Mentira, soborno y muerte: todo sobre el dopaje en Rusia
Mentira, soborno y muerte: todo sobre el dopaje en Rusia
La hora de la verdad se acerca para el deporte ruso, luego de casi dos años sumido en un escándalo de dopaje tras otro. El atletismo de ese país está por el momento fuera de Río 2016, pero las sanciones sobre una de las principales potencias mundiales podrían ir mucho más allá, tras las sensacionales revelaciones del ex director del laboratorio antidopaje de Moscú de que él mismo diseñó cócteles indetectables de sustancias para mejorar el rendimiento. ¿Se salvará Rusia o finalmente el peso y la gravedad de las acusaciones serán superiores a su capacidad de maniobra?

 

@eumaresaa

LA ANTIGUA CORTINA DE HIERRO fue famosa por algunas de las prácticas más atroces de dopaje en tiempos de la Guerra Fría. Los atletas eran forzados a tomar sustancias para mejorar el rendimiento, o simplemente se les administraban disfrazadas como suplementos vitamínicos, en unas dosis tan brutales que se ha documentado al menos un caso de cambio de sexo por administración de androgénicos, el de la balista Heidi Krieger. Inyecciones rectales de aire para aumentar la flotabilidad de los nadadores, o embarazos concebidos con los propios entrenadores, para que la producción de hormonas incrementara la fuerza física, seguidos de rápidos abortos, fueron sólo algunas de las prácticas en la antigua Alemania Oriental, y en otros países bajo la égida soviética.

A la luz del escándalo por el dopaje generalizado y amparado por el estado detectado en Rusia, y de las recientes revelaciones de Grigory Rodchenkov, el jefe del laboratorio antidopaje de Moscú que contó con acreditación internacional hasta que fue suspendido en noviembre, la pesadilla parece estar muy lejos de terminar.

Rodchenkov, quien abandonó Rusia luego de que el laboratorio fuera desacreditado y se estableció en Los Ángeles, declaró el 12 de mayo al New York Times que la operación, diseñada de cara a los Juegos de Invierno de Sochi 2014, era tan perfecta que funcionaba como “un reloj suizo”.

GrigoryRodchenkov

Grigory Rodchenkov

El cóctel era administrado mezclado con alcohol. Previamente el laboratorio había recibido del ministro de Deportes Vitaly Mutko una lista con los nombres de los atletas involucrados en el programa y muestras limpias tomadas antes de la ingesta. Rodchenkov y oficiales de seguridad del estado se encargaban de sustituir durante la noche aquellas muestras que resultaban positivas por la orina en regla.

Rusia ganó la cita de invierno con 33 medallas en total, 13 de ellas de oro. Según Rodchenkov, 15 de esas preseas fueron ganadas por atletas pertenecientes al programa.

Ahora el caso será investigado por el experto canadiense Richard McLaren, uno de los tres redactores de los escandalosos informes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que documentaron no sólo la brutal extensión de la trampa en el deporte ruso de alto nivel, sino el pago de sobornos por millones de dólares a miembros de la más alta élite de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), incluyendo a su ex presidente Lamine Diack y su ex director médico Gabriel Dollé, para encubrir resultados adversos de atletas rusos.

El propio Rodchenkov, que fue la mente maestra detrás de la operación en Sochi, pues diseñó el cóctel, se ha puesto a la orden de la AMA y del Comité Olímpico Internacional para volver a analizar las muestras tomadas en esa oportunidad, a fin de probar la veracidad de sus declaraciones al New York Times.

Las revelaciones han dejado en ridículo al ministro Mutko, que se pasó meses asegurando que las versiones de un programa de dopaje patrocinado por el estado eran la expresión de los sentimientos anti-Rusia de muchos en el mundo del deporte, y ahora ha tenido que reconocer que su país “lamenta” las trampas de atletas y entrenadores, y “está avergonzado” por no haber sido capaz de descubrirlas a tiempo. También dejan muy mal parado al propio COI, cuyo presidente, el alemán Thomas Bach, había declarado hace seis meses que no había razón para cuestionar la credibilidad de las pruebas antidopaje en Sochi.

Unos días antes de que Rodchenkov se convirtiera en informante, el ex miembro de la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada), Vitaly Stepanov, quien ya había aparecido en el documental que abrió toda la polémica, emitido por la televisión alemana, aseguró tener en su poder grabaciones de conversaciones suyas con Rodchenkov, en las que éste afirmaba que al menos cuatro medallistas de oro de Sochi habían usado sustancias prohibidas. La AMA está ahora detrás de esos registros, como parte de la investigación sobre los Juegos de Invierno.

DiackyMutko

Lamine Diack y Vitaly Mutko

Sin embargo, Mutko ha puesto en entredicho el pasado abril cualquier intención de colaborar, cuando anunció la concesión de la Orden del Oso en el Kremlin a Diack y a su hijo Papa Massata (también involucrado en el escándalo de sobornos y encubrimiento) por su “decisiva contribución al desarrollo del deporte ruso”, en un claro desafío a quienes dirigen hacia ellos el foco de las pesquisas sobre el dopaje en Rusia.

La historia ha tenido otros giros aún más sórdidos, como la súbita muerte en febrero de dos antiguos agentes antidopaje rusos, Vyacheslav Sinev y Nikita Kamaev. Sinev fue encontrado sin vida el 3, por causas no especificadas, y Kamaev sufrió un “ataque masivo al corazón” nueve días después, según los reportes oficiales. Este último le había escrito en noviembre al periodista inglés David Walsh, quien cubrió para el Sunday Times el dopaje del ciclista Lance Armstrong, ofreciéndole material para escribir un libro que abarcaría tres décadas de dopaje en la antigua Unión Soviética.

