¡Hoy vemos al Oficialismo convocando a un gran acto en defensa de la «Democracia Verdadera» el próximo 23 de enero! Debemos entender que la «democracia verdadera» es aquella donde la voluntad del pueblo es sagrada y donde respetamos la Constitución Nacional, la misma ante la que juraron todos los que hasta ahora han jurando servir al país. ¿Pero realmente esta «democracia verdadera» ha respetado la Constitución Nacional vigente?
Desde su primer artículo comenzaron mis dudas, desde ese que se refiere a que «La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente… son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía y la autodeterminación nacional…”. ¿Qué es independencia? ¿Depender de lo que nos vendan para comer, depender del petróleo en exclusiva para vivir? ¿Qué es libertad? ¿Vivir en un país donde existe el delito de opinión, el cargo por conciencia, la prohibición del disenso, la condena a ultranza a la oposición democrática? ¿Qué es Soberanía? ¿Deberle nuestro futuro a los chinos, nuestro presente a los cubanos y rusos, y no haber recuperado nuestros territorios en la Guayana Esequiba, por ejemplo? ¿Qué es «Autodeterminación Nacional»? ¿Presenciar como testigos mudos como nuestras «Alto Mando Político» se reúne y discute nuestro futuro en La Habana? Ya desde el principio, representa una contradicción que hoy nos encontremos convocando manifestaciones en apoyo a una democracia verdadera y violentamos sistemáticamente cada día que amanece en Venezuela su texto constitucional.
Leer el artículo 6 me enseñó que las cosas no irían por buen camino, y me apoyé en el excelente texto de Francisco Toro sobre la Doctrina Maduro. «El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela… es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.” «¿Qué significará «pluralismo?» Tal vez la venerable Sala Constitucional lo interprete como «muchos chavistas juntos» y la descentralización y alternabilidad no sean de necesario cumplimiento por ser meros «formalismos», pero en lo electivo, todavía estoy tras la búsqueda de los electores que votaron por Nicolás Maduro para estar al frente de un gobierno que se terminó hace varios días.
En otros artículos de este «órgano propagador» he escrito sobre el artículo 328 del maltrecho texto constitucional. Ese que se refiere a la prohibición expresa a los militares a servir a parcialidad política alguna. Seguramente veremos una delegación de las Milicias Bolivarianas en este acto de respeto a la Democracia Verdadera entonando cánticos chavistas al compás de algún general «patriota, y chavista autodeclarado». Por eso es que hay que marchar por la Democracia Verdadera y el respeto a la Constitución Nacional en la Venezuela Bolivariana.
Traté de entender cómo el exVP Maduro podía estar encargado de las tareas presidenciales, pero este análisis se estrelló contra el artículo 279 de nuestra Carta Magna que establece los mecanismos para elegir al Contralor General de la República, persona que falleció hace año y medio. Resulta que como no tienen las dos terceras partes de la AN como dicta el mandato nombramos a la segunda a bordo y resuelto el problema. Apoyemos nuestra Constitución Nacional y la Democracia Verdadera.
Puede ser contradictorio para los venezolanos empleados públicos, quienes son «invitados» a lucir su franela roja y abordar los buses para colmar nuestras calles de Soberano el día de esta gran manifestación en apoyo a nuestra «Democracia Verdadera» conocer el artículo 144 de la Constitución Nacional que declara que los empleados públicos son apolíticos.
Estas manifestaciones multitudinarias son posibles gracias al financiamiento público aunque el artículo 321 del mismo texto sacrosanto se refiera a la obligación del Gobierno de guardar el excedente petrolero, es decir casi la mitad de los millones que hemos recibido, en el Fondo de Estabilización Macroeconómica, que debería tener más dinero que las Reservas líquidas del país.
Bueno, mientras se organizaban para marchar por la Democracia Verdadera alguien preguntó sobre la salud del Pdte Chávez, creo que fue el comandante Yoel Acosta Chirinos quien pidió que una junta médica constate el estado de salud de Chávez, pero de inmediato lo acusaron de actuar como contrarrevolucionario. Revisando me encontré que en el artículo 28 del Contrato Social se habla de la obligación del Gobierno a informar a sus ciudadanos como un derecho de estos últimos, pero no quise adentrarme mucho a saber qué la pasó a este señor porque me recordé que el artículo 49 del mismo texto no era uno de los favoritos del régimen y antes de que consideraran que el debido proceso era otro formalismo prefería enterarme de la suerte de este señor al regreso de la multitudinaria concentración oficialista en favor y por el respeto de nuestra sagrada Democracia Verdadera.
¡Como evitar recordarme de Orwell y su «Rebelión en la Granja»!
¡¡Amanecerá y veremos!!
