@MariaAlesiaSosa
EL CASO DEL MAYOR GENERAL HUGO “EL POLLO” CARVAJAL ha dejado más sospechas que certezas. Desde las acusaciones de la DEA (Administración para el control de drogas de EEUU) hasta su liberación han sido un misterio ¿Gozaba de inmunidad? ¿Era o no cónsul en Aruba? ¿Pactó el Reino de Países Bajos con el Estado venezolano? ¿Bajo qué figura jurídica salió de Aruba? El embajador Milos Alcalay responde las preguntas que usted se ha hecho y no ha sabido contestarse sobre el Pollo Carvajal.
Carvajal no es diplomático, por eso no goza de inmunidad. “No hay inmunidad diplomática para un cónsul, un cónsul no es un diplomático, es un agente consular. No tiene los mismo privilegios que un embajador”. Además señaló que para ser cónsul, es necesario ser aprobado por el Estado en el que esté siendo acreditado, pero los Países Bajos nunca dieron el exequátur para que Carvajal fuera cónsul. Según la Convención de Viena, un cónsul no está exento de cumplir una demanda, no tiene una protección especial y debe responder a esos asuntos. Sólo tiene beneficios en el ejercicio de sus funciones, por ejemplo, llevar una valija, etc.
¿Qué ha debido suceder entonces?
Nunca lo acreditaron, entonces ahí opera el acuerdo de extradición entre Estados Unidos y Países Bajos. El general ha debido responder ante las autoridades como prófugo de la justicia internacional.
La Convención de Viena de relaciones consulares, en el artículo 12, plantea los privilegios de un cónsul cuando ha sido admitido por exequátur. El artículo 13 abre una excepción: “Hasta que se le conceda el exequátur, el jefe de oficina consular podrá ser admitido provisionalmente al ejercicio de sus funciones. En este caso le serán aplicables las disposiciones de la presente Convención”.
Las amenazas del Gobierno venezolano hicieron que hubiera una solución política, y no diplomática, no jurídica. El reinado dijo: “Él no es cónsul, pero para salir de este problema, le daremos inmunidad”. Sin embargo, no ha sido una honra, lo declararon persona Non Grata en ese territorio.
Estados Unidos pronunció su decepción con la liberación de Carvajal. Pero EEUU no actuó de forma contundente. No fueron precisos a la hora de señalar los delitos del general venezolano. No demostraron de manera fehaciente los argumentos que tienen para imputar al Pollo, y eso le permitió al Gobierno venezolano, adelantarse a echarle la culpa al ex presidente colombiano Álvaro Uribe, por ejemplo.
¿Hasta aquí llegó este cuento?
Esta es una novela que no ha terminado. Hay más interrogantes que respuestas. Estados Unidos y sus autoridades tendrán que determinar la fotografía de la situación, más allá de pelearse con Holanda.
Gráficos: Daniela Dávila Torres