El origen del escándalo

Pero ¿cómo cayó el castillo de naipes del dopaje ruso? Todo comenzó con un reportaje de un canal de televisión alemán, ARD, titulado “Dossier secreto dopaje: cómo fabrica Rusia a sus ganadores”, emitido en diciembre de 2014.

Allí la maratonista Liliya Shobukhova, campeona del World Marathon Majors (circuito de los cinco maratones más importantes del mundo) admitía haber pagado 450 mil euros a la federación de su país para encubrir un dopaje que le hubiera impedido ir a Londres 2012. El positivo finalmente trascendió y según denuncias del agente de Shobukhova al diario francés L’Equipe, la federación rusa sólo devolvió 300 mil de los euros recibidos.

La discóbola Yevgueniya Pecherina sostenía en el documental que el 99% de los atletas rusos usaban sustancias prohibidas, en un esquema patrocinado por el estado, y la semifondista rusa Yuliya Stepanova demostraba junto a su esposo Vitaly (el mismo de las grabaciones de Rodchenkov) cómo se podía obtener a domicilio un cóctel de sustancias para mejorar el rendimiento, con sólo llamar a una farmacia, “igual que un repartidor de pizza”.

Ya antes un diario británico había insinuado la magnitud del dopaje en Rusia, y aunque no fue tomado muy en serio por tratarse de un tabloide, curiosamente tras la publicación, el gigante euroasiático desistió de presentar equipo completo en el Europeo de Atletismo de Zurich, quedó en un distante cuarto lugar y ocho atletas rusas de primer nivel se saltaron la cita por sus planes de maternidad, que casualmente todas planificaron al mismo tiempo, entre ellas la campeona olímpica y mundial de garrocha Yelena Isinbayeva.

Lo peor estaba por venir.  La AMA designó un panel de tres expertos encabezado por su ex presidente Dick Pound, para investigar las revelaciones de ARD, Sunday Times y L’Equipe. Las conclusiones, entregadas en dos informes diferentes, fueron demoledoras.

El primer informe validaba las afirmaciones de encubrimiento a cambio de dinero hechas en el documental, revelaba que agentes de la Agencia Federal de Seguridad espiaban el laboratorio antidopaje de Moscú, pedía la suspensión de por vida de cinco atletas rusos (entre ellos campeones mundiales, olímpicos y plusmarquistas del orbe de marcha) y adelantaba que la IAAF había cometido “fallos sistemáticos” que habían impedido descubrir el engaño.

El segundo informe apuntaba directamente a la IAAF. Develaba que la entidad había participado en la extorsión a Shobukhova, a través de algunos de sus miembros, como el tesorero Valentin Balakhnichev,  que a su vez era presidente de la Federación Rusa, mientras que paralelamente una investigación de la policía francesa verificaba el pago de sobornos a Diack y a Dollé, poniendo contra las cuerdas al deporte rey del programa olímpico.

Liliya Shobukhova

Liliya Shobukhova

Ahora bajo la conducción de Sebastian Coe, la IAAF debía demostrar que estaba dispuesta a reformarse a sí misma y a tomar las acciones que fueran necesarias para enmendar los errores y omisiones del pasado. El vendaval se llevó a buena parte de las cabezas del atletismo mundial, incluyendo a Diack (quien tiene prohibición de salida de Francia), a su hijo Papa Massata (que huyó a Senegal para salvarse de una extradición) y a Dollé, entre otros, y derivó en la decisión, impulsada por Coe, de suspender de forma provisional a Rusia de toda competencia internacional.

¿Y ahora qué?

Voceros de la fiscalía rusa anuncian una investigación sobre el desempeño en materia antidopaje de ese país en los últimos tres Juegos Olímpicos (los de verano de Beijing 2008 y Londres 2012 y los de invierno de Sochi 2014). Sin embargo, esta misma entidad investigó recientemente las acusaciones derivadas del reportaje de ARD, y la pesquisa terminó sin la formulación de cargos criminales para ninguno de los involucrados.

Las investigaciones de la AMA y de McLaren sobre Sochi siguen en curso. En el caso del atletismo, la última palabra la tendrá el Consejo de la IAAF, que se reunirá el 17 de junio en Viena para decidir sobre la admisión de atletas rusos en los Juegos Olímpicos de Río, si la fuerza de tarea que encabeza el experto antidopaje Rune Andersen considera que el país ha cumplido satisfactoriamente con las exigencias impuestas desde noviembre, y que hasta el momento han llevado al desmantelamiento total de la anteriormente exitosa escuela de marcha de Saransk.

La IAAF se juega su propio prestigio y su propia supervivencia como entidad, y Rusia se enfrenta a la perspectiva de que el atletismo no sea su único ausente en Río o incluso en Pyeongchang 2018 (la próxima cita de invierno), luego de que el presidente del COI, Bach se viera obligado a reconocer esta semana que en caso de que se establezca la veracidad de los ilícitos que se investigan “podría haber suspensiones de por vida, no sólo a atletas y su entorno, sino a todos los involucrados, podría haber sanciones financieras contra las organizaciones implicadas (…), o incluso suspensiones o exclusiones contra federaciones nacionales completas”.

Sharapova

Maria Sharapova

Además de los deportes de invierno y atletismo, también están bajo la lupa las pesas e incluso el tenis, luego del positivo de Maria Sharapova por Meldónium, una sustancia desarrollada durante la invasión a Afganistán para aumentar la resistencia de los soldados soviéticos en condiciones extremas, y que ella reportó como un inocente antidiabético. Habrá que ver hasta dónde será capaz de llegar la IAAF y sobre todo el COI, cómo logrará Bach balancear su prédica contra la trampa en el deporte y su manifiesta cercanía con el presidente Vladimir Putin.