Antes de conocerse el calendario electoral, quien suscribe emitió su opinión sobre qué podía hacerse en lo estratégico: si el oficialismo apuntaba a adelantar todas las elecciones o si hubiese aplicado otra variante, tal como celebrar primero elecciones locales, luego regionales y finalmente presidenciales; no tenía duda que la estrategia dominante a seguir era muy clara: escoger a todos los candidatos de una buena vez y simultáneamente.
Sin embargo, Miraflores hizo un análisis de sus posibilidades y decidió jugar al «caída y mesa limpia», esto es, primero realizar las presidenciales para después de ganarlas (ese es su objetivo), arrasar en el resto. Siendo esta la realidad, ¿es correcta la decisión de la MUD? Lo repito: no lo creo.
Usted se preguntará: ¿por qué soy tan enfático? Por una razón muy sencilla, los recursos electorales con los que cuenta la oposición son pocos y necesitan ser inteligente y eficientemente utilizados. Siendo un hecho que la elección presidencial es el 07 de octubre de 2012, la MUD ha debido concentrar toda su atención acá y no generar distracciones que innecesariamente, juegan en contra de las primarias nacionales.
El hecho de contar con cientos de candidatos en cientos de municipios crea varios problemas: el primero y más importante es que genera fricciones a nivel local que pudiesen postergarse, segundo, son recursos económicos que se desaprovechan para la campaña nacional y tercero, pero muy importante, produce una competencia en el circuito noticioso que no es saludable para la «narrativa nacional».
Todos los candidatos a alcalde querrán estar en los medios, realizando actos que obligatoriamente competirán en materia de centimetraje y minutos de radio y televisión con las propuestas que deberán efectuar los precandidatos presidenciales. Esto sin hablar del conjunto de recursos publicitarios de estos aspirantes que se desplegarán para captar la atención del votante. Repito: la atención se desvía de lo que debería ser más importante.
Un ejemplo claro de esto es lo que ocurrirá con las campañas de los candidatos locales en la Capital, que por razones obvias, serán de gran interés para la Opinión Pública. ¿Importante? Sí. ¿Necesario? No ahora. Primero lo primero.
Otro cuento es la escogencia de candidatos a gobernador. Este nivel tiene otros matices. El primero es que no todas las regiones irán a primarias porque se celebraron consensos en todos los bastiones hoy controlados por la Oposición. El segundo es que es muchísimo menor el número de aspirantes y por lo tanto, la dispersión no es tan alta, pero en tercer lugar y e importantísimo, es que esos comicios son apenas a diez semanas de las elecciones presidenciales y sí tiene sentido escogerlos para que tengan 10 meses de campaña.
Los candidatos a alcalde tendrán 14 meses después de ser elegidos y de febrero 2012 a abril 2013 estoy seguro que un mundo de cosas ocurrirá… Entre ellas, como si fuera poca cosa, la posibilidad de que en Venezuela haya un cambio político de un régimen autoritario por la vía democrática… Nada más y nada menos.
Ya suficiente competitividad existe entre los principales abanderados presidenciales, como para seguir añadiendo mayores complejidades a una elección a la que se asistirá con menos recursos y contra un Estado que usará todo su poder ventajistamente.
Estas son las razones que me llevan a pensar que se ha cometido un error que -aclaro- todavía puede enmendarse. En su momento, la MUD debió haber escuchado a la Asociación de Alcaldes. Todavía hay tiempo.
Hay que concentrarse en lo importante.
Edgar Gutierrez@gedgard
