Connie Mack “Mister baseball” - Runrun
Redacción Runrun.es Feb 16, 2011 | Actualizado hace 13 años

Cornelius Alexander Mc Gillcuddy tuvo que reducir su nombre para que cupiese en el box score.

Nació en East Brookfield, Massachussets, el 22 de diciembre de 1862 y  el 7 de octubre de 1886 debutó como receptor con el equipo de Washington, conectó dos imparables, uno de ellos triple.

Era un hombre altísimo y elegante, valiente receptor cuando aún no se habían inventado la careta ni el peto, innovador, filosófico y visionario, cambió su nombre y la forma como se jugaba el beisbol.

El fue Connie Mack.

Si usted pone “Connie Mack” en los buscadores de la red, lo más probable es que salten montones de artículos relacionados con un senador republicano, que tuvo el desatino de solicitar a su gobierno un embargo para Venezuela, unos días atrás. Obviamente en este espacio hablaremos de su tatarabuelo, también recordado como “Mister baseball”  (señor beisbol) y “Tall Tactician” (el técnico alto).

Su historia y la historia del juego son inseparables.

Cuando Connie Mack era receptor, una tarde de 1887, le pidió al lanzador que tirara por encima del brazo, hasta entonces sólo se pitcheaba por debajo. El resultado fue un envío que llegó tan rápido al plato que el bateador ni pudo verlo. Hubo reclamos de inmediatito, pero no era ilegal, hoy conocemos ese envío como “recta”.

Esto tuvo tal impacto en el beisbol, que  el montículo tuvo que ser  movido de 45 pies hasta los 60 pies y seis pulgadas que hasta el sol de hoy lo separan de la goma.

Connie Mack era un receptor instintivo y a la vez conocedor de sus rivales, desde esa posición entendió que “el lanzador representa el 75% de la victoria en un juego de béisbol”.

Era un visionario. En 1906, dijo que debería existir un bateador que tomara el lugar del pitcher en la alineación. Consideraba que el lanzador era un bate débil y que se ayudaría al juego si era sustituido, adelantándose 63 años a la figura del bateador designado.

Su forma de ver el beisbol, le permitió convertirse en manager y empresario con los Atléticos de Filadelfia.

Dirigió por 50 años, lo que constituye una marca que no ha sido superada, así como el record de tres mil 776 triunfo tampoco ha sido alcanzado.

Cuando dejó de usar uniforme se vistió de traje, corbata y sombrero y así dirigía y entraba al terreno de juego.

Falleció en Filadelfia, después de fracturarse la cadera en una caída de la que no pudo levantarse el 8 de febrero de 1956, cuando contaba 93 años de una vida definitivamente trascendente.

Estuvo en la clase de los primeros 11 exaltados al Salón de la Fama de Coopertstown en 1939.

Esta frase de Hernest Hemingway, puso haberse inspirado en Connie Mack: “El Beisbol enseña a ganar honestamente, el beisbol enseña a perder con dignidad, el beisbol enseña todo, enseña la vida’”.