprender de beisbol. Años más tarde, siendo una súper estrella, sacrificó miles de dólares para jugar con ese equipo al que conoció siendo un niñito.

Desde muy temprano el talento natural del “Junior” no dejó dudas, sería mejor que su padre y con las mejores expectativas llegó al beisbol con los Marineros de Seattle el 3 de abril de 1989.

En 1990, un año antes de su retiro, Ken Griffey senior fue firmado por los Marineros de Seatlle y allí se encontró nuevamente en un club house con su hijo, esta vez ambos como jugadores, como bateadores de la misma alineación

Hace exactamente 20 años,  el 14 de septiembre, el derecho de los Angelinos de Anaheim Kirk McCaskill había embasado por boleto a Harold Reynolds y le tocó el turno a Ken Griffey padre quien la desapareció entre el jardín izquierdo y central, su hijo lo recibió en el plato para felicitarlo, era el tercer jonrón que conectaba en la campaña. De inmediato vino el chance del “Junior” y  casi por el mismo sitió voló la pared.

Una hazaña que probablemente no veremos de nuevo, la conjugación de factores de ese registro podría ser irrepetible. Ambos jugaron 22 temporadas y la coincidencia se dio en el año 21 del padre y el segundo del hijo. Es dificilísimo jugar tantas campañas

Y podría decirse que casi imposible que puedan jugar de nuevo una pareja de padre e hijo.

Comenzaba la brillantísima carrera de uno de los mejores jugadores de toda la historia y terminaba la de un hombre que siempre será sinónimo de beisbol entregado y jugado con pasión y, nada menos, el ejemplo a seguir y la inspiración de su hijo, uno de los más grandes de todos los tiempos.