¿CUANTOS BATAZOS HA DADO VALLITA? - Runrun
Redacción Runrun.es Sep 06, 2010 | Actualizado hace 3 meses

El primero de septiembre comenzaron las fiestas de Nuestra Señora del Valle, Patrona de oriente y una de las advocaciones de la Virgen Madre de Dios, más veneradas por la feligresía venezolana.

Es conmovedor ver como todos los años por estas fechas, la iglesia del Valle recibe a miles y miles de fieles que vienen a pedirle favores y a adorarla con flores y oraciones.

El 1ero de septiembre «Vallita» como es llamada por sus devotos, es bajada de su nicho y entronizada, para que sus hijos puedan verla de cerca.

Está bellísima, vestida de blanco, rodeada de flores y el fervor de la gente que se alegra al verla «abajo» para detallarla.

Muchos lloran mirándola. Es emocionante, supongo que esta para los incrédulos.

A un lado de la iglesia de Nuestra Señora del Valle, está el Museo diocesano, una visita que nadie debe dejar de hacer.

En el Museo pueden verse algunos trajes que ha vestido Vallita, fotos de las fiestas en su honor, la sotana que llevo el Cardenal Lebrún en una misa oficiada por él, ofrendas de la Armada, barcos de madera preciosos, un trono de más de cien años, carritos de juguete, medallas y anillos de graduación.
Hay joyas y perlas, incluyendo la que tiene forma de  pierna, hallada para Vallita por un pescador a quien le iban a amputar una pierna, pero intervino ella.

El primero de septiembre comenzaron las fiestas de Nuestra Señora del Valle, Patrona de oriente y una de las advocaciones de la Virgen Madre de Dios, más veneradas por la feligresía venezolana.

Es conmovedor ver como todos los años por estas fechas, la iglesia del Valle recibe a miles y miles de fieles que vienen a pedirle favores y a adorarla con flores y oraciones.

El 1ero de septiembre «Vallita» como es llamada por sus devotos, es bajada de su nicho y entronizada, para que sus hijos puedan verla de cerca.

Está bellísima, vestida de blanco, rodeada de flores y el fervor de la gente que se alegra al verla «abajo» para detallarla.

Muchos lloran mirándola. Es emocionante, supongo que esta para los incrédulos.

A un lado de la iglesia de Nuestra Señora del Valle, está el Museo diocesano, una visita que nadie debe dejar de hacer.

En el Museo pueden verse algunos trajes que ha vestido Vallita, fotos de las fiestas en su honor, la sotana que llevo el Cardenal Lebrún en una misa oficiada por él, ofrendas de la Armada, barcos de madera preciosos, un trono de más de cien años, carritos de juguete, medallas y anillos de graduación.
Hay joyas y perlas, incluyendo la que tiene forma de  pierna, hallada para Vallita por un pescador a quien le iban a amputar una pierna, pero intervino ella.

El pescador le había prometido la perla más hermosa si lo salvaba de la amputación y en cuanto se curó fue a buscar lo prometido.

Entonces encontró la perla en forma de pierna.

Le ofrecieron mucho dinero por la joya marina, pero el la donó al museo diocesano para honrar su compromiso y ahí está la prueba de su fe y el milagro, a la vista de todos.

En una vitrina también llaman la atención algunos objetos deportivos, como un bate de René Reyes, jugador nacido en la Isla, del zuliano Eduardo Pérez, pelotas de prospectos llenos de ilusiones y fe. Un balón de Guaikeríes.

Pastor Maldonado le obsequió los guantes que llevaba cuando ganó en Mónaco en 2008, confiado en la compañía de Nuestra Señora del Valle.

¿Cuantas curvas habrá tomado Vallita en las calles de Montecarlo, cuántos envíos le recibió a Maddux y cuántos batazos ha dado y faltan por dar, cuántos rebotes y cuantas cestas?

El éxito es cuestión de talento,  trabajo individual,  disciplina, esfuerzo y sacrificio, pero con la Virgen del Valle en el corazón debe verse mejor la pelota y hay menos peligro en el asfalto.

El pescador le había prometido la perla más hermosa si lo salvaba de la amputación y en cuanto se curó fue a buscar lo prometido.

Entonces encontró la perla en forma de pierna.

Le ofrecieron mucho dinero por la joya marina, pero el la donó al museo diocesano para honrar su compromiso y ahí está la prueba de su fe y el milagro, a la vista de todos.

En una vitrina también llaman la atención algunos objetos deportivos, como un bate de René Reyes, jugador nacido en la Isla, del zuliano Eduardo Pérez, pelotas de prospectos llenos de ilusiones y fe. Un balón de Guaikeríes.

Pastor Maldonado le obsequió los guantes que llevaba cuando ganó en Mónaco en 2008, confiado en la compañía de Nuestra Señora del Valle.

¿Cuantas curvas habrá tomado Vallita en las calles de Montecarlo, cuántos envíos le recibió a Maddux y cuántos batazos ha dado y faltan por dar, cuántos rebotes y cuantas cestas?

El éxito es cuestión de talento,  trabajo individual,  disciplina, esfuerzo y sacrificio, pero con la Virgen del Valle en el corazón debe verse mejor la pelota y hay menos peligro en el asfalto.