8D: ¿Guarimba Roja? por Gabriel Reyes - Runrun
Sendai Zea Nov 08, 2013 | Actualizado hace 10 años

quemadecaucho

Conjugar el verbo «guarimbear» en sectores «revolucionarios» era contradictorio. Casi aparecía el término definido como «acción emprendida por fascistas de derecha imperialista para atacar el proyecto bolivariano». Sin embargo en varias ocasiones recientes, afectos al «proceso» han montado sus propias guarimbas en los accesos a Caracas y a Higuerote como «forma de protesta pacífica» para impedir la celebración de actos de la oposición venezolana.

Ya cuando el síntoma es reiterado, repetido y constante, pareciera que el diagnóstico resulta obvio. El Gobierno no actuará, como de hecho no ha actuado, en contra de las «guarimbas buenas», como en un tiempo se hablaba de los «golpes buenos» y los «golpes malos».
Pero de esas aisladas escaramuzas ya muchos escribidores de profesión y oficio se han pronunciado dejando claro que las mismas violentan el carácter democrático de un gobierno que debe permitir el disenso en el marco de la pluralidad.
La guarimba que me preocupa es la que pudiera estarse orquestando, y «todo es posible en la dimensión de lo desconocido» alrededor del 8D, cuando, como salido de un laboratorio caribeño, han decidido que Nicolás Maduro emita su decreto 541 publicado en Gaceta Oficial 40286 que fija el mismo día de las elecciones como el «Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo Hugo Chávez»
Esta pieza de la «Ingeniería Política» del Régimen precisa que ese día, precisamente ese día, día de elecciones municipales en todo el país se ordene «Realizar actos y eventos conmemorativos en todo el territorio nacional de la República Bolivariana de Venezuela que exalten su pensamiento bolivariano, el amor infinito con su pueblo y la defensa permanente de su legado y su ejemplo infinito». De este mandato se desprende la inferencia lógica y automática de las numerosas e interminables cadenas nacionales de radio y televisión que producirán el inevitable «blackout» a la cobertura del proceso electoral y los hechos que en el mismo se sucedan.
Es por esto que hago un llamado a la Fuerza Armada Nacional, garante del orden, de la paz y gendarme de la democracia en Venezuela, para que en función de preservar mediante el Plan República el desarrollo normal de un proceso electoral nacional como el del 8D, solicite la suspensión del efecto de este decreto en los términos señalados en el párrafo anterior, garantizando la cobertura nacional y por todos los medios, impresos, radiofónicos y televisivos, de forma independiente del proceso electoral, para asegurar la transparencia necesaria en una fecha tan importante.
De igual forma, solicito a Henrique Capriles Radonsky, como conductor de un proceso pacífico de oposición a este gobierno, y a Antonio Ledezma, como el candidato de mayor peso, por el cargo que aspira, y por su incuestionable liderazgo nacional para que adviertan al gobierno nacional, al órgano electoral y a quienes pretendan convertir el 8D en una gran cortina de humo que permita los más variados desmanes, la sensatez necesaria para contar con un proceso en paz y armonía en todo el territorio nacional.
Y a todos quienes puedan compartir estas líneas, el llamado a activarse desde ya en su entorno familiar, vecinal, gremial para no permitir que estas estrategias de factura dudosa generen desesperanza en la infinita voluntad de los venezolanos de participar como lo garantiza nuestra Constitución Nacional, de forma libre y espontánea, en sana paz, en la transformación política que en todos los rincones del país se pide a gritos. Ahora, con más razón, todos debemos prepararnos para asistir el 8D, ejercer nuestro derecho, y quedarnos a defender nuestra voluntad en los actos de escrutinio público, tal y como lo reza el marco regulatorio vigente.
Son tiempos difíciles, pero no podemos permitir que el descaro de las artimañas insulares desmonten el objetivo del ejercicio de la democracia como norte y destino de la verdadera Patria, esa en la que todos cabemos…
Amanecerá y veremos…