Emmett Ashford: El árbitro negro - Runrun
Redacción Runrun.es Abr 11, 2011 | Actualizado hace 13 años

El 15 de abril de 1947, Emmett Ashford estaba escuchando la radio en una base del Ejército en la sureña Louisiana cuando supo que había debutado el primer jugador de raza negra en las Grandes Ligas y ese día, cuenta su historia, se propuso ser árbitro en las Mayores.

El 11 de abril de 1966, casi dos décadas después, lo consiguió.

Había sido contratado en 1962 pero debió prepararse y ascender en las menores hasta que estuvo listo para subir a las Grandes Ligas.

Era el juego Inaugural de los Senadores de Washington y estaba presente el vicepresidente

Hubert Humphrey y el servicio secreto estaba a cargo de la seguridad, cuando Ashford se identificó como árbitro, tuvo que esperar un buen rato hasta que los agentes comprobaron que en verdad así era y le permitieron acceder al campo a última hora, pero antes de la voz de ¡Play Ball!

Ammet Ashford tenía 51 años cuando logró su sueño.

Como Jackie Robinson,  Ashford era un californiano del sur, maduro, sobrio, impetuoso y bien educado, había sido elegido presidente de su clase en bachillerato, y tuvo un empleo como cajero en el supermercado de su pueblo. Fue limpiabotas para pagarse la universidad y también sirvió a la Marina de los Estados Unidos entre 1943 y 1946.  Aunque tenía un buen trabajo en la oficina de correos, prefirió dejar aquella apacible estabilidad para probar suerte en el beisbol, como árbitro, aunque pocos creyeron que podría hacerlo en un país que aún padecía el racismo en importantes estados.

La de Ashford es otra de esas vidas que no sólo son significativas para el beisbol, sino para la propia historia de los Estados Unidos. Ya hemos dicho varias veces en este espacio que la decisión de Branch Rickie (Co-propietario de presidente de los Dodgers de Brooklyn) de contratar a Jackie Robinson como el primer negro en las Mayores y por supuesto, el comportamiento de Robinson, fueron determinantes dentro y fuera de los parques de beisbol, fue una verdadera gesta de lucha por los derechos civiles de los negros que no terminó con Robinson.

Por eso Ashford fue también importante al convertirse en el primer negro que ponchó cantado a un blanco en las Ligas Mayores. Fue un árbitro enérgico y divertido,  de mucha carisma y conocimiento del juego, se dice que llevaba gente a los estadios.

Estuvo como principal en un Juego de las Estrellas y  también en una Serie Mundial no mucho antes de jubilarse. No había sido fácil. Igual que Robinson y todos quienes estuvieron antes que él en las Grandes Ligas, tuvo que soportar cualquier clase de humillaciones.

Aún estaba trabajando en las ligas menores cuando, según cuenta la historia, un  manager de un equipo estaba molesto por una sentencia de Ashford;  su rabia y racismo se hizo notar al juego siguiente a la hora de entregar las alineaciones.

El manager le dijo a Emmett Ashford, uno de los tres árbitros del juego, “No es por ti que estoy contrariado, Emmett, es por los otros dos muchachos”.

“El jefe del equipo arbitral, Cesar Carlucci, quien estuvo con Ashford en casi mil juegos, interrumpió

-“¿De qué está usted hablando?” dijo.

“‘Usted no, los otros dos”, dijo el manager.

_“¿Y quiénes son los otros dos?”-le preguntó.

“Abraham Lincoln, por liberarlos, y Branch Rickey por traerlos al baseball”.

(Según el historiador Larry Gerlach, “The Men in Blue: Conversations with Umpires”, capítulo final, “Emmett Ashford,” 1994).

El próximo 15 de abril se cumple un nuevo aniversario del debut de Jackie Robinson, aprovecharemos la oportunidad para recordar a Branh Rickey, para entender un poco el “chiste”, pero en efecto es así, la historia de los negros en las Grandes Ligas es parte de la historia contemporánea de los Estados Unidos.

El escultor Scott Fife, creó «Safe,» un árbitro gigante de seis pies (92-pulgadas) de mano a mano, inspirado por la imagen de Emmett Ashford. Una escultura idéntica a la original (hecha en madera), elaborada por su creador, está hecha de cartelón, tornillos de drywall, pegamento y pintura acrílica, y forma parte de la colección de arte del “Safeco Field” de Seatlle.