EN EL BEISBOL GENERALIZAR SIEMPRE ES INJUSTO! - Runrun

Desde que debutó Alejandro “Patón” Carrasquel hasta esta temporada, 255 jugadores venezolanos han visto acción en el beisbol de las grandes ligas.

En estos 71  años, de todos ellos, podemos contar con los dedos de una mano a quienes se han visto envueltos en problemas con la justicia: Julio Machado (dio muerte a una persona), Ugueth Urbina (lesiones graves, 15 años de prisión), Francisco Buttó (homicidio culposo ya que  por jugar con un arma hirió accidentalmente de muerte al bat boy), Miguel Cabrera (pasado de tragos tuvo un altercado con su esposa) y ahora Francisco Rodríguez (violencia con el padre de su pareja).

No incluyo a Johán Santana porque las autoridades desestimaron la denuncia, así que no es justo decir que se vio involucrado en un lío judicial, porque el caso no prosperó, aunque la presunta víctima insiste en demandar privadamente.

Tampoco nombro en ese grupo a Carlos Zambrano, porque su asunto no terminó en una comisaría. Zambrano se ofuscó, perdió los estribos y fue violento con un compañero de equipo y eso le trajo como consecuencia sanciones de los propios Cachorros y además debió someterse a una terapia de control de la ira.

Armando Galarraga, después de la gran lección de respeto, aceptación de las normas y caballerosidad que  le vimos después de que Jim Joyce le “quitara”  un juego perfecto, también tuvo un encontronazo con su catcher, en pleno dogout y aunque ciertamente podamos estar en desacuerdo con  su reacción, el hecho no es comparable con los que llegaron a la comisaría, a los tribunales o a prisión.

Sin embargo algunos lectores de este espacio se preguntan por qué “tantos” venezolanos han tenido estos problemas de agresión y la verdad es que no son “tantos”,  en esta temporada 83 criollos han visto acción en las mayores y en verdad, más allá de los dicho de los casos Zambrano o Santana, de todos ellos quien se metió en un problema de verdad serio ha sido el “Kid” Rodríguez.

Todo en su dimensión, no podemos decir que “los peloteros venezolanos son violentos”, que “los peloteros venezolanos son indisciplinados”, que  “estamos en el acabose”, que ya en las páginas deportivas lo que hay son malos ejemplos y cosas así.

Tampoco podemos decir que todos son Omar Vizquel, Andrés Galarraga o  “Carrasquelito”, porque siempre es errado generalizar, pero es indiscutible que son muchísimos más los que han tenido un comportamiento ejemplar que quienes se han equivocado.

Por supuesto que  hay que resaltar esas historias, pero de pronto parece que todos nos convertimos en jueces implacables y mientras para la justicia ordinaria tomar una decisión tarde por lo menos unas horas, para escuchar a las partes y evaluar las situaciones, en minutos decidimos que éste o aquel es un “malandro”.

En un segundo, como decía el viernes en su “Con todo y para llevar” el periodista Jován Pulgarín, podemos cometer el error de nuestra vidas y echar todo por la borda. Cualquiera de nosotros nos puede pasar o a lo mejor nos ha ocurrido, pero no somos tan notorios como los peloteros.

De los casos que mencioné, hay que decir que Miguel Cabrera, por ejemplo, reconoció su problema con la bebida, se sometió a tratamiento y lo que ha demostrado hasta ahora es que está concentrado en su trabajo y que entendió que ponía en riesgo su vida, esa que se ganó con talento y esfuerzo.

De ser un “mal ejemplo” en un momento, Cabrera es ahora un buen ejemplo de cómo se cometen errores y también se superan.

También es verdad que esta cronista siempre apuesta a las oportunidades que tenemos de salir de los slumps y no cree en sentencias perpetuas y menos aún en la pena de muerte.