Sidor: triunfos (parciales) del trabajador y lecciones por Damián Prat - Runrun

 Sidor

 

El conflicto en Sidor aún no concluye.  Quizás haya un desenlace pronto.  Quizás no tanto.  Ojalá sea con mas puntos positivos que fallos.   Aunque, como es usual en este tipo de conflictos,  dejará secuelas y “pendientes” que serán motivo de nuevas luchas mas adelante.  Pero ya arroja varios resultados que son triunfos aunque parciales.  Sin ser exhaustivos, de momento, vale la pena ir obteniendo algunas conclusiones.

Tres veces el gobierno tuvo que “recular”.  Esos son triunfos. Parciales, pero triunfos al fin.   El plan de silenciarlos y ponerlos de rodillas mediante las amenazas del poder (ministros, gobernador, alcalde, diputados, etc) y los insultos fracasó.   El resultado fue el opuesto:  los unió y multiplicó la voluntad de lucha.   El plan de amedrentarlos mediante la represión militar tampoco funcionó. Nadie se rindió y el gobierno pagó un costo político muy alto al desnudar su verdadero rostro que nada tiene que ver con todo su bla bla de “socialismo, izquierda, obrerismo”.  La “revolución” no es tal. Es una farsa de un cogollo oligárquico a quienes solo mueve el afán de poder y el control de los negocios.

El tercer plan, el del “madrugonazo”, buscaba que se rindieran “ante el hecho consumado” de un supuesto “contrato ya firmado”, pero además fue diseñado por el gobierno calculando ellos que con dos ofertas económicas mas el pago de las vacaciones se enfriaría la lucha.  En el gobierno los consideran “locheros” pero se equivocaron.  La asamblea del jueves 14, dos horas después del “madrugonazo” y la poderosa marcha de repudio que a media mañana atravesó Puerto Ordaz, desmontaron ese plan.

Dos cosas mas tuvo el “madrugonazo”.   El plan de dividir a Sutiss para intervenirlo y desmantelarlo (una especie de mollegazo rojo) y la operación mediática masiva para intentar aplastarlos con el cerco de censura roja. Hasta el momento no han podido desbaratar a Sutiss.  Y en cuanto a la censura, es una gran lección para los trabajadores y para todos.   ¡Que importante es la libertad de expresión!.  ¡Cuán valioso es tener medios de comunicación libres e independientes!.  Todo el latifundio de medios del gobierno fue usado sin escrúpulos para crear la falsa sensación del “Contrato ya firmado. Todos están felices. Los “verdaderos trabajadores”. Derrotados los desestabilizadores”.   Y usaron a los medios donde la boliburguesía manda, para rematar la faena.   Es una lección para aprender:  ¡cuán diferente habría sido todo con RCTV y Globovisión!.  Los sidoristas no habrían sido silenciados.  La presión habría sido mayor.   Otra lección: es tarea de todos usar y defender a los medios independientes que aún quedan y resisten.

Aquellos sidoristas que son o han sido simpatizantes del oficialismo o que se consideran chavistas pero que luchaban,  han sentido en carne propia lo que es la censura de un régimen con afán totalitario.  Como sintieron lo duro de la represión militar.  Los regímenes con afán totalitario cercan todo. Las democracias imperfectas tienen amplios espacios para la denuncia, para la lucha.  Hay instituciones a las cuales acudir cuando algún poder atropella.   ¡Cuán necesarios son Fiscalía, min Trabajo, Defensoría, poder Judicial y Asamblea Nacional como instituciones independientes!.   Lección claríta.

Fracasado todo aquello y pagando un costo político muy alto, el gobierno, otra vez, tuvo que aflojar.  Y enviaron al ministro de Industrias en el plan clásico del “policía bueno”.  Como en las películas.  “Estábamos engañados. Nos vendieron otra versión del conflicto (…) ustedes tienen razón”.  Si, Luís.  Pero aunque no era sincero, sino un plan,  la medida indica que la firmeza de lucha de los trabajadores los obligó –otra vez- a recular. Ni la amenaza, ni la represión ni la oferta lochera derrotó a los sidoristas.  Y eso es un triunfo importante que hay que valorar.

También es un triunfo que el mismo gobierno que decía que “ese contrato es impagable. No lo vamos a firmar”, en menos de dos semanas haya tenido que aceptar un aumento salarial y un pago de retroactivo que se parece a lo que reclamaba Sutiss.  Eso es un triunfo, aunque de momento parece  -reclaman los trabajadores de base-  que en los convenios no están ni “la hoja de cálculo”  ni los beneficios legítimos para los jubilados.  Veremos que ocurre.

El movimiento luchador sidorista tendría que ser mucho mas enfático para el futuro próximo en la lucha por el rescate productivo de Sidor.  Dentro de unos días, Maduro vendrá con un supuesto “plan de inversiones”.   Como reveló el general de CVG, “para comprar insumos y repuestos a fin de alcanzar 200 mil tons/mes de acero”.  Ya lo escribí ayer. Eso es confesar que la causa de la ruina productiva de Sidor es, como lo sabemos y como lo han denunciado muchos trabajadores, el abandono irresponsable del gobierno.  Desmentidos Cabello y Maduro cuando acusaban a los conflictos laborales de ser los culpables de la improductividad.  Pero la lucha de todos en Guayana  -los sidoristas y los de afuera que nos duelen nuestras industrias-  debe ser para que ese supuesto “plan de inversiones” no sea otra coba como la de los 314 millones de dólares de hace dos años.  Ni como los “cuentos chinos del fondo chino”.   Vigilarlo. Reclamar.   Denunciar.  Exigir.

Varios trabajadores me dicen:  los movimientos de trabajadores de base junto a los grupos sindicales democráticos de trayectoria han surgido con mucha fuerza.  Unidad.  Organización.   Encuentro de mano tendida con todos aquellos que vienen del chavismo y a quienes este conflicto los ha llevado al deslinde.   Es un buen mensaje.  También me escriben por algo importante: “cuan valiosa ha sido la unidad y solidaridad mostrada estos días con sindicatos como los de Ferrominera, Alcasa, Carbonorca y otros. Eso hay que practicarlo mas”.  Es otro buen mensaje.

En el país cayó muy bien el gesto responsable y de buena voluntad  de Sutiss y de la asamblea de trabajadores de levantar el paro total ante la promesa del ministro de reabrir el diálogo por el contrato.  Lamentablemente la máquina de propaganda destructiva del gobierno y sus medios presentaron aquello no como lo que fue:  un gesto de buena voluntad del sindicato, sino como si hubiera sido una batalla triunfal del gobierno contra los trabajadores en lucha.  Y encima mintiendo acerca de “100% operativa Sidor” como si eso fuese posible.   Tratando de ocultar el desastre causado por el gobierno en instalaciones, equipos, maquinarias.

 

 

Damián Prat

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